jueves, 19 de enero de 2012

ARBOL KABALISTICO


EL ÁRBOL CABALÍSTICO
------------------------------------------------
La Cábala o Kábala es un sistema filosófico y teosófico que fue creado
para contestar a las preguntas eternas del hombre acerca de la naturaleza de
Dios, del universo y del destino final de la humanidad. La palabra Cábala es una
derivación de la raíz hebrea (Kibel) que significa "recibirlo". Describe
la antigua tradición de recibir oralmente la doctrina secreta. Es un método de
conocimiento dinámico porque cualquiera que medite sobre un mecanismo o tema
concreto intuirá, si se aplica en ello, el funcionamiento de otros mecanismos,
de modo que al descubrir una verdad aparecerán otras y así sucesivamente.
Según la Cábala, nuestro universo fue constituido gracias a la actividad
de diez grandes Centros, llamados Sefiroths: Kether, Hochmah, Binah, Hesed,
Gueburah, Tiphereth, Netzah, Hod, Yesod y Malkuth. Estos diez Sefiroths forman
el Árbol Cabalístico, símbolo compuesto que representa a la vez el hombre
celestial, que se concibe como macrocosmos. Cada Séfira está conectada a las
demás por una línea que recibe el nombre de Sendero. Existen veintidós Senderos,
que representan las veintidós letras-fuerza del código hebraico. Los Sefiroths
son distintas etapas de la manifestación de la luz infinita, y por consiguiente,
de evolución.
Son fases de la conciencia subjetiva mediante las cuales el alma penetra
en el conocimiento de las manifestaciones cósmicas.
El Árbol se divide en tres Columnas o Pilares. El de la Derecha es el
pilar de la Misericordia o de la Gracia y se le atribuye la potencia activa
masculina. La Columna de la Izquierda es el pilar del Juicio, del Rigor o
Severidad, y se le atribuye el principio pasivo femenino. El Pilar del Centro, o
del Equilibrio, es el factor armonizador que combina y une los pilares de la
Gracia y del Rigor. El esquema del Árbol nos describe, entre otras muchas cosas,
el proceso de formación de un acto cualquiera, desde el momento en que sólo es
una emanación inconcreta hasta que se cristaliza en el terreno físico; este
esquema corresponde asimismo al cuerpo humano, siendo Kether la cabeza y Malkuth
los pies.
La actividad de los nueve Centros sobre el décimo, que es nuestra
realidad, es lo que va formando nuestra conciencia en el correr de las
encarnaciones. Cada Séfira tiene sus leyes y sus principios, y para que podamos
aprenderlos, las jerarquías espirituales que dirigen nuestra evolución nos
sitúan, en una determinada vida, "más cerca" de un Centro que de otro. El
estudio del horóscopo de nacimiento adaptado al esquema del Árbol (esta
adaptación ha sido descrita en los libros de Kabaleb "Los Misterios de la Obra
Divina" y "Curso de Iniciación Cabalística a la Astrología y al Tarot") nos
permite averiguar cuáles son los Centros activos y cuáles los inactivos en la
presente vida. De esta forma, podremos orientarnos acerca del programa humano
que hemos venido a realizar, pudiendo así aportar una respuesta a una de las
preguntas que más se han formulado los hombres desde la noche de los tiempos:
"¿Qué hago yo aquí?"
En el Árbol Cabalístico, existen cuatro planos o mundos: el de
Emanaciones, el de Creaciones, el de Formación y el de Acción, los cuales
corresponden a los cuatro Elementos, en este orden: Fuego, Agua, Aire y Tierra.
Kether es el primer Centro del Mundo de las Emanaciones y pertenece al Elemento
Fuego.
Puesto que este libro contiene continuas referencias a los Séfiras que
conforman el Árbol de la vida, así como a sus correspondencias planetarias,
ofrecemos un breve apunte sobre cada uno de ellos:
------------------------------------------------
¤ KETHER
La primera Séfira, Kether, es la fuente, el Padre de las nueve restantes.
Pertenece al Mundo de las Emanaciones. No se le puede definir con palabras, está
fuera de la experiencia humana, nuestra mente no alcanza a comprender su
esencia. En este Centro no hay forma, sino puro ser, porque en él todavía no se
diferencian un par de opuestos. Es el manantial de donde proceden la voluntad y
el poder creador y no corresponde a nada manifestado. Por ser el
"inmanifestado", la "Corona", a esta Séfira no se le asigna la regencia de
ningún planeta.
------------------------------------------------
¤ HOCHMAH
Hochmah es la segunda Séfira del Árbol y el segundo Centro del Mundo de
las Emanaciones y pertenece a la columna de la Gracia. Si Kether- Voluntad era
el Padre, Hochmah se asimila al Hijo, es la primera manifestación visible del
Padre, es su obra, el heredero de sus virtudes, el centro crístico por
excelencia. De Hochmah proceden las energías que permiten a los enfermos sanar,
es de alguna manera el botiquín del universo. Está regido por el planeta Urano.



BINAH
Binah es el tercer Centro del Árbol y tercero también del Mundo de las
Emanaciones, se encuentra en la columna del Rigor. En Kether aparecía un
designio en forma de luz, en Hochmah se interiorizaba transformándose en amor y
ahora ese amor inunda la esfera de Binah. El papel de Binah consiste en asimilar
la luz-amor y lograr con ella la construcción de un mundo donde sea posible una
existencia física. Para ello debe ceder de esta luz, procediendo en un auto
oscurecimiento. Binah ha sido llamada "La Gran Madre del Universo", ya que ha
sido la gran matriz en la que se ha gestado; las madres, igual que esta Séfira,
tienen que ceder parte de su luz-energía para poder dar vida -"dar a luz"a un
hijo. Binah (es decir, todas las entidades espirituales que trabajan en este
Centro) exteriorizó la Obra Divina, la exportó a niveles inferiores, y esta
función exportadora ha sido llamada sacrificio, del mismo modo que cuando un
país exporta a otro sus bienes, los sacrifica a su consumo personal con el fin
de obtener divisas. Lo que Binah buscaba, evidentemente, no era oro material,
sino oro espiritual: conocimiento. En resumen, las jerarquías creadoras
disponían de un enorme potencial energético, de un gran chorro de luz, y
decidieron crear un mundo de formas para poder experimentar con esta luz,
obteniendo así una serie de informaciones, un conocimiento, acerca del resultado
de su materialización. Binah está regido por el planeta Saturno.
------------------------------------------------
¤ HESED
Hesed es el cuarto Centro del Árbol, y el primero del Mundo de Creaciones.
Se sitúa en la columna de la derecha. Según la Tradición, toda fuerza activa
necesita pasar por cuatro fases para desarrollarse: Yod- He-Vav-He, siendo la
primera semilla, el impulso, la voluntad; la segunda, la tierra donde esta
semilla debe germinar; la tercera el resultado de la acción de la primera sobre
la segunda, o sea el florecimiento de la semilla; y la cuarta el resultado final
de este ciclo, es decir, el fruto. Pero éste contiene una nueva semilla y por lo
tanto, será asimismo el inicio de otro ciclo. En el Árbol Cabalístico, Kether
representa pues la primera fase, Hochmah la segunda, Binah la tercera y Hesed la
cuarta del primer ciclo o Mundo de Emanaciones, pero es a la vez la primera de
otro ciclo, el de Creaciones, que se asimila a las emociones. Está regido por el
planeta Júpiter.
------------------------------------------------
¤ GUEBURAH
Gueburah es el segundo Centro del Mundo de Creaciones y el quinto del
Árbol, pertenece a la Columna de la Izquierda. Hesed constituye el Paraíso
terrenal y produce tal estado de felicidad que el hombre en este punto no siente
la necesidad de adquirir experiencias en los mundos inferiores. Por ello el
siguiente paso en el Árbol de la Vida es Gueburah. Este Séfira será el encargado
de volver a poner orden a los desmanes realizados bajo el auspicio de Hesed.
Podemos decir que es el policía del Árbol, el que nos hará volver al trabajo
después del guateque. Está regido por el planeta Marte.
------------------------------------------------
¤ TIPHERETH
Tiphereth es la sexta estancia del Árbol Cabalístico, es la primera Séfira
de la columna Central, la del Equilibrio, después de Kether. Y es el tercer
centro del Mundo de Creaciones. Tiphereth es el rostro visible de Kether, es su
manifestación material, representada en el universo del Sol.
Tiphereth es un centro de armonía, ya que todos los senderos conducen a
él, y él conduce a todos los centros de vida.
En esta estancia solar se establece la conciencia del hombre, ya que
centraliza todas las experiencias procedentes de la columna del Rigor
(izquierda) y de la columna de la Gracia (derecha), infundiéndonos la idea de un
equilibrio entre la necesidad hecha ley y la Gracia Divina. Aquí se sitúa
nuestra conciencia, es decir la quintaesencia de todo lo que hemos aprendido a
lo largo de nuestras encarnaciones. Está regido por el Sol.
------------------------------------------------
¤ NETZAH
Netzah es la séptima Séfira del Árbol Cabalístico. Se sitúa debajo de
Hesed-Paraíso en la columna de la Derecha, la de la bondad, la gracia y la
tolerancia. Es la cuarta Séfira del Mundo de Creaciones y, al tiempo, la primera
del Mundo de Formación.
Hemos visto que en Hesed se encuentra reflejada la Luz-Amor de Hochmah, y
que Tiphereth es el rostro físico de Kether-Voluntad en la columna Central, por
lo tanto Netzah quedará impregnado de las virtudes inherentes a estos Séfiroth
por ser los que tiene más próximos en la escala superior. Está regido por el
planeta Venus.
------------------------------------------------
¤ HOD
Hod es la tercera Séfira de la columna de la Izquierda y representa la
búsqueda de la perfección a través de la verdad. Es la segunda Séfira del Mundo
de Formación. De este centro recibimos toda la energía necesaria para impulsar
nuestro cerebro a no contentarse sólo con los placeres que nos ofrece el Séfira
anterior, Netzah.
El lado izquierdo de nuestro cerebro, de donde emana esta energía, remueve
los cimientos de nuestra personalidad profana para activar el mecanismo que nos
permite corregir los desmanes que hayamos podido cometer bajo el imperio de los
sentidos (Venus).
Hod ha heredado el pensamiento activo de Binah y es el encargado de
legislar, de discernir lo que es lícito de lo que no lo es, en lo referido a
nuestro programa humano, Está regido por el planeta Mercurio.
------------------------------------------------
¤ YESOD
Yesod es la Séfira número nueve del Árbol Cabalístico. Es la tercera
Séfira del Mundo de Formación.
Es el centro encargado de cristalizar y objetivar los impulsos procedentes
de los demás centros, convirtiéndolos en actos, proyectando la conciencia
superior hacia abajo.
Gracias a Yesod todo lo que se encuentra en nuestro interior se convierte
en imágenes, es decir en situaciones. Por ejemplo si sentimos odio o rencor,
podemos tener la seguridad de que Yesod, un día u otro, objetivará en el mundo
real estos sentimientos, brindándonos la ocasión de ejercer ese odio, o bien,
volviendo la imagen al revés, nos hará vivir situaciones odiosas, violentas o
crueles.
Resulta pues peligroso alimentar este centro sefirótico con emociones o
intenciones negativas ya que después nos veremos obligados a vivirlas.
Es preciso ejercer un control consciente sobre la producción de imágenes.
Procurando captar siempre imágenes positivas de los demás, ya que si retenemos
únicamente lo negativo, acabaremos viviendo esta negatividad.
Podemos comparar las funciones de Yesod a las del tubo catódico de un
televisor, el cual recoge las pulsiones energéticas del centro emisor y las
convierte en las imágenes que aparecen luego en pantalla.
Yesod es asimismo el centro productor de los sueños. Está regido por la
Luna.
------------------------------------------------
¤ MALKUTH
Malkuth es la última Séfira, la décima, del Árbol Cabalístico y pertenece
al Mundo de Acción. En el Zodíaco, corresponde al Ascendente o Casa I. Este
centro representa pues nuestra tierra humana, nuestro mundo físico. Los nueve
centros anteriores simbolizan otros tantos grupos de facultades que debemos
adquirir a lo largo de nuestro recorrido humano, vida tras vida. Malkuth será
pues el resultado de nuestra actividad anterior. Todos los centros de vida
desembocan finalmente en Malkuth, es decir en nuestra personalidad material,
transformándola. En este punto, todo se transforma en acontecimiento, en
realidad palpable.
*********************
 by KABALEB

No hay comentarios:

Publicar un comentario