lunes, 2 de noviembre de 2009

PLUTON EN CASA V



En la casa 4 se ha experimentado el más alto grado de identificación con el colectivo
y en la casa 5 se percibe claramente la próxima meta de desarrollo (por el momento):
el punto del tú. Aquí se toma conciencia de que las personas entre las que uno se
mueve no son simplemente una masa sino que son individuos. Cada uno es distinto de
los demás y por eso también se lo debe tratar de una manera distinta.
Como casa social, la casa 5 hace que el individuo tenga la inclinación a presentarse de
la manera más simpática posible. En esta casa se va tras las personas y se intenta
brillar y producir la mejor impresión posible en ellas con toda la personalidad. Esto
impresiona a los demás y los influye positivamente. Ésta es una forma de tenerlos
bajo control, puesto que la simpatía es un método de ejercer el poder mucho más
eficaz que, por ejemplo, la crueldad. La severidad produce miedo en los demás: el
temor aleja el afecto. Sin embargo, con simpatía y amor, uno se asegura el cariño de
los demás. Por esto, en la casa 5 encontramos el «comportamiento de pavoneo».
Después de haber pasado a través del «baño de masas del colectivo» ahora se debe
causar buena impresión. Un buen ejemplo de esto lo constituyen las «estrellas» del
mundo del espectáculo, que suelen llegan a la fama entre los 25 y los 30 años.
Pero, para Plutón, lo esencial no son los espectáculos sino el ser interior. Con esta
posición se corre el peligro de dejar de percibir el propio cometido, es decir, de buscar
fuera e ir hacia fuera en vez de desarrollar las cualidades internas. La tentación es
enorme, puesto que se tiene la oportunidad de impresionar al entorno de forma directa
y duradera. La posición de Plutón en la casa 5 es un llamamiento a «estar alerta con
respecto a uno mismo». La persona debe comprobar si está haciendo lo que

verdaderamente quiere hacer o si, en realidad, sólo está escapando de sí misma a
través del éxito, mientras se convierte en una víctima del público.
En relación con esto aparece claramente el concepto de moral: en la casa 5 se juega al
juego de «coge tanto como puedas coger»; todo lo que no está prohibido está
permitido. Por esto, en esta casa con mucha facilidad se hacen cosas que difícilmente
pueden estar de acuerdo con el propio ser interior. Se actúa de forma inmoral con
respecto a uno mismo. Pero lo que la casa 5 requiere es otorgar al ser interior una
forma de expresión completamente individual. Y esto no significa adoptar una
determinada apariencia moral sino actuar con un auténtico valor cívico. Esto no sólo
es posible sino que es una exigencia. Esta cualidad interna no depende de
reconocimientos o aplausos externos sino que existe por sí misma, como Plutón que
siempre se confirma a sí mismo en su esencia y no necesita del reconocimiento del
entorno.
El sentido de la casa 5 no es conquistar y asegurarse un lugar en la sociedad sino la
autorrealización. Se debe intentar manifestar el propio ser de una forma adecuada y
participar en la vida con voluntad y deseo. «Quiero ser parte de este mundo y producir
en él los efectos que me corresponden: hacer mi contribución individual», y esto no
tiene nada que ver con el espectáculo descrito anteriormente. Sin embargo, encontrar
una forma de expresión individual adecuada no es nada fácil, por lo que la casa 5,
como todas las casas fijas, es también un lugar de prueba. Las formas de
comportamiento cristalizadas, el orden existente, los puntos de vista usuales, las
esperanzas depositadas sobre mí, los conceptos sobre mí mismo y los roles que
interpreto, los pensamientos, los sentimientos... hacen difícil ser verdaderamente uno
mismo y estar en sintonía con el propio ser interior. A veces, las personas con estas
posiciones de Plutón están convencidas de su grandeza de una manera casi enfermiza.
Este convencimiento aparece incluso en el caso de que el resto de posiciones
planetarias indiquen lo contrario. De todos modos, estas personas se sienten
insatisfechas y esto les produce una sensación de incomprensión.
En esta situación es de gran ayuda darse cuenta de que la casa 5 es una casa social. La
clave para hacer realidad las propias cualidades esenciales es tener consideración por
la sociedad, es decir, tomar conciencia de la pertenencia a la totalidad. La persona es
una individualidad aquí y ahora (en un determinado lugar y en un determinado
momento), y este momento conlleva unas determinadas formas de comportamiento y
pensamiento. Para dar un verdadero impulso a este mundo, cada persona debería
aportar tanto de sí como el mundo pudiera aceptar, o incluso más. Una auténtica
contribución es aquélla que sobrepasa la medida del simple cumplimiento del deber.
Ésta es la ley de la casa 5: «Dar más de lo que se cree poder dar; más de lo que se cree
que el entorno puede asumir». En esta postura residen las posibilidades de crecimiento
tanto para mis semejantes como para mí mismo.
http://astro-api.es/docs/Pluton_en_las_casas-BH.pdf

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