sábado, 16 de junio de 2012

LEONOR DE AQUITANIA





La tumba de Leonor de Aquitania se encuentra en la Abadía de Fontevraud, en la región de Angers.





carta natal y transitos del diade su muerte



http://www.geocities.com/naciones_unidas_reyesfrancia/carlomagno_capetos.html


http://www.geomundos.com/sociedad/SibyllaOrsini/leonor-de-aquitania_doc_15032.html


ALGUNOS ASPECTOS DE SU CARTA NATAL

 

Musa de trovadores, señora de caballeros, reina inconformista. Leonor de Aquitania es, en mi opinión, uno de los personajes femeninos más interesante de todas las épocas.
Su lucha contra la imposición masculina y la capacidad de auto confirmación e independencia la muestran aun, hoy en día, como un sólido referente de los derechos femeninos ante la sociedad machista.

En el siglo XII ser mujer podía resultar complicado, la sociedad estaba marcada por unas reglas dirigidas y creadas para hombres en donde la Iglesia afianzaba la inferioridad femenina. Los escritos de la época dedicados a la mujer son, en su mayoría, escritos por monjes cuya visión del “sexo débil” estaba influenciada por el temor a lo diabólico que, según las escrituras, desprendían estos seres sensuales.

Consideró la cultura como una base importante a la reivindicación de derechos, el saber como arma a la independencia, una impulsora cultural que trata de conservar y transmitir la belleza del amor en todas sus facetas.

A partir de Leonor, todas esas leyendas y sagas que se transmitían y modifican de generación a generación, con el peligro de que en algún momento desaparecieran, comenzaron a escribirse, a plasmarse en papel, en música, en pintura. Muchos son los que coinciden en que Leonor fue una de las primeras trovadoras de la historia aunque ninguna de sus piezas ha sobrevivido hasta nuestros días.

Leonor dio al mundo, en el siglo XII, un enfoque nuevo y culto para disfrutar la belleza del entorno y dar ejemplo a las mujeres que no se sentían capaces de realizar empresas que solamente al hombre le eran permitidas en ese entonces, Gracias, Leonor.

NACIMIENTO Y JUVENTUD.

Leonor nació en el castillo de Velin el 19 de Diciembre 1122, hija primogénita del duque Guillermo X, al fallecer el único varón, fue educada y preparada para heredar las tierras de Aquitania, las cuales fueron suyas al morir su padre. De su abuelo, Guillermo IX, el duque trovador, heredó el amor a la cultura, al arte. Por eso en palacio estuvo rodeada de pintores, trovadores,….

Fue el hermano de su padre, Raimundo de Toulouse, quién tomó la tutela de su sobrina con la que mantuvo relaciones muy buenas. Sobrina y tío se entendían estupendamente, tenían aficiones similares que desarrollaban en común (música, poesía trovadoresca, vinos…), aficiones que para muchos no eran las adecuadas para una dama de su época. Leonor aprendió a leer, escribir, hablaba latín, inglés, francés….

La ventaja de Leonor era la herencia que había recibido y por consiguiente la independencia que èsta le otorgaba. Leonor se convirtió en un partido apetecible para las casas reales europeas, muchos intentaron casarse con ella, además, según cronistas de la época, desprendía una belleza incomparable.

SU PRIMER MATRIMONIO. LUIS VII REY DE FRANCIA (1137 – 1152)

Antes de morir, su padre había acordado casarla con el futuro rey de Francia, el Capeto Luís VII. Con quince años Leonor se casa con Luís y comienzan una vida en común en la corte de Francia. Una vida que, según muchos historiadores, era muy distinta a la que estaba acostumbrada, pero a la que puso remedio. Para ella las costumbres de los franceses eran aburridas y melancólicas, en Aquitania estaba habituada a una existencia alegre, en la que ella tomaba decisiones y donde se relacionaba libremente. Además los franceses no entendían a la nueva reina y al parecer no era el prototipo de esposa que querían para su rey, la consideraban una extranjera libertina que no quería hablar francés, ella utilizaba el lenguaje de su tierra natal, el occitano.

Se cuenta que llevó sus costumbres a la corte, los trovadores interpretaban melodías exquisitas que amenizaban las fiestas que la reina organizaba y que duraban gran parte de la noche. También impuso los llamados juegos de “amor cortés”, en la que los caballeros podían considerar a una dama, aún estando casada, como su amor platónico y luchar en su nombre en los torneos entre caballeros. Estos juegos se extenderían por el resto de Europa.

El rey era considerado un hombre apocado y paciente que no comprendía a su esposa y a la que de alguna manera admiraba, Leonor a su vez lo consideraba una especie de monje, ya que fue educado por Suger, abad que controlaba la corte.

Realmente Luís fue educado para ser hombre de iglesia pero el destino lo colocó en el trono cuando su hermano falleció. Esta era la razón de que Luís no fuera hombre de cama que se entregara pasionalmente a su esposa.

Se dice que en algunas ocasiones permitió que ella tomara decisiones de Estado, en todo caso, ella estaba acostumbrada a llevar las riendas del estado de Aquitania.

Durante quince años de matrimonio tuvieron solamente dos hijas, por más que lo intentaron no consiguieron concebir a un futuro heredero. Leonor se dedicó a educar a sus dos hijas, María (1145) y Alicia (1150), como ella fue educada, es decir, para que tuvieran los conocimientos adecuados para gobernar.

LA SEGUNDA CRUZADA (1147).

Leonor anima y acompaña a su marido a las cruzadas. Aunque se tiende a pensar que ella tenía algunos motivos para realizarlo, entre ellos el de encontrarse con su tío Raimundo de Toulouse, en Antioquia.

Esta aventura fue la que inició la separación de los reyes, al parecer Luís venía arrastrando desde Francia los celos que le provocaba ver a los caballeros luchar por la reina. Cuando llegaron a Constantinopla el emperador bizantino Manuel I se sintió abrumado por la belleza de Leonor y èsta agradeció sus halagos. Luís emprendió viaje inmediatamente a Antioquia y fue allí donde se encontraron con Raimundo. El encuentro entre tío y sobrina fue apoteósico, lo celebraron con fiestas propias de la tierra de donde procedían, decidieron rememorar los viejos tiempos realizando las actividades que años atrás disfrutaban juntos. Ella estaba encantada y lo apoyaba en todas las decisiones que tomaba aunque eso significara ponerse en contra de su esposo.

Los celos brotaron de nuevo, se cuenta que hubo infidelidad por parte de Leonor con Raimundo, algo que no se pudo probar, pues si Raimundo si la utilizó en algún momento fue con fines políticos.

Luís decide ir a Jerusalén pero Leonor apoya a Raimundo en la decisión de atacar a los turcos. Esta falta de apoyo enciende la cólera de Luís quién, preso de rabia, regresa a los aposentos de la reina y la maltrata. Leonor vuelve a Francia, antes que el rey, dispuesta a solicitar la anulación de su matrimonio.

LEYENDAS DE LAS CRUZADAS.

Dos son las leyendas que surgieron de este tempestuoso viaje.

La primera fue la de relacionar a Leonor con el sultán de Egipto Saladino. Se cuenta que se enamoraron y decidieron escaparse, Luís enterado de los planes mandó a sus hombres a recuperar a su esposa a la cual atraparon cuando se disponía a embarcar en uno de los barcos del sultán. Realmente nada de esto ocurrió, y de haber pasado no sería Saladino el galán de la historia pues, en los tiempos de los que hablamos Saladino contaría como mucho doce años y Leonor veinticinco.

La segunda y más atractiva leyenda fue la de la cruzada que llevó a cabo Leonor acompañada de su ejército de 1.000 mujeres, con las que luchó contra los turcos apoyando a su tío Raimundo, cabalgando a pecho descubierto. Su marido se la llevaría a la fuerza. No se puede explicar con seguridad la procedencia de esta leyenda, lo que si parece posible es que tomando de ejemplo al rey numerosos caballeros llevaran consigo a sus esposas y esta a su vez a sus damas con lo cual parecería que un gran número de mujeres pasaran como cruzadas.

ANULACIÓN DEL MATRIMONIO (18 DE MARZO DE 1152)

Después de la Cruzada el matrimonio real aguantó unos años antes de su separación definitiva. Al parecer el papa Eugenio III hizo lo posible para que el matrimonio no se destruyera, cuando la pareja volvía de Oriente la recibió en Frascati. Leonor había exigido en Antioquia la anulación de su matrimonio, cosa que en ese entonces no era nada común, ya que el esposo podía repudiar a su esposa pero el caso contrario era inaceptable, un verdadero escándalo.

Leonor tomó como base de su petición el hecho de que Luís y ella eran parientes de cuarto grado, parentesco que realmente era obvio. Actuó de manera inteligente pues en esa época la iglesia había incluido en sus sacramentos al matrimonio, el cual era irrompible a no ser que la pareja fueran familia más cercana del 7º grado, con lo cual cometerían incesto y automáticamente la Iglesia anulaba dicha unión.

Después del nacimiento de su segunda hija en 1150, Leonor lo da todo por perdido en su matrimonio. De esta manera se produce el 18 de Marzo de 1152 la anulación definitiva del matrimonio, ahora es Luís quien la repudia y Leonor deja de ser la reina de Francia para convertirse de nuevo, por poco tiempo, en Duquesa de Aquitania.

En la anulación había acordado no casarse hasta que pasara un año de la ruptura. El acuerdo no lo llevó a cabo.

REINA DE INGLATERRA (1152-1189)

Leonor se convertía nuevamente en un gran partido para los nobles que ambicionasen agrandar sus dominios. Muchos fueron los que la adularon e incluso algunos intentaron secuestrarla y casarla a la fuerza, tal fue el caso del conde Teobaldo y del hermano de Enrique de Plantagenet.

Pero fue con Enrique con quien se casó. Leonor le envía una carta de amor y èste queda fascinado. Él contaba con dieciocho años mientras que ella tenía veintinueve. Éste podría ser el matrimonio perfecto, ambos sentían fascinación por la cultura, el arte y el amor.

Esta vez Leonor estaba realmente enamorada y se entregó en cuerpo y alma a este compromiso. Muchos opinan que la reina ya tenía planeada dicha unión antes de la anulación de su primer matrimonio pues en 1151 Enrique visitó la corte francesa. Se casan en mayo de 1152.

Esta decisión iba a cambiar muchas cosas en los años venideros, entre otras la mala relación que comenzaría entre los ingleses y franceses pues la actual Francia se encontraba dividida en tres estados, uno de los Capetos, otro de los Plantagenet y el tercero de Leonor de Aquitania. Ahora los ingleses poseían una extensión considerable.

Si con Luís VII tuvo dos hijas, con Enrique II concibió cinco varones, uno de los cuales murió, y tres hembras, de esta forma los que en la época tuvieron dudas respecto a la fertilidad de la reina tuvieron que reconocer su error. Su matrimonio fue pasional los primeros años, hasta que poco a poco fue mermando, quizás, entre otras cosas, por el carácter dominante de nuestra protagonista.

Muchos son los que hablan de cómo la ausencia de la ternura y el cariño hicieron mella en Leonor que, a pesar de ser deseada por numerosos caballeros, no soportaba las infidelidades de su marido.

Muchas historias al respecto se han escrito, entre ellas destaca aquella que hace mención a la amante más famosa de Enrique II, Rosamunda, a la que Leonor presiona, cegada por los celos, para que elija la forma de morir, bien envenenada o a golpe de puñal. Historia que no es más que una leyenda pues se tiene constancia de que Rosamunda falleció por causas naturales.

Leonor comienza entonces una cruzada propia contra su segundo marido pues poco a poco éste la aparta de su lado, de sus decisiones de Estado. Ella quiere vigilar a Enrique ya que considera que sus consejeros lo mal aconsejan. Ve la debilidad en su marido y decide tomar cartas en el asunto para que su prole no tenga problemas a la hora de heredar los territorios y que a éstos les llegasen enteros y fuertes.

Con la ayuda de sus hijos, intenta por todos lo medios recuperar lo que es suyo, Aquitania. En 1173 apoya la revuelta iniciada por sus hijos, Godofredo, Ricardo y Enrique el Joven. La iglesia condena la actitud de Leonor pues la considera una traidora al no respetar los votos de fidelidad en el matrimonio. Enrique a su vez se resiste a entregar parte de su poder a sus hijos y acaba con la sublevación.

A sus hijos los perdona pero a Leonor no. La encierra primero en Chinon (1173), después en Salisbury (1174) y Winchester hasta la muerte de Enrique (1189). En total permanece quince años encerrada. Se cuenta que durante su encierro fundó una academia en donde se culturizaba a las jóvenes damas en las artes y que muchas parejas de enamorados acudieron para recibir consejos de Leonor y de esta manera disfrutar doblemente sus amoríos.

MUERTE DE UNA HEROÍNA.

Una vez coronado Ricardo como rey de Inglaterra, Leonor siguió interviniendo en el gobierno, aunque pasaba mucho tiempo en la que sería su residencia definitiva tras su muerte, el monasterio de Fontevrault. Tras la muerte de su marido las intrigas volvieron cuando su hijo Juan sin Tierra, trató de apoderarse de la corona de su hermano Ricardo. La reina no permitiría que el menor de sus hijos traicionase a su favorito y logra frenar el complot y reconcilia a los hermanos.

Uno de los episodios más célebres entre Ricardo y su madre es cuando éste es secuestrado y la propia reina negocia el rescate de su hijo, hasta el final fue valiente y osada.

Murió en 1204, a la edad de 82 años, se cuenta que no sufrió. Que aceptó la muerte como hizo con la vida, con valentía. Se cuenta que tenía el pelo muy blanco, que nunca padeció enfermedad alguna y que conservaba los dientes inmaculados. Su belleza se prolongó hasta ese día.

Sus restos descansan desde entonces en el monasterio de Fontevrault, junto a los de su esposo Enrique II y su hijo favorito Ricardo, en Francia. Su imagen permanece imperecedera en su sepulcro y su herencia cultural se ve representada por un libro abierto de par en par, en donde el saber, el amor y el arte se acrecentarán entre sus manos para siempre.
Creado por estegar |

1 comentario:

  1. Leyendo cortàzar con su novela rayuela me encontrè con èsta encantadora mujer. felicidades.

    ResponderEliminar