lunes, 29 de octubre de 2012


PLANETAS ESTACIONARIOS


Una etapa muy importante de todo planeta es cuando en su ciclo natural alcanza la fase estacionaria. Indica el corto pe­ríodo de tiempo antes que se vuelva retrógrado o directo. Un planeta en este punto específico de su ciclo está disminuyen­do su movimiento de forma dramática. Tracy Marks sugiere que puede ser considerado estacionario «si su velocidad ha decrecido menos de 1/10 parte de su moción normal».' El lector deberá seguir su propio criterio para determinar cuándo un planeta se vuelve estacionario. Normalmente, con los planetas más lentos (como los de la Octava Superior), un pla­neta se considera estacionario cuando permanece en el mis­mo grado y minuto antes de cambiar de dirección. En el caso de los planetas más rápidos, los considero estacionarios sola­mente cuando permanecen en el mismo grado antes de cam­biar de sentido (al menos en lo que respecta a la carta natal, no necesariamente a las progresiones). ¿Qué significa un planeta estacionario en la interpretación natal? Quizás la mejor clave para describir su naturaleza viene dada por su rasgo más obvio: es la concentración intensa en un área defi­nida del horóscopo. Muestran un interés delimitado (según la naturaleza del planeta), lo que sugiere mucha intensidad en su acción. 

En general, un planeta estacionario no es arrojado con facili­dad del área en que se centra. Al estar virtualmente inmóvil, tiende a atrincherarse firmemente, indica fuerza en la aplica­ción y una persistencia tenaz. Para mejor o para peor, ejerce un gran impacto en la naturaleza del individuo. Sin embargo, debido a los rasgos ya mencionados, también puede describir características que se inmovilizan en la personalidad. El indi­viduo puede volverse muy fijo en su orientación, como para permitir la adaptación, dando por resultado una manera de expresarse inflexible y obcecada. Por otra parte, la fijeza de la condición del planeta indica constructivamente vigor y re­sistencia. Los aspectos a este planeta determinarán si la fase estacionaria tiende a volver al individuo firme y resuelto, o atado a la rutina y estático. Usualmente, se manifestará de ambas maneras según el momento. A menudo necesita con­centrarse completamente en algo que haga funcionar su atención superior si desea darle satisfacción. Sin embargo, deberá ejercitar más objetividad en esta área para no fasci­narse por los procesos de este planeta y excluir el desarrollo de los otros componentes de su personalidad. En una natividad, un planeta estacionario puede estar a punto de volverse retrógrado (denominado estacionario re­trógrado) o directo (estacionario directo). Esta distinción es importante a la hora de la interpretación. Un planeta estacio­nario retrógrado tendrá una disposición más subjetiva, e in­ternalizador, el individuo comenzará a focalizarse en las im­plicaciones psicológicas del planeta con creciente inquietud. Esta fase del planeta exhibe una intensidad más concentra­da, creando un impacto interior mayor del que tendría el mismo planeta si fuese meramente retrógrado. 

Un planeta estacionario directo ya ha asimilado sus impulsos a niveles más profundos e introspectivos y está preparado para emer­ger a la superficie de la conciencia y utilizar lo que ha desa­rrollado sutilmente. Los planetas estacionarios directos pa­recerán más activos, ya que están maduros para comenzar de nuevo según los principios del planeta en cuestión. Exhibirán un alto grado de anticipación, expectativa, o urgencia que no se encuentra a menudo en los meros planetas directos. Sin embargo, dado que ambas estaciones representan a un pla­neta casi inmóvil, los esfuerzos para examinarlo interiormen­te o para su utilización externa deberán ser llevados a cabo con paciencia, minuciosidad y concentración. Se deberán tomar en cuenta los matices. Esta misma dinámica deberá aplicarse a los planetas en tránsito en sus distintas fases. Sin embargo, como ocurre con todos los factores transitantes, las condiciones externas corrientes (más que las facetas enraiza­das del carácter) estimulan la respuesta individual durante los períodos estacionarios. Los tránsitos deben ser interpre­tados dentro del contexto en que se mueve el individuo. Un planeta retrógrado puede eventualmente por progresión alcanzar el punto estacionario antes de ponerse directo. Los planetas más rápidos probablemente lo harán durante el lapso normal de la vida humana (en especial, Mercurio y Venus, y a veces Marte). Para los demás planetas, depende­rá de si sus posiciones retrógradas natales se encuentran ya suficientemente cerca de esta fase dentro de un período de tiempo razonable. Así como la fase estacionaria para algunos planetas puede durar varios días, la influencia de un planeta estacionario progresado puede operar durante varios años. A diferencia de los tránsitos, las progresiones se relacionan más con el desarrollo interno del carácter potencial (que puede o no ser proyectado en las relaciones o los sucesos). Cuanto menos se proyecte un planeta, mejor se asimilará la progresión y más se convertirá en una parte integrante de la naturaleza interna. 

Pero incluso si una progresión bien asimi­lada se expresa a través de un mecanismo de proyección, lo que se proyecta se vuelve constructivo y armonioso para las necesidades del propio carácter. Los tránsitos en cambio ge­neralmente representan condiciones externas existentes en el medio ambiente, que operan a través de asuntos y de situa­ciones concretos. Pero incluso estas energías no siempre serán expresadas a través de circunstancias (ya que los tránsi­tos no se relacionan con hechos personales o la necesidad de actuar). Uno de los misterios de la astrología es que nadie puede predecir con absoluta certeza en qué nivel expresará el individuo estos principios, esto lo determinará el grado de evolución de cada personalidad (más la propia capacidad para servirse del libre albedrío). En general, cuánto más consciente sea un individuo, más propenso será a experimen­tar cualquier planeta (natal, progresado, o transitante) a tra­vés de la actitud y el comportamiento y no a través de las cir­cunstancias concretas y mundanas. Por supuesto, un indi­viduo bien integrado debería ser capaz de transformar con más facilidad esas actitudes en actividad creativa y producti­va sin grandes dificultades.

Cuando un planeta progresado retrógrado alcanza la fase es­tacionaria y está a punto de volverse directo, el individuo (durante ese año de progresión) vivirá un momento decisivo en su crecimiento interno. Ese año en particular marcará un cambio en la manera de enfocar la vida, descrito por el pla­neta en cuestión. Simbólicamente significará que el período de preparación interna de asimilación e integración está al­canzando su consumación. Ahora deberá focalizarse una vez más sobre el mundo objetivo y comenzar a usar las energías de este planeta para ejercer influencia sobre los asuntos ex­ternos. Podrá movilizar tales energías desde su centro hacia fuera e impactar grandemente a su medio ambiente. Aunque puede exhibir una gran profundidad de comprensión cuando Mercurio en tránsito se pone retrógra­do, sus mentes parecen trabajar mejor, y los planes y decisio­nes personales manifiestan resultados más satisfactorios de los esperados. Naturalmente, estos Mercurios retrógrados tienen algo que comunicar a este respecto, debido a la natu­raleza reflexiva de este planeta. No he sentido ningún co­mentario con relación a los otros planetas. Quizás si un pla­neta natal retrógrado, también se vuelve retrógrado por tránsito, el individuo sintoniza mejor consigo mismo durante este período de tiempo. Estará más activo y expresivo en las áreas de la vida indicadas por su ubicación natal retrógrada. Esto tiene sentido, considerando que durante todos los otros períodos de tránsito directo, el individuo se sentirá fuera de lugar con respecto a lo que debe experimentar en el medio ambiente inmediato, y se comportará de manera distinta. La sintonía presente sugiere un grado de realización interior para tal persona, incluso si las condiciones externas son dis­tintas. Probablemente estará muy conectado consigo mismo a niveles profundos en este aspecto, y por lo tanto se sentirá más sincronizado con los sucesos externos durante este breve período. Hay muchas otras condiciones sobre las cuales especular, por ejemplo: ¿Operan con las progresiones conversas, o por di­rección de arco solar? (lo que acelera marcadamente el mo­vimiento de los planetas de la Octava Superior volviéndolos más accesibles a la predicción), y ¿cómo hay que considerar­los en lo que respecta a las cartas compuestas, especialmente cuando una persona tiene un planeta retrógrado y la otra no? Ahora describiré los efectos que la retrogradación imprime en los planetas.


Las siguientes delineaciones se ocupan de cada planeta en retrogradación natal, por progresión, y en tránsito:    

Mercurio Retrógradoૐ●•٠

El individuo experimenta un karma no resuelto en las relaciones. Tiene tendencia a comportarse con los demás como si representaran personajes de su pasado. Así, le resulta difícil  mantener todo el énfasis de su conciencia en el "aquí y ahora". Generalmente, sus dificultades se ponen de manifiesto con la familia. Pero la cuestión de las relaciones va más allá de cómo se comunica uno con la gente. A menudo existe un problema inherente a Mercurio retrógrado en términos de ver lo que podríamos denominar una realidad invertida. El individuo tiene dificultades para comprender la relación más básica entre causa y efecto. Se cuestiona la esencia misma de la vida, de modo que a menudo no puede ver los vínculos más sencillos entre las cosas, las circunstancias y la gente. Perdido en los pensamientos que están más allá de su comprensión, debe aprender a contentarse con las bases más simples sobre las que se fundamenta la vida. De lo contrario, se empeñará tanto en descubrir lo que está más allá del conocimiento que casi omitirá lo que es obvio.


Cuando Mercurio aparece retrógrado en el horóscopo, la mente consciente del individuo es capaz de grabar ideas en la conciencia universal desde épocas pasadas. Generalmente, no se da cuenta de ello, pero si de que no puede hacer comprender fácilmente a los demás todo lo que sabe. Eso es debido, en parte, a la inversión del símbolo de Mercurio, donde la importancia de la materia predomina sobre el espíritu y el alma. Ello hace que el individuo se preocupe de la forma de sus ideas, lo que constituye un bloqueo para la esencia de su conocimiento. Además, hablando en términos de vida mental, su longitud de onda es ligeramente diferente a la del resto de la sociedad. Los procesos de pensamiento tienden a repetirse como un disco rayado, y en consecuencia la mayoría de las cosas que crea son de distintas clases y formas, copias en papel de carbón de lo que ya ha hecho. Al hablar, le cuesta proyectar con exactitud las imágenes telepáticas que representan el significado de sus pensamientos. Por eso, a menudo se siente incomprendido y se pregunta si los demás no ven las cosas como él. Se siente más apartado de la sociedad de lo que lo hace una persona con Mercurio directo. En consecuencia, intenta desesperadamente entrar en contacto con los demás, de manera que a menudo enfatiza sus ideas hasta el punto que estás llegan a convertirse en una molestia para quienes le rodean. Incómodo en compañía, intenta afanosamente ganarse la aceptación de los demás. Pero al menor indicio de rechazo puede rendirse fácilmente. Al final, comprende que su seguridad consiste en crecer de forma más distante e impersonal que la gente con Mercurio directo. Los demás suelen interpretar esta actitud como "frialdad", pero no es más que la vibración de Mercurio retrógrado, que es obviamente desarmónico con vibraciones de movimiento directo. Bajo ese muro aparente, este individuo es mucho más sensible de lo que muchos imaginan. Una vez se ha cruzado la barrera de la comunicación, existe una gran perspicacia derivada de Mercurio retrógrado. Para facilitar las cosas, el individuo retrógrado no intentaría hacer encajar la forma de su vida en las ideas y opiniones de los que están a su alrededor. En lugar de eso, se encuentrará más a gusto mostrándose agradecido debido a su forma especial de ver las cosas. 


Resulta interesante destacar que ha habido muchos grandes genios de la música con Mercurio retrógrado. Quizá su conciencia de las dificultades del lenguaje hablado les llevó a otra forma de comunicación que tiene una mayor libertad y niveles más sutiles de expresión mental y emocional. En áreas en las que requieren concentración, este individuo puede ser un excelente estudiante, aun cuando le lleve algún tiempo entender ideas y principios. Al final, conocerá el tema más ampliamente y con mayor profundidad que los individuos con Mercurio directo. Eso ocurre porque, literalmente, él no ignora nada. En áreas de conocimiento, es incapaz de saltarse cualquier punto que le deje intrigado. A pesar de la impaciencia de los demás compañeros de su clase, volverá a insistir repetidamente en algunas cuestiones anteriores hasta que la respuesta quede clara. Es muy bueno en historia, donde el estudio del pasado de la naturaleza humana le permite conocer cómo puede actuar uno en el futuro. Amante de enseñar a los demás bajo sus diferentes puntos de vista, tiene la facultad de hacerle caer en la cuenta a uno de antiguos detalles que son necesarios en la actualidad para recoger y ensamblar las piezas de un rompecabezas que de otro modo se perderían. Para ello, parece ir siempre contracorriente, lo que le lleva a no ser comprendido por quienes están cerca de él. Esto causa nerviosismo e irritabilidad cuando demasiada concentración desencadena sentimientos de separación de aquellos a quienes quiere acercarse. Dado que se inspira en desechadas, aunque útiles, ideas del pasado, tiende a entrar en contacto con aquellos individuos que se precipitan hacia el futuro tan de prisa que se han dejado algunas piezas tras ellos. Él puede llenarles este vacío tan pronto como se detengan para escucharle. Al tratar con diferentes periodos de tiempo a la vez, el individuo con Mercurio retrógrado actúa como embudo e intérprete. Siempre existe un poderoso mensaje, pero procurará no comunicarlo a menos que se siente aceptado en ese momento. En el terreno de la sexualidad, esta posición dificulta el establecimiento de una comunicación serena con el sexo opuesto. En algunos casos puede indicar homosexualidad, especialmente si se halla en Conjunción o Cuadratura con Marte, Venus o Neptuno, o si se encuentra en la Casa octava formando cualquier aspecto con Urano.



Un Mercurio natal retrógrado puede indicar una mente que es introspectiva por naturaleza y propensa a la contempla­ción en sus diversos niveles. Se siente menos impulsado a co­municarse de forma directa, y concreta, especialmente en lo que se refiere estrictamente a sí mismo. En sus primeros años, estos individuos parecerán reservados en el discurso, aparentemente serán más lentos o reflexivos en sus respues­tas, e incluso un poco obtusos o inexpresivos según las nor­mas sociales en uso. Por otra parte, he conocido personas con un Mercurio natal retrógrado muy rápidas y fluidas en el hablar cuando se discutían temas de naturaleza impersonal o universal, es decir conceptos abstractos. Sin embargo, cuan­to más personalizaban sus pensamientos, más parcos y dubi­tativos se volvían, rara vez elaboraban o brindaban informa­ción detallada. Quizás, lo que experimentan inicialmente a nivel mental no pueden conectarlo fácilmente a continuación con los niveles externos (especialmente si Mercurio forma un aspecto difícil con Saturno, Neptuno, o Plutón, planetas len­tos). De ello se puede deducir que estas personas perciben, evalúan o reflexionan siempre más de lo que están dispuestas o son capaces de expresar externamente (al menos hasta des­pués de haber reflexionado). No revelará sus pensamientos íntimos o personales a menos que se le pregunte directamen­te. E incluso entonces, su natural reserva mental lo inclina a dar una respuesta pobre. En algunos casos, tal respuesta será concisa y sucinta. Debido a que los planetas retrógrados normalmente no enfa­tizan el desarrollo externo, a veces pueden parecer incapaces cuando deben funcionar a un nivel estrictamente mundano, especialmente en la interacción social. Una persona con un Mercurio natal retrógrado analizará y pensará diferentemen­te de otra que posee un Mercurio directo. Las soluciones del Mercurio retrógrado a los problemas mayores y menores serán más individualizadas, ya que la lógica y el razonamiento se dirigen a menudo a la observación de sutilezas y factores poco obvios que los demás generalmente pasan por alto o ig­noran. Al centrarse la fuerza mental en su interior, la mente adquiere una cualidad oculta, y así es como el funcionamien­to profundo de los procesos mentales recibe un estímulo ma­yor. La mente racional establece una conexión más estrecha con el inconsciente y sus poderosos contenidos. Desde un punto de vista estrictamente práctico, esta condición tam­bién puede señalar oscuridad mental, en la cual los pensa­mientos íntimos de la persona son incapaces de estructurarse con nitidez o ser comprendidos por los demás. Normalmente el Ego (señalado por el Sol) es menos capaz de dirigir y controlar la expresión de la mente (ya que Mercurio retrógrado se aleja simbólicamente de la dirección que toma el Sol). Este individuo tendrá menos confianza en la activa­ción de su energía mental para alcanzar los objetivos princi­pales o metas centrales (ya que el inconsciente tiene más poder que la mente racional y concreta). Absorbe informa­ción sin ser consciente de ello. Asimila más datos del medio ambiente de lo que aparenta. Pero en la superficie, parecerá que aprende las cosas más lentamente que los demás. Quizás porque sus intentos por reunir conocimiento despiertan los niveles profundos de su percepción interior, este individuo analiza cuidadosamente, y reflexiona mucho sobre la infor­mación que recibe, antes de aplicar efectivamente este cono­cimiento en el mundo exterior. Mercurio retrógrado aparece a menudo en los horóscopos de personas muy autocríticas, ya que las facetas selectivas y dis­criminadoras del planeta se vuelven hacia el interior con faci­lidad. Se acentúa el auto examen subjetivo. Para estas perso­nas es muy difícil tomar decisiones rápidas, o pensar en términos absolutos (ya que la condición retrógrada crea un flujo mental constante, están siempre modificando planes, revisando pensamientos previos, o adaptándose a los cam­bios externos que muchas veces son imprevistos). Normal­mente, deben esforzarse mucho para prestar la debida aten­ción a los detalles inmediatos. Especialmente con respecto al material escrito. Hay una extraña mezcla de mente ausente y memoria increíble para recordar las sutilezas que la mayoría de la gente descuida o no ve. Aunque sea difícil estabilizar la mente a nivel mundano (le cuesta mucho prestar atención), a menudo puede alinearse mejor con los dictados del Yo Supe­rior, sobre todo cuando Mercurio está bien aspectado. Los componentes abstractos de la mente consciente reciben ma­yor estímulo. Lo que esta mente no es capaz de recibir en tér­minos de comunicación directa, lo compensa en términos de respuesta sutil, indirecta, y no verbal. La profundidad poten­cial de comprensión existente aquí no debe ser desestimada por la tendencia del individuo a parecer torpe e incierto en la demostración externa de sus habilidades mentales. (Nostra­damus, F.A.Mesmer, Federico Chopin, Alan Leo, Israel Re­gardie, Salvador Dalí, Erich Fromm, Howard Hughes).


PROGRESADO: Cuando Mercurio se pone retrógrado por progresión, marca un período en la vida del individuo en que se alejará gradual y sutilmente de su acostumbrado estilo objetivo e intelectual de enfrentar los hechos. Podrá experimentar más vívidamen­te el poder subjetivo de su mente. Por supuesto, mucho de­penderá de la edad exacta en que Mercurio se pone retrógra­do. Cuánto antes ocurra, menos impacto tendrá sobre su conciencia despierta. Cuánto más tarde suceda, más intensa­mente podrá sintonizar el individuo con sus procesos menta­les en profundidad. Su autoabsorción crecerá en lo que res­pecta a las comunicaciones personales con los demás, ya que ahora es más sensible a las respuestas que recibe (y también porque a menudo tales respuestas no se alinean con lo que in­tenta decir. A medida que la brecha se ensancha, se ve obli­gado a volverse más reflexivo y precavido). Sólo pocos indi­viduos son capaces de captar lo que intenta expresar. Cre­cerá su capacidad para realizar profundos autoanálisis, es probable que el individuo focalice su atención en programas de autodesarrollo mental o en intereses educativos que pue­dan ayudarlo en su búsqueda de significados interiores. La edad es un factor importante en la interpretación. Por ejemplo, a los siete años, esta fase de transición retrógrada puede indicar problemas de lectura, numéricos, dificultades en el habla, o menos interés en los temas escolares que exigen una estructura precisa de pensamiento o retención detallada de datos (por ejemplo, en la matemáticas y en las ciencias). Sin embargo, este niño irá mejor en aquellos estudios que lo ayu­den a desarrollar su comprensión de las imágenes visuales o la asociación de símbolos (ya que los procesos imaginativos son realzados y estimulados). Estará indeciso sobre la conveniencia de hacer planes futuros importantes, quizás experimente una inquietud interna que lo mantendrá en un estado de inestabilidad mental durante algún tiempo (aunque en la superficie no será tan evidente). Como este período retrógrado dura unos 24 años progresa-dos, lentamente irá condicionando la mente para que se vuel­va más contemplativa y filosófica. En algunos casos, según los aspectos natales, puede indicar un período de frustración mental o dificultades en el aprendizaje. Necesitará más tiem­po para captar las cosas por completo y deberá esforzarse más para asimilar lo que estudia y las observaciones que rea­liza. Sus contenidos mentales inconscientes ocuparán el pri­mer plano y desviarán su atención de los procesos de pensa­miento mundanos. Percibirá menos los detalles exteriores de su medio ambiente inmediato, lo que lo volverá más olvida­dizo, mentalmente ausente, o directamente descuidado en sus pensamientos y modo de hablar. Por otra parte, crecerá su sensibilidad a ciertos cambios sutiles que, de no ser así, pasaría por alto. Estará muy sensible también a los ajustes internos de su propia naturaleza, casi como si su inconsciente le diese instrucciones para comprender las cosas de una ma­nera diferente a la planteada por su mente consciente. Ob­serve la Casa que ocupa Mercurio en la carta natal y también las Casas gobernadas por Géminis y especialmente por Virgo (ya que es más reflexivo) en la cúspide. Estas serán proba­blemente áreas donde necesite realizar cambios mentales, adquirir nuevas perspectivas, o reconsiderar ciertos pensa­mientos que lo ayudarán a contactar más estrechamente con su ser interno durante esta fase. Comenzará a responder a la fase retrógrada progresarla de Mercurio el año exacto en que cambia de dirección, pero reaccionará a esta mutación de conciencia unos años antes, durante la fase estacionaria del planeta. Quienes previamen­te no conectaron suficientemente con su ser interior subjeti­vo, descubrirán que este cambio de dirección les trae confu­sión y separaciones en la vida externa durante los primeros años de este período. Cuando un Mercurio natal retrógrado se pone directo por progresión, el individuo sentirá que su mente se libera de ese estado subjetivo de expresión y ahora .será capaz de ejercer su influencia sobre los asuntos externos de manera más activa y efectiva. Su período preparatorio ha terminado, y las energías mentales del individuo podrán vol­ver al mundo externo y demostrar su capacidad plena. Su po­tencial comunicativo será más libre y abierto pues ahora se relaciona desde una perspectiva profunda. Querrá aplicar su comprensión intuitiva a los asuntos cotidianos, a fin de cap­tar su verdadera naturaleza. Rara vez será superficial en sus observaciones, ahora será menos tediosamente críptico y di­fícil de interpretar. Se volverá menos autoconsciente acerca de sus procesos mentales, eliminando los bloqueos que se fueron desarrollando durante los años anteriores. Deseará intercambiar ideas con los demás con una fluidez que antes parecía casi imposible. El período estacionario de Mercurio hará sentir al individuo que vive una crisis interna, durante la cual deberá llegar a un acuerdo con su mente y desarrollar recursos comunicativos que avancen su crecimiento. Las pre­siones irán creciendo hasta que se haga imperativa una trans­formación mental liberadora. Los aspectos a Mercurio du­rante este período progresado indicarán cómo ocurrirá esa liberación.


TRANSITO: Este período dura unos 24 días, normalmente tres veces al año. Los planetas transitantes son más aptos para disparar hechos externos que para activar condiciones interiores o ac­titudes. Sin embargo, estos hechos operarán en el nivel que se experimente interiormente al planeta natal. Así, cuando un planeta se vuelve retrógrado por tránsito, parece que in­terfiere con el flujo normal de las actividades representadas por ese planeta en el mundo externo. Esto puede crear con­diciones frustrantes, demoras, fracasos, o cambio de planes de último momento según el grado de susceptibilidad del in­dividuo. Cuando Mercurio por tránsito se pone retrógrado, no es el mejor momento para tomar decisiones importantes o firmar documentos y papeles que deban sellar un compromi­so o contrato de largo alcance. Esto se debe a que el énfasis comunicativo normal de Mercurio (junto con su capacidad para percibir con claridad, analizar fríamente, y razonar con objetividad) se alejará del nivel cotidiano. Querrá expresar­se en términos menos tangibles y estructurados. Se puede es­perar todo tipo de interrupciones menores pero irritantes en lo que respecta a las diferentes formas de comunicación o transporte. Cuánto más mercurial sea la actividad, también será más vulnerable. Como Mercurio rige tantas cosas pe­queñas y aparentemente incidentales de nuestra vida diaria, los problemas pueden aflorar desde diversas áreas al mismo tiempo. Las molestias típicas serán aquellas que tengan que ver con las reparaciones de automóviles, de teléfonos, men­sajes confusos, demoras en la correspondencia, entregas postergadas, maquinarias estropeadas, citas canceladas re­pentinamente, o cambios de planes y negociaciones en el último momento. Si en este tiempo Mercurio retrógrado de tránsito hace as­pectos difíciles a cualquier planeta natal, el individuo estará especialmente sensible y alerta ante la falta de claridad o ló­gica en su proceso mental. No prestará la debida atención a los detalles, y puede confundir o enturbiar los asuntos debido a que descuida los factores menores y aparentemente sin im­portancia (en especial el trabajo o las tareas domésticas). Durante este tránsito se cometen errores con más facilidad y más repetidamente, a menudo la persona ni se da cuenta si­quiera. A veces, errores del pasado pueden llamar ahora nuestra atención y corregirlos (he visto que puede ocurrir una cosa o la otra). Durante este período, pueden aparecer incluso objetos perdidos o escondidos. Cuando Mercurio está retrógrado se aconseja no dar nada por seguro o garantiza­do. Compruebe cada cosa dos veces. Recuerde que éste es uno de los períodos más difíciles para prestar atención a los detalles del diario vivir. La Casa por donde Mercurio transite será la que reciba su in­fluencia retrógrada mayor, junto con las Casas natales regi­das por Mercurio, aunque en un grado menor. Cualquier pla­neta que haga aspecto exacto a Mercurio debe ser observado atentamente. El grado donde se vuelve retrógrado es tam­bién un punto muy sensible; los aspectos natales a este grado transitante marcan a menudo, según mi observación, todo el período retrógrado. Es un buen momento para las activida­des mentales tales como la investigación, la edición, la revi­sión de un trabajo escrito, leer pruebas, etc. 

Debido a la na­turaleza introspectiva de la retrogradación, es un período también bueno para la meditación, el autoanálisis en profun­didad, y las diversas técnicas psicológicas para comprenderse uno mismo. También es positivo para las revisiones menta­les, en las cuales el individuo gana rememorando ideas y con­ceptos previos, volviendo a analizar su valor y relevancia en el presente, y haciendo todas las correcciones y modificacio­nes necesarias. Dado que Mercurio se mueve ahora más len­tamente, la mente será más reflexiva en sus evaluaciones y reconsiderará los asuntos con más cuidado. Es un momento constructivo para la revaluación. Durante este período, las nuevas actividades deberán ser planeadas al detalle pero no llevadas a la práctica, mientras que los asuntos del pasado sin resolver podrán ser completados.

fuente :  
astrologiapsicologiaholistica  **Los dioses de la sincronicidad


miércoles, 24 de octubre de 2012


Planetas Retrógrados y la proyección del pensamiento


Uno de los aspectos más fascinantes de los planetas retrógrados tiene lugar a nivel inconsciente. El individuo proyecta las energías de sus planetas retrógrados sobre cada persona con la que se comunica, pero lo hace de un modo tan sutil que resulta prácticamente invisible a la conciencia del observador. En realidad, desliza imperceptiblemente pensamientos telepáticos en la identidad de la persona con la que está hablando. Y mientras parte de él permanece en si mismo, otra parte se sitúa en el espacio psíquico de su interlocutor. Por un momento, el otro individuo pierde su propia identidad y empieza a asumir ideas y deseos del individuo retrógrado como si fueran suyos. Mientras tanto, lo que ocurre es que la persona retrógrada está realmente hablando consigo misma. Si tiene el karma de no querer tratar con él, entonces procura realimentarse a si mismo a través de la otra persona, que se convierte así en un espejo. Por desgracia, no suele darse cuenta de ello, y cree que es la otra persona quien origina una expresión negativa. En aquellas casos en que el individuo retrógrado tiene un karma muy positivo o elevado en sus planetas retrógrados, puede transferir la conciencia que ha adquirido de otros individuos mediante este proceso de proyección del pensamiento. 

De este modo, puede convertirse en un profesor místico en niveles muy subliminales. Sin embargo, debemos contestar una pregunta: ¿Cuánto dura esta yuxtaposición antes de que cada individuo vuelva a asumir completamente su identidad original? En el caso en el que aparezca el intercambio de karma negativo, ello dependerá exclusivamente de cuánta buena voluntad del individuo no retrógrado asuma. Y en el caso de intercambio positivo, estará en función de cuánto tiempo sienta el individuo que necesita cualquier conocimiento que haya recibido. En ambos casos, la transferencia de karma suele durar hasta que el individuo alcanza su propia verdad sobre la materia, y una vez lo consigue, tanto si el intercambio era negativo o positivo, puede volver a asumir su propia identidad enriquecida por la experiencia. Es interesante destacar cómo tienen lugar en realidad estas proyecciones de pensamiento. Mediante las palabras o acciones del individuo retrógrado, la persona no retrógrada empieza a experimentar lo que cree que son sus propias emociones, sean de entusiasmo, alegría, dolor o tristeza, referentes a la naturaleza del tópico del pensamiento que se proyecta. Una vez el individuo empieza a sentir algo a nivel emocional, piensa, lógicamente, que se trata de sus propias emociones y, por lo tanto, debe actuar en consecuencia.

 De este modo, está claro que todo el proceso de proyección del pensamiento sólo funciona cuando es posible una "identificación" inconsciente entre dos personas. Desde un punto de vista individual, eso da a la persona la oportunidad de decidir, consciente o inconscientemente, cuánta ayuda exterior quiere aceptar para resolver sus problemas internos o cuántas interferencias está dispuesto a recibir para que actúen como revulsivo que le permita ver con claridad. En el fondo, debe decidir por si mismo.

••●ૐPlanetas Retrógrados y pensamientos obsesivosૐ●••

El triple proceso retrógrado hace que el individuo reviva todo lo que experimenta. Ello tiende a atrapar la mente en una constante repetición, a modo de "eco" de modelos de pensamiento. En un intento de hacerlo comprensible, la persona puede verbalizar todo lo que le molesta de los demás pero, al hacerlo, crea aún más circunstancias susceptibles de repetirse en el futuro. De este modo, la cadena se hace interminable. Así, es más fácil que el planeta retrógrado sea el instigador de pensamientos o acciones posesivas que el hecho de que dicha conducta provenga de un planeta directo. Este efecto del proceso de pensamiento del planeta retrógrado es particularmente evidente en la constante repetición de fobias neuróticas, de los que ellos mismos se hacen eco años después de que el objeto atemorizador ya no esté presente en la vida de la persona. 

Lo interesante de los planetas retrógrados es que en cualquier papel que jueguen, estimulando y haciendo perdurar fobias, también representan el modo más fácil de curación. Todo lo que el individuo necesita saber es que cualquier cosa que piense en relación a sus temores no es más que la repetición del eco de pensamiento anterior, y que es completamente libre para no reaccionar ante tal eco. Cuando se da cuenta de ello, es posible una conducta completamente nueva. Pero cada vez que el individuo se permite a si mismo reaccionar ante el eco de un miedo lejano, crea una nueva experiencia que sólo origina futuros ecos mediante el proceso de repetición del planeta retrógrado. Evidentemente, esto dificulta la superación del miedo. De esta forma, muchos hábitos tienen sus raíces en los procesos retrógrados. El individuo sigue respondiendo a los ecos de antiguos pensamientos, pero cree que siempre está respondiendo al pensamiento original. Y cada vez que lo hace, convierte el eco en la experiencia original, porque cree que es así. Esto sólo le hace susceptible de responder a los ecos futuros de un mismo pensamiento. Al vencerse ideas, sentimientos u opiniones negativas, que tienen lugar como resultado de los procesos retrógrados de repetición, todo lo que los individuos tienen que hacer es negarse a convertir su realidad en ecos. Con el tiempo, éstos desaparecerán, y en su lugar descubrirá que puede controlar verdaderamente su propia persona.


••●ૐPlanetas Retrógrados que aparecen en los Signosૐ●••

Un planeta Retrógrado que aparece en un Signo adquiere todo el colorido de éste y dirige sus energías retrocediendo en el tiempo. El individuo revive en esta vida exactamente el mismo tipo de experiencia que ya han ocurrido en pasadas encarnaciones en relación con el planeta en cuestión. Pero, por alguna razón, quizá profundos sentimientos de que la lección kármica no había terminado, o que no descubría la satisfacción personal de su parte más íntima, el individuo sigue llevando adelante esas mismas situaciones en la vida. La verdad es que está intentando llevar su vida de regreso a una zona aún no resuelta. Y ya que la calidad de la vida, así como el lugar de cada una de ella, se basa en la percepción del mundo que le rodea, este individuo no está viviendo, de hecho, en la zona del tiempo presente con respecto a sus planetas Retrógrados. Por esta razón muchos astrólogos siempre han dicho que los planetas Retrógrados no rinden en su mayor potencial. No es tanto que no funcionen bien como el hecho de que el individuo no les aplique demasiado en la vida cotidiana. En lugar de ello, intenta hacer encajar el mundo de hoy en sus conceptos del pasado. Obviamente, es este tipo de vida la que origina gran parte de la desarmonía que a menudo se atribuye a los planetas Retrógrados

El triple proceso Retrógrado, que no sólo opera en esta vida sino que también tiene tendencia a romper barreras temporales en otras vidas, actúa de un modo ligeramente distinto en cada Signo. Por ejemplo, el individuo que tiene Mercurio Retrógrado en Aries que experimenta la primera fase (saltando en el tiempo fuera de sí mismo), se presentaría a sí mismo positivamente, lo que es completamente armónico con la cualidad marciana. Durante la tercera fase (en la que retrocede en sus procesos de pensamiento), estaría en completo desamornía con la vibración de Aries. Quizá ésa sea la razón por la que personas con Mercurio Retrógrado en Aries experimentan tanta tensión en sus vidas y raramente sientan unidos a sus pensamientos a la habilidad de exteriorizarlos. De este modo, con cada planeta Retrógrado, el individuo está más acorde consigo mismo durante una u otra fase del tríple proceso Retrógrado, dependiendo en gran manera de la naturaleza del Signo en que se encuentre aquél. Hasta ahora, la astrología ha tratado más sobre los efectos de los planetas Retrógrados que con su proceso actual, pero es gracias a la comprensión de estos procesos que el individuo puede conocer por fin lo que está en armonía y lo que no y por qué. El pistoletazo de salida actual del proceso empieza en el momento en que el individuo experiementa su primero pensamiento dirigido hacía la manifestación.

 La duración de cada fase depende muchísimo del Signo en el cual está situado el planeta. El hombre siempre intenta prolongar sus sensaciones de placer y acortar las de dolor. Así, es de esperar que cualquier fase del proceso Retrógrado que esté más en armonía con el Signo en el se halla el planeta Retrógrado se extienda más en el tiempo, y de este modo, aparentemente, ser visto como lo más característico del individuo. Al mismo tiempo, cualquier fase que esté menos armonizada con las características del Signo no sólo se manifiesta menos en el tiempo, sino que también refleja muchas de las quejas del individuo sobre su vida.

••●ૐPlanetas Retrógrados que aparecen en las Casasૐ●••

Cuando un planeta Retrógrado aparece en una Casa, enfoca el tríple proceso hacía el área de experiencias que la Casa representa. El individuo intentará expresar y expandir en el tiempo aquella fase del proceso Retrógrado que esté en armonía con las cualidades de la propia Casa y también acordar en el tiempo aquella fase que esté en desarmonía con las áreas de experiencia de dicha Casa. Consideremos un individuo con Venus Retrógrado en la Casa 10. El planeta está más en armonía con la Casa de la experiencia durante la tercera fase (en la que retrocede en sus procesos de pensamiento), donde es posible repetir mentalmente lo que ya ha sido experimentado. Eso se debe a que la Casa 10 simboliza un proyecto cristalizado, no tanto el trabajo hacía él como un cumplimiento de éste. Así, cuando el individuo es capaz de absorber magnéticamente el aprecio de sus semejantes por el trabajo bien hecho, está más en armonía con su Casa 10 con Venus Retrógrado. Y, en consecuencia, ello se verá como el significado más característico de esta posición planetaria para él cuando procure expandir esta fase de absorción en el tiempo. La expresión negativa de Venus Retrógrado en Casa 10 se encontrará cuando vaya hacía la primera fase Retrógrada, el salto hacía adelante en el tiempo, tan típico de Venus y también totalmente desarmónico con el restrictivo Saturno que rige la Casa 10, donde puede encontrárselo quejándose del gran esfuerzo que le espera. En consecuencia, durante la primera fase (saltando en el tiempo fuera de sí mismo), donde manifiesta a su Venus positivamente hacía un futuro constructivo, todo lo que puede ver ante él son los muros, aparentemente insuperables, de las experiencias saturninas. Quizá por eso desee tanto el aprecio por el tiempo que en realidad está completando hacía la tercera fase. En esta particular posición planetaria, el individuo tiene sentimientos positivos durante la segunda fase (el proceso de vivir el futuro, teniendo la sensación de ya haber estado allí anteriormente), en la que avanza por terreno seguro hacía un objetivo específico.

A nivel consciente, el individuo puede tener dificultades en dirigir externamente los impulsos del planeta en cuestión. Parece que responden de manera pasiva a las actividades ex­ternas. Tienden a aplicarse de manera más sutil e indirecta. Aunque muy receptivos a las corrientes interiores, son reti­centes a demostrar libremente su capacidad en la vida diaria. Creo que los planetas retrógrados no pierden fuerza de ex­presión. Simplemente sugieren una focalización mayor en el desarrollo interno que los planetas directos. Sin embargo, el individuo necesitará establecer una comprensión más clara y definida de lo que significa ese planeta a nivel más profundo antes de poder utilizar los principios indicados de manera productiva. Debido a ello, los asuntos representados por el planeta en cuestión (según su signo natal y posición por Casa) sufren retrasos en el cumplimiento o en la fructifica­ción hasta que el individuo haya profundizado su percepción. Tiende a operar psicológicamente más lentamente para ase­gurar una captación más completa y total... y así enseña a ajustarse o adaptarse a las condiciones limitadoras que con­curren a veces. Las autoras Virginia Ewbank y Joanne Wickenburg han for­mulado un concepto único con respecto a los planetas retró­grados. En su extraordinario libro, The Spiral of Life (publicado por ellas mismas, Seattle, Washington, 1974), es­tablecen que los planetas que van de Mercurio a Saturno (las luminarias nunca son retrógradas), operan en su fase retrógrada como si funcionasen a través del último signo regido por el planeta (ya que todos ellos poseen una regencia doble según la astrología tradicional).' Es decir, Mercurio retró­grado describe más los procesos de Virgo que los de Gémi­nis. Virgo es capaz de estudiar y analizar cuidadosamente lo que Géminis reúne. Marte retrógrado actúa de una manera que se adecua más a Escorpio que a Aries. Venus retrógrado sintoniza mejor con el signo abstracto de Libra que con el te­rráqueo Tauro. Júpiter retrógrado enlaza mejor con los prin­cipios de Piscis que con los de Sagitario, mientras que Satur­no se expresa más como Acuario que como Capricornio. Re­comiendo leer este libro lleno de percepciones astrológicas útiles, ya que se ocupa de muchas dimensiones de la delinea­ción astro-psicológica de forma sensible y claramente defini­da. Las autoras son muy consistentes en la presentación de los principios astrológicos, lo que es una rareza de encontrar en la bibliografía existente.


Si el individuo posee cuatro o más planetas retrógrados (es­pecialmente los personales, de Mercurio a Saturno, y no sólo los de la Octava Superior), comenzará su vida internalizando muchos de sus impulsos. Estará más atento a su mundo sub­jetivo. John McCormick en su libro The Book of Retrogrades (publicado por él mismo, USA, 1973), se refiere a cuatro pla­netas retrógrados como un «cuarteto» y establece que esta condición natal refleja «una tendencia de parte del nativo a retirarse y buscar expresarse en privado».' Cuantos más pla­netas retrógrados haya en la carta, más distinta se verá la vida. Los planetas retrógrados pueden indicar cualidades únicas y totalmente personales, ya que están motivadas por los recursos internos. Varios planetas en esta fase pueden se­ñalar una gran originalidad en el acercamiento a la vida, de­bido a que el individuo es menos moldeado por las estructu­ras sociales externas. En vez de ello, se desarrollará según sus propios impulsos interiores, que no siempre serán acep­tados o comprendidos por los demás. La mayor parte de la auténtica naturaleza de esta persona se mantendrá apartada de la exposición directa hasta que haya aprendido a conocer la esencia de sus necesidades a través de una focalización cui­dadosa y subjetiva. Debido a la naturaleza introspectiva de los planetas retrógrados, su expresión plena suele retenerse en los primeros años de vida hasta que hayan sido explorados y se haya reflexionado sobre su esencia. Cuando hay muchos planetas retrógrados en el horóscopo, nos encontramos con el tipo de personalidad «tardía», que exhibe talentos y habilidades inesperadas en sus años madu­ros (lo mismo ocurre con cualquier planeta retrógrado). Sin embargo, si muchos de estos planetas se encuentran implica­dos en configuraciones difíciles (especialmente Cuadraturas, o Quincuncios, que tienden al rodeo en la expresión), el indivi­duo evitará participar directamente en los asuntos del mun­do, y rehuirá los desafíos que exijan una respuesta activa, prefiriendo retraerse. Funciona en una amplitud de onda dis­tinta a la de los elementos de su medio ambiente personal y por ello se sentirá torpe o fuera de lugar en las situaciones so­ciales. Su dificultad en relacionarse con el flujo de la vida lo hará sentirse inadecuado al comienzo de la misma, hasta que aprenda a ajustarse a los comportamientos ordinarios. Esto ocurrirá especialmente cuando los planetas retrógrados hacen aspectos difíciles al regente del ASC, o al ASC mismo, o a uno de estos planetas cuando es regente del ASC. Si las configuraciones difíciles no se resuelven, el individuo estará desapegado o desconectado de su medio ambiente, sintién­dose muy solo y aislado. Por otra parte, muchos planetas retrógrados bien manejados indicarán una persona que transfiere sus impulsos y necesi­dades a un nivel sublimal, brindándole más capacidad para desarrollarse espiritualmente, o una conciencia del sí mayor en los planos internos. Será capaz de sintonizar mejor con el poder y la sabiduría de su inconsciente.

 Podrá trascender con mayor efectividad las limitaciones aparentes de su personali­dad. Los planetas retrógrados buscan respuesta a las situa­ciones dentro de sí, mientras que los planetas directos prefie­ren descubrirlas a través de la actividad en el mundo manifiesto. Estos planetas serán mejor aprovechados cuan­do se los utiliza para propósitos elevados y para intentar comprender más a fondo las necesidades del Yo Superior. No estoy totalmente de acuerdo con esas escuelas de astrolo­gía que proclaman que los planetas retrógrados representan exclusivamente cualidades negativas que hemos traído de vidas anteriores debido a errores de conducta. Quizá sea cierto a veces, pero no creo que sea el principio general de la retrogradación. Los planetas directos también pueden des­cribir rasgos indeseables de la personalidad, y quizás en mayor grado debido a que se expresan más abiertamente. Sin embargo, a veces los planetas retrógrados parecen ope­rar de forma más compulsiva, siguiendo su curso de acción a pesar de la presión del medio ambiente externo. Pero, no tiene por qué considerarse como una actividad negativa.

fuente:  astrologiapsicologiaholistica**Los dioses de la sincronicidad



lunes, 22 de octubre de 2012


Planetas Retrógrados y el Factor Tiempo



A causa del triple proceso retrógrado, el individuo experimenta su vida en diferentes secuencias de tiempo, contrariamente a aquellas personas con planetas directos. De hecho, las etapas de su vida que están influenciadas por los planetas retrógrados son completamente diferentes de las que siente a través de sus planetas directos. Cuando la secuencia de acontecimientos transcurre en su mente en sentido contrario o en dirección distinta de acontecimientos de su propia vida, en realidad está rompiendo la barrera del tiempo. Dependiendo de la fase en la que se encuentre, está viviendo al menos parte de su vida en un tipo diferente de deformación temporal. Aquí, en esta asombrosa trascendencia del tiempo a través de los planetas retrógrados se halla la llave principal del karma.

٠•●ૐPlanetas Retrógrados y Karma

Los planetas retrógrados no sólo llevan al individuo de regreso al ayer, al mes anterior y al año pasado, sino que también inducen hacia antiguas vidas cuyos recuerdos lleva fuertemente en su actual encarnación. Estos recuerdos representan acontecimientos específicos o individuales que fueron lo bastante significativos en otra vida como para estar ahora tan arraigados en la persona. En cualquier lugar del Horóscopo en que aparezca un planeta retrógrado, el individuo no sigue adelante en la secuencia del tiempo paralelamente al resto de su mapa. En lugar de eso, sigue tratando de resolver anteriores circunstancias que todavía parecen estar inacabadas. En estas áreas especificas de su vida no parece haber una demarcación entre una vida y la otra. Estos recuerdos son también tan vividos que ni siquiera los identifica como recuerdos, sino que, es más, cree que son el presente. Sin embargo, vive en una fase estancada de otra zona del tiempo cuyo irresistible magnetismo parece aún más importante que su vida cotidiana.


٠•●ૐPlanetas Retrógrados e individualidadૐ●•٠

Es interesante ver cómo los Signos y las Casas en que aparecen planetas retrógrados llevan al individuo a seleccionar qué fase del proceso retrógrado es más cómoda para vivir. Como resultado, diferentes individuos que tengan los mismos planetas retrógrados, pero situados en Signos y Casas diferentes, desarrollarán espontáneamente diferentes fases del proceso retrógrado. Por lo tanto, los individuos con los mismos planetas retrógrados pueden actuar de forma diferente.

٠•●ૐPlanetas Retrógrados y dimensiones múltiplesૐ●•٠

Para comprender en su totalidad la naturaleza de los planetas retrógrados, es importante comprobar que éstos operan a través de múltiples dimensiones al mismo tiempo. Primero, el individuo experimenta el triple proceso, que tiene una fuerte tendencia a expulsarle de la sincronización con el momento presente. Pero al mismo tiempo que pasa por una de las fases de este proceso, también intenta corregir el karma de otra vida. De este modo, tanto está detrás como delante de si mismo en esta vida mientras todavía pueda haber una parte de si mismo que aún no esté en esta vida. Además de esta falta de sincronización con el tiempo cronológico, que en si mismo seria suficiente para trastornar a muchos individuos, también experimenta discretamente, en otro plano, una orientación muy particular en el espacio.



٠•●ૐPlanetas Retrógrados y el Factor Espacioૐ●•٠

Una persona en la primera fase (saltando hacia afuera de si mismo para intentar hacer que el futuro ocurre ahora) trata de presentarse a si mismo desde un punto magnético tan positivo que actualmente se mueve en el espacio mucho más cerca de las cosas y de la gente, que el individuo sin planetas retrógrados. Es precisamente durante esta fase que interfiere en las auras de los demás, interrumpe el final de las frases de la gente y literalmente ruega, toma prestado o roba toda sustancia en la forma que crea necesaria para su experiencia. Todo el mundo tiene un espacio psíquico personal a su alrededor, y que es privado hasta el punto que una irritación en potencia se pone de manifiesto cada vez que dicho espacio es violado por los demás. El individuo retrógrado está expandiendo su propio espacio psíquico. Es durante este periodo que se muestra ofensivo con aquellos que le rodean. En la segunda fase, donde vive activamente toda la información y espacio que ya ha cartografiado para si, se preocupa menos por llevarse bien con los demás. Pero en el momento en que entra en la tercera fase, donde mira atrás con expectación hacia un futuro que ya ha pasado, se vuelve extraordinariamente introvertido. Al encerrarse en si mismo, utiliza cada vez menos espacio a lo largo de este periodo, y no puede entender por qué los demás emplean tanto. De hecho, durante este tiempo el individuo se aparta de los demás, y aquí tenemos lo que se ha calificado durante tantos años como la característica más notable del comportamiento del planeta retrógrado. Sin embargo, mientras regresa a su pasado, también absorbe las radiaciones de todo cuanto le rodea. Y, aunque proteste contra esa absorción, la necesita para alumbrar el momento en que entrará en una nueva experiencia de primera fase en la que empezará a irradiar energía otra vez y a expandirse en el tiempo y espacio.


Dado que las diferentes concepciones del tiempo de los planetas retrógrados también llevan al individuo a experimentar percepciones variables con el tiempo, la experiencia última de la vida siempre es especialmente distinta de lo que podríamos llamar la norma. De acuerdo con las leyes de la relatividad, en el universo nada existe por si solo, sino que de algún modo opera siguiendo las leyes de todo aquello con lo que está conectado. Así, las ruedas de un coche se mueven proporcionalmente a la presión ejercida sobre el acelerador. Al mismo tiempo, la tierra parece moverse en relación a las ruedas, y así sucesivamente en todo el universo. Así como los individuos con planetas directos tienen su percepción del espacio y del tiempo, y a través de ella viven su vida, el individuo retrógrado (los que tienen tres o más planetas retrógrados) tiene sus relaciones espaciales y temporales. Pero su percepción de estos planos de existencia es diferente a la del individuo sin planetas retrógrados. De hecho, su orientación en el tiempo y el espacio a través de los planetas retrógrados también es diferente a la orientación espacio-temporal que siente en otras partes de si mismo mediante sus planetas directos. Una parte de él es relativa al universo en un sentido, mientras que otras partes son relativas al universo de otras muchas maneras. Es importante destacar que el universo actúa sobre él en gran medida, de acuerdo con los modos en que él lo percibe relativamente. 

El planeta retrógrado, con las poderosas lecciones kármicas que conlleva a lo largo de esta vida, tiende a enfatizar el lado material o formal de la vida conduciendo al hombre hacia los rincones más primitivos de si mismo, donde su lucha por la supervivencia entre las condiciones y la gente que le rodean predominan sobre la satisfacción de su alma. Eso se hace más intenso en el caso de los planetas retrógrados personales (Mercurio, Venus y Marte) mediante los cuales el hombre se relaciona con las partes más intimas, personales y privadas de si mismo con las que ha estado luchando desde el principio de los tiempos. Y mientras es absolutamente cierto que cuando el hombre se mueve de una fase del proceso retrógrado a otro, tiende a cambiar ligeramente su énfasis entre materia-espíritu-alma, debería acordarse de que el alma y el espíritu están por encima de las leyes del karma. Así pues, siempre queda un residuo de sustancia y materia (particularmente etérica) en todas las fases retrógradas. Estas huellas de materia etérica o astral, que casi siempre acompañan la expresión de los planetas retrógrados, contienen la información para la satisfacción kármica. Y, dado que la materia está implicada en ello, uno siempre siente los planetas retrógrados de otro individuo como ligeramente o, en ocasiones, inusualmente más pesados que los planetas directos. Es por ello que los individuos que se muestran a si mismo a través de sus planetas retrógrados tienen una tremenda habilidad para causar una fuerte impresión sobre sus oyentes. 

La persona a la que están hablando puede optar por ignorar la materia etérica o astral que las acompañaba, y que mantendrá grabado el mensaje en la memoria del individuo hasta que esté lo bastante preparado como para aceptarlo o descartarlo, basado en futura información que vaya acumulando sobre ello. Por esta razón, las formas de pensamiento que un individuo retrógrado son muy intensas, y especialmente durante la primera fase, en la que son aumentados y expulsados con algo de fuerza, se vuelven particularmente difíciles de llevar, ¡a pesar de que la tendencia natural debida al modo en que se expresan es hacer precisamente eso!

Los planetas retrógrados son unos de los principales causantes de los problemas sexuales en el mundo actual. La riqueza y satisfacción sexuales se basan casi por completo en la conciencia de dos individuos que se encuentran y armonizan en todos los niveles del espacio y del tiempo. El individuo que tiene un planeta retrógrado influyendo en su sexualidad no puede experimentarla en total armonía. Dado que siempre se encuentra en una u otra fase retrógrada, sus percepciones espacio-temporales le impiden experimentar el aquí y el ahora. Los hombres con Venus retrógrado tienden, en lo más profundo de su ser, a sentirse mejor evitando al sexo opuesto. 


Al mismo tiempo, las mujeres con Marte retrógrado experimentan dificultades similares al relacionarse con los hombres. Cuando Mercurio o Urano aparecen como planetas retrógrados, una sobreactividad del triple proceso retrógrado en el plano mental trastorna la sexualidad. En estos casos, el individuo se encuentra demasiado activo mentalmente como para sentir una riqueza sexual equilibrada en su contexto físico y emocional. Cuando Plutón es retrógrado, la actividad sexual se basa en recuerdos de anteriores vidas sexuales enterradas en el más profundo del inconsciente. Así, mientras un individuo vive el presente, su naturaleza sexual puede reflejar las preferencias y moralidad a las que estaba acostumbrado en un periodo anterior, y generalmente menos evolucionado, de la historia. Es importante señalar aquí que la heterosexualidad normal arranca de un estado magnético, sumamente polarizado, de energías opuestas que tienden a la neutralidad en su culminación. La homosexualidad, o el experimentar dificultades con el sexo opuesto, es el resultado de energías de neutralidad semejante que atentan contra la sexualidad estableciendo una serie polarizada de energías magnéticas opuestas. Ya que éstas se atraen, es obvio que el ser homosexual debe crear más de una necesidad para expresar su sexualidad, mientras que en los heterosexuales ello puede acarrear una mayor satisfacción gracias a la neutralización de energías. Ahora, no hay duda de que un individuo puede tener planetas retrógrados y no ser homosexual. Pero el individuo que experimenta una influencia retrógrada en su sexualidad tiene que pasar por las tres fases retrógradas. En la primera fase, sobrereacciona ante la expectativa de verse involucrado en una relación sexual, sobre todo precoz y desproporcionadamente, de acuerdo con la realidad futura. Luego, es atrapado en la vibración cruzada de la segunda fase, donde el acto se transforma en algo así como un fraude, puesto que ya lo ha experimentado en la conciencia (y en algunos casos incluso puede ser impotente porque ha consumido demasiado energía esperando). Finalmente, se asusta a si mismo durante la tercera fase, en lo que se da cuenta de que ha sobrepasado sus propios limites; y entonces, tímidamente, vuelve sobre sus pasos hacia si mismo. Literalmente, ha pasado de una extroversión durante la primera fase a una total introversión durante la tercera fase. En muchos casos, el fracaso sexual, sea homosexual o heterosexual, se debe a este tipo de influencia retrógrada. Si el triple proceso retrógrado, que causa deformaciones de espacio y tiempo, no bastara para confundir al individuo con muchos planetas retrógrados, existe aún otro factor bastante común: el replegamiento de las energías que, por naturaleza, se proyectan hacia el exterior.

 Cuantos más planetas retrógrados tiene un individuo, más crece su introspección, y más desarrolla en su interior otra vida diferente que, a menudo, puede oponerse a la que tiene que exteriorizar en bien de la sociedad, cuya aceptación necesita. Todo lo que comprende sobre si mismo y sobre el mundo está frecuentemente más allá del conocimiento de los demás. Cuando las energías que normalmente se proyectan hacia el exterior se vuelven hacia dentro, el individuo empieza a personalizar el universo fuera de si mismo. De algún modo le cuesta distinguir realmente dónde termina él y dónde empieza el universo exterior. En consecuencia, a menudo se hace daño a si mismo al tomar para sus adentros más de lo que debe. Al comprobar sus sentimientos hacia el entorno, va construyendo un muro a su alrededor. Entonces, una vez recluido tras ese muro, corta en seco con sus problemas, pero no puede comunicar necesariamente lo que sabe a quienes viven en el mundo exterior del que ha decidido apartarse. Su contacto más fuerte con la sociedad se produce durante la primera fase, en la que se proyecta a si mismo en un intento de alcanzar, más adelante y más allá, su experiencia de la vida cotidiana.

fuente:  astrologiapsicologiaholistica **Los dioses de la sincronicidad


domingo, 14 de octubre de 2012


Los planetas Retrógrados Natales, Progresados y en Tránsito: Las Dimensiones Múltiples.

La retrogradación es un fenómeno geocéntrico. En ocasiones, un planeta parece desplazarse hacia atrás en el el cielo como lo ve un observador en la Tierra. La situación es similar al caso de dos trenes que se desplazan uno junto al otro a diferentes velocidades. Si uno viaja en el tren que se desplaza más rápidamente y observa al que lo hace más lentamente, este último parece ir reduciendo su marcha, luego detenerse por un segundo, y finalmente desplazarse hacia atrás cuando el tren que marcha más rápidamente lo pasa. Puesto que la relación de la Tierra con los demás planetas no es de lineas paralelas sino de órbitas casi circulares, la ilusión de la retrogradación es sólo un fenómeno temporario y pronto se restablece la verdadera perspectiva. Las interpretaciones tradicionales de retrogradación son más condicionadas por la reacción del estudiante ante la palabra "Retrógrado" y "hacia atrás" que por los datos y hechos astronómicos. Ignorándose muchas cuestiones que podrán ser utilísimas en la interpretación del significado psicológico de la retrogradación.


La retrogradación ocurre cuando el planeta Tierra están en el mismo lado del sistema solar y a punto de formar, o formaron, una linea recta con el Sol. Así, todos los planetas están en su máxima proximidad a la Tierra cuando están Retrógrados y aparecerán en su máximo brillo; sus discos, cuando se los observa con telescopio, serán más grandes que en toda otra época de sus ciclos. Este aumento de luz y tamaño se advierte más claramente en los casos de Mercurio y Venus. Lo que en realidad ocurre geocéntricamente cuando un planeta marcha Retrógrado es tanto un movimiento hacia atrás y cuando una curva aparente en el espacio que el planeta describe cuando se desplaza más cerca de la Tierra. El planeta parece salir de su senda orbital regular como si fuera atraído hacia la Tierra, formando una curva dirigida hacia ésta. Cuando un planeta es Retrógrado, su función no está más activa según su propia naturaleza esencial. En algunos casos, esto puede indicar un "desandar los propios pasos"; sin embargo, esto no es un cuadro fiel de lo que ocurre. Como el planeta describe una curva hacia la Tierra, simbólicamente uno puede echar una mirada más cercana a su energía vital y su función, y así tal vez aprenda cómo ganar una nueva perspectiva o evaluar una situación de manera nueva.


 Puede significar corregir alguna injusticia que uno cometió, aceptando las consecuencias de algo hecho adrede en el pasado, o preparándose deliberadamente para alguna nueva linea de acción. Cualquier sea la circunstancia real, un planeta Retrógrado es un planeta listo para responder a una necesidad personal resultante de actividades pasadas, y debe estar en juego con un nuevo ciclo de autoexpresión. Nadie puede decir si una persona hará uso constructivo de la fase Retrógrada del ciclo de un planeta o no. La posibilidad está allí; la necesidad podrá encontrarse y satisfacerse en esa época, y tal vez así sea. Sin embargo, esa necesidad puede también ahondarse si una persona no logra enfrentarla con objetividad. En este último caso, la conciencia será cada vez más en presa del miedo y la frustración, de sentimientos de fracaso y resentimiento.

No hay nada en el universo que no tenga cualidades magnéticas. Es sabido que el propio pensamiento atrae pensamientos similares. Cada individuo tiene sus propias energías magnéticas basadas completamente en cómo utiliza la disposición planetaria de su Horóscopo. Todas las configuraciones atraen ciertas cosas, y al mismo tiempo repelen otras. De este modo, todo el mundo está en condición positiva y negativa al mismo tiempo. En el Horóscopo individual, algunos planetas desde su propia situación envían constantemente sus energías al mundo por radiación. Otros se encuentran como puntos de absorción por los cuales el individuo es capaz de asimilar y comprender el universo que necesita. Verdaderamente, el modo en que el individuo utiliza sus planetas es lo que determina sus cualidades magnéticas en cualquier momento dado por encima o por debajo de la cualidad magnética propia del planeta. De este modo, incluso los planetas que absorben pueden irradiar, dependiendo de cómo esté polarizado el propio individuo en cada momento. Cuando una persona experimenta una gran cantidad de energía, mayor de la que necesita en ese momento, la mayoría de sus planetas actúan como irradiadores y se convierte en un individuo que da a los demás. En el caso contrario, cuando una persona tiene en un momento dado menos energía de la que necesita habitualmente, sus planetas se vuelven absorbentes, tomando de los demás la energía que le falta.


De hecho, de vez en cuando el hombre tiene la facultad de controlar su propio campo magnético. Cuando un individuo es capaz de utilizar todos sus planetas como irradiadores y absorbentes, cambiando sus polaridades según lo necesite, ya no le hace falta leer el Horóscopo. Pero raramente existe un astrólogo que sea así. Generalmente, el individuo tanto es absorbente como irradiador, en mayor o menor proporción, según cómo combina y mezcla todas las energías planetarias de su mapa natal. No hay duda de que los planetas retrógrados crean un campo de fuerza bastante diferente para el individuo en relación con los planetas directos. Ha sido esa falta de comprensión general de este campo de fuerza lo que ha llevado a tantos individuos a experimentar muchas dificultades en esta área. La tendencia general del individuo es intentar utilizar sus planetas retrógrados exactamente de la misma forma en que usa los planetas directos. Y cuando eso no funciona, empieza dividiéndose a si mismo en varios estados aislados que pueden convertirlo en un auténtico desdichado. Con los planetas directos al individuo le resulta muy fácil cambiar el énfasis de la energía planetaria hacia si mismo en un momento dado, cuando la trayectoria de su energía negativamente, ya que está tratando de usar toda su energía para la propulsión del movimiento de avance.


٠••●♥ૐAsí, durante la primera fase -saltando fuera de si mismo, tratando de vivir el futuro ahora- irradia de modo que puede magnetizarse a si mismo hacia toda la gente y condiciones que le deparen experiencias futuras.
٠••●♥ૐDurante la segunda fase -en el proceso de vivir el futuro, teniendo la sensación de ya haber estado allí anteriormente- (cuando en realidad está viviendo la experiencia) no es consciente a menudo de la primera fase que, de hecho, la ha originado. Pero experimenta más sentimientos de "dejarlo correr" que los planetas individuales directos. En otras palabras, tiene la impresión de que ha experimentado esto antes, pero no sabe exactamente cómo, cuándo o por qué. Es esa ambivalencia la que crea una vibración cruzada allí donde opera negativa y positivamente al mismo tiempo. Parte de él está irradiando positivamente su deseo de completar la experiencia, mientras que la otra parte está buscando negativamente absorber y comprender por qué esta experiencia le parece repetitiva. Naturalmente, es durante esta fase que los demás comprenden menos al individuo.


٠••●♥ૐFinalmente, en la tercera fase -repitiendo la 1ª fase, de modo que, en realidad, repite mentalmente la mirada hacia el futuro que ya ha vivido- se vuelve en una sincronización fuera del tiempo con el resto del mundo cuando intenta reabsorber a los individuos y las circunstancias que le devolverán a su pasado. Durante esta fase, es más comprensible, pero también drena más energía que las demás porque está irradiando prácticamente ninguna energía al exterior. Resulta interesante advertir que las fases primera y segunda -el intento de vivir el futuro y la vibración mutua de pasado-futuro- son tan intimas del individuo que la astrología difícilmente las advierte como características del planeta retrógrado (el pasado persistente o característicamente repetitivo) siempre a sido la más notable. Esto quizás ocurre porque esta fase final es en la que el individuo no sólo pierde más tiempo, sino que también reacciona de un modo evidentemente diferente frente a la sociedad en general.

FUENTE:astrologiapsicologiaholistica** Los dioses de la sincronicidad