jueves, 12 de agosto de 2010

CASAS ASTROLOGICAS significado


CASA I. La CASA PRIMERA es la que regenta las formas en que el yo se manifiesta hacia fuera, es decir, los modos de conducta y comportamiento. El Sol indica la individualidad y la Luna es la personalidad psíquica, pero la casa primera, cuya cúspide o inicio se llama Ascendente, se entronca con las energías que el yo usa para expresarse y actuar externamente. Por lo general, el ser humano a lo largo de su vida pasa por momentos en los que necesita hacer sobresfuerzos o poner en movimiento energías que posee potencialmente. A la vez, aun cuando no existan factores externos apremiantes, el hombre no se manifiesta siempre tal como es y se siente internamente, pues ello sería poco práctico, sino que va formando una manera de acción externa que se puede adaptar dependiendo de las circunstancias. Es la polarización continua que existe entre el yo y los otros, o dicho de forma cosmopsicológica, entre la casa I y la casa VII. En la casa primera ,igualmente, se albergan algunos de los rasgos y constitución física de la persona en cuestión. La casa I posee una analogía esencial con el signo del Carnero, con el elemento fuego, la cualidad cardinal, las casas de la iniciativa, las casa vitales, con Marte en domicilio, el Sol en exaltación, Venus en exilio y Saturno en caída. Es interesante profundizar en el símbolo gráfico representativo del planeta Marte, el cual consta de un círculo del que se proyecta una flecha diagonal ascendente. Esto indica que Marte es la manifestación dinámica en función de la conciencia y la voluntad. Igualmente, la casa primera son las energías, medios y cualidades del yo por las cuales se manifiesta la esencia individual de la persona. Ello lo confirma el hecho de que el Sol quede conectado con la casa primera por su exaltación en el Carnero. Lo anterior significa que las manifestaciones externas del yo, o sus conductas, son un eficiente método para profundizar en la individualidad interna de la persona de que se trate (Sol). Esto es muy práctico si tenemos en cuenta que el mundo interno de una persona no es fácilmente asequible para los demás, con lo que la enseñanza de que "por sus frutos se les conoce " parece bastante acertada. Dos puntos han de controlarse adecuadamente de manera especial como manifestaciones desarmónicas del yo. Una es la agresividad (Marte) y otra es la soberbia (Sol). Igualmente, la valentía (Marte) y la autoconfianza serena (Sol), son dos ejes fundamentales a la hora de la proyección del yo (casa I). El exilio de Venus y la caída de Saturno en el sector del Carnero, afín a la casa primera, se podría interpretar como dos extremos que hay que salvar o equilibrar para lograr un desarrollo armónico interno y externo del yo: uno es la excesiva autoindulgencia (Venus) y, el segundo, la demasiada rigidez (Saturno). En algunas enseñanzas de escuelas esotéricas, como la masonería, se estudia en lo teórico y en lo práctico el punto medio de conjunción entre las dos columnas, la del rigor y la de la clemencia, como base para las actitudes con respecto a uno mismo y en relación con las actuaciones hacia fuera.

CASA II. La CASA SEGUNDA es la relacionada con las pertenencias materiales, las entradas económicas, los gastos de dinero, el sustento necesario que va ligado a las necesidades básicas (alimentación, vestido, vivienda, etc.) y, en general, el producto del trabajo manifestado en realidades físicas. Venus se domicilia en el signo del Toro y, por tanto, existe por ley de analogía una afinidad esencial entre este astro y la casa II. Veamos por qué. Venus es un planeta en el que se mezcla el círculo con la cruz, es decir, la voluntad con la materia. Venus representa la sutilización o refinamiento de las necesidades básicas humanas con elementos estéticos o de lujo. Así, mediante Venus el comer no es sólo una nutrición imprescindible del cuerpo para que éste siga viviendo, sino que se constituye toda una serie de artes culinarias, que bien alejan de una sana alimentación, o que dan un toque imprescindible de placer natural a las comidas. Este mismo planeta es el que produce que el vestido, en los grupos sociales con cierto nivel económico, sea cuestión de mostrar o de presumir, aparte de que en su base la vestimenta sea una necesidad básica humana. En este terreno Venus genera toda una serie de elegantes combinaciones de materiales y formas, o un derroche innecesario. Estudiemos la exaltación de la Luna en este sector cosmopsicológico. La Luna representa el mundo del hogar, la madre, la mujer, el romanticismo y lo pasajero. Este astro nos confirma la relación de los asuntos de la casa dos con necesidades de tipo afectivo o psíquico subconsciente, entre las que se encuentran el instinto de sentirse protegido. Lo anterior es algo que los especialistas en técnicas publicitarias y de imagen dirigidas al consumo explotan hasta la saciedad. El comprar o acumular riquezas pudiera parecer que es algo fundamentalmente de carácter físico-instintivo, pero en realidad no es así. Subyace en muchísimas ocasiones un componente lunar, que busca una satisfacción emocional. Por ello, detrás del hecho externo en sí de comprar una casa, un coche, un bonito vestido, un disco o un perfume, hay tanto destellos estéticos y sensuales venusinos, como reflejos del magnetismo lunar, a través del cual se pretende alcanzar un estado de confort psíquico y no sólo físico. Pero por supuesto que el en ocasiones voluptuoso signo del Toro, precisa en su tonalidad inferior satisfacer unas necesidades puramente instintivas, las cuales suele adornar con elementos decorativos insustanciales. Plutón y Marte se encuentran en este sector en exilio, es decir, en principio en posición desarmónica. Es lógico, si nos paramos a pensar, ya que el primero es el planeta de los rencores acumulados y, el segundo, de la competitividad agresiva. Sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor esa importante parte de la realidad humana del mundo de los dineros, las compras, las ventas, etc. Pero también, si esta energía se canaliza adecuadamente, el terreno de la materia es forja de acciones valientes (Marte) y experiencias valiosas (Plutón). Por último, la caída de Neptuno en el sector del Toro tiene varias acepciones: una es el hecho de que el mundo de la batalla material es propicio para los engaños y supersticiones y, otra, que este mismo terreno es también favorable para perder los puntos de referencia metafísicos o espirituales, los cuales se encuentran en cierta medida regidos por este planeta. A la vez, conjugar lo espiritual-místico (Neptuno) con lo material-económico (sector dos), es algo difícil pero constituye una gran fuente de experiencias y de buenos resultados.


CASA III. La CASA TERCERA se relaciona con la educación, los estudios concretos, el aprendizaje intelectual, las comunicaciones, los escritos, los viajes cortos, los hermanos, etc. El signo del zodíaco que se encuentra en afinidad con esta casa es el de los Gemelos, el cual a su vez afina con el elemento aire, la cualidad común, las casas de las relaciones y las casas de la adaptación. Este signo del zodíaco también sintoniza por vibración esencial con Mercurio en regencia, Júpiter en exilio y Urano en exaltación. Con respecto a la educación, veamos qué nos dice el libro de los cielos acerca de los motivos principales que debe perseguir. Por una parte, Mercurio insiste en que de manera principal se ha de fomentar en el niño y el joven estudiante la capacidad de relación, las dotes de comunicación y expresión y, en general, todo aquello que le pueda servir para adaptarse a las distintas circunstancias de la vida. Podríamos añadir también, de acuerdo al símbolo gráfico de Mercurio (semicírculo, círculo y cruz, en orden de arriba abajo), que tanto se ha de entrenar la mente del joven en el pensamiento abstracto (semicírculo hacia arriba) como en el fortalecimiento de su voluntad (círculo) y en todo tipo de capacidades intelectuales prácticas (cruz). La exaltación de Urano en este sector zodiacal, añade a la interpretación que la intuición debe de ser otro de los fines primordiales de la educación, tanto en lo que se refiere a inventiva y capacidad de investigación, como en relación al pensamiento superior, de acuerdo a la asimilación de las propias experiencias y el conocimiento de las leyes naturales. En cambio, la caída de Júpiter avisa que por muy programado racionalmente que se encuentre un proceso educativo, si al niño se le impregna de una filosofía u óptica de la vida superficial, quedará un vacío fundamental. Por otra parte, Júpiter aconseja que la educación no únicamente se sustente en el razonamiento concreto y la memorización de datos, sino igualmente en la formación en valores de tipo humanista. Como complemento educacional, por supuesto que se encuentra el de los viajes y el contacto con otras culturas y formas de pensar. Si observamos las preguntas que hace un niño, por ejemplo, éstas no se refieren sólo a la necesidad de acumular en su memoria datos necesarios, sino al porqué de las cosas.
CASA IV. La CASA CUARTA se conecta con la familia paterna y todas las cuestiones kármicas que a través de ella se manifiestan, tanto armónicas como desarmónicas; la herencia psíquica y biológica; la figura del padre o de la madre; la primera parte de la vida, especialmente la infancia y ,en general, la fase en la que la persona está viviendo con sus padres; la última parte de la vida o la vejez; el lugar de nacimiento; los bienes que la persona pueda tener por haber nacido en tal o cual familia, etc. El signo del Cangrejo es el que afina con esta casa y, a la vez, se relaciona con el elemento agua, la cualidad cardinal, las casas psíquicas, la regencia de la Luna, la exaltación de Júpiter, el exilio de Saturno y la caída de Marte. Veamos qué interesantes conclusiones podemos obtener de esta relación de analogías. La Luna nos transmite la idea de que unas da las mayores influencias que se asimilan durante la infancia son precisamente las que rige este planeta astrológico: la alimentación, el período de gestación, la memoria inconsciente y los afectos. Por supuesto que la Luna nos manifiesta dos polos en cualquiera de los asuntos anteriores: la polaridad dual, caprichosa y a la vez de apegos paralizantes, y la parte de dulzura, afectos cristalinos y protección equilibrada. Tanto de un lado como de otro, lo que sí es claro desde el punto de vista cosmopsicológico es que, especialmente el período de la infancia, está marcado fundamentalmente por la asimilación y la nutrición, tanto desde la perspectiva física como de la psíquica. Ello significa que se ha de cuidar especialmente todos aquellos nutrientes físicos y psíquicos que se proporcionan al niño. La exaltación de Júpiter es el indicativo de la necesidad de una adecuada socialización y de una figura paterna generosa, humana y alegre. En el caso de la Luna lógicamente la madre constituye la parte más afín a la vibración de este planeta. Marte tiene su caída en este sector zodiacal y representa en tal posición el peligro de una educación paralizadora de las iniciativas del niño que se está formando. A la vez, se debe de dar salida creativa a la agresividad y la susceptibilidad que puede caracterizar algunas etapas. El exilio de Saturno da la voz de alarma ante un planteamiento educativo que resulte rígido y basado en el materialismo. Como complemento, Saturno expresa la conveniencia de que el joven poco a poco vaya tomando contacto con la realidad externa, a la vez que ejerciendo responsabilidades ante ella.


CASA V. La CASA QUINTA se encuentra con influencia sobre los siguientes temas: los hijos, las obras creativas, el ocio, la diversión, las relaciones afectivas o sensuales no matrimoniales, los negocios y las inversiones, etc. El signo del León es el que regenta este sector cosmopsicológico y, al mismo tiempo, afina con el elemento fuego, la cualidad fija, las casas vitales, las casas de la constancia, la regencia del Sol, la exaltación de Plutón, el exilio de Urano y Saturno, y la caída de Mercurio. La regencia del Sol sobre este sector de influencias no deja de aportar cuestiones más que curiosas. Se concibe a esta casa como un intento de proyección directo del Sol de la individualidad, hacia los hijos, por ejemplo, que en ocasiones se pretende ver como una prolongación del ego del progenitor, lo cual no es cierto y, a la vez, constituye una actitud soberbia. Lo que sí es real, es que la huella que la persona puede dejar sobre su descendencia se enmarca sobre todo en la calidad humana y vital que los padres muestren con sus hijos. Igual sucede con las novias o los novios, a los que se busca como una descarga de la energía vital, o como un encontrarse con la parte más idealizada de uno mismo. Los negocios también son como los hijos, pues ellos requieren de una gran cantidad de energía vital y de una identificación total con las cualidades individuales. En todos estos temas existen dos extremos a evitar, que son los que los planetas en exilio en el León expresan: Urano y Saturno. En la relación con los hijos, la dualidad que hay que evitar en su parte desarmónica es una educación o una relación con ellos que se desequilibre hacia lo estricto (Saturno) o, por el contrario, hacia lo irresponsable (Urano). A la vez, los padres en sí tienen que lograr una difícil sintonía entre la responsabilidad que poseen con sus hijos (Saturno) y sus propias necesidades de libertad personal (Urano). En el proceso educativo ha de irse enseñando la combinación por parte del niño entre esos dos mismos factores (libertad y responsabilidad). En cuanto a los negocios, las inversiones y las especulaciones, parece que la Cosmopsicología apunta al hecho de que las bases para el equilibrio de fuerzas y, por tanto el éxito, radican en la intuición (Urano) y el trabajo tesonero (Saturno). Por otro lado, el peligro de los negocios se encuentra en las decisiones repentinas poco meditadas (Urano) y en una usura de planteamientos y acciones (Saturno). En cuanto a las relaciones sentimentales, igualmente la clave se encuentra en un punto de conjunción creativa entre la libertad personal y la madurez mutua.


CASA VI. La CASA SEXTA se conecta con la salud en general y sus problemas de ligera o mediana importancia. Igualmente, en la casa seis podemos encontrar todo lo relacionado con el ambiente del trabajo cotidiano: compañeros, jefes, entorno, subordinados, etc. Se suele añadir a esta lista de significados lo relacionado con la servidumbre de la cual la persona pueda gozar en su hogar, en gran parte por el hecho de que el ámbito de esta casa seis no sólo se refiere al trabajo en la calle, sino también se extiende a las labores de la casa. Está claro que la limpieza cotidiana, la confección de la comida, el lavado de la ropa, e incluso la higiene personal, son cuestiones que llevan su tiempo. Por ello, si las posibilidades económicas lo permiten, se tiende a que tales menesteres sean atendidos por otros. Algo parecido a lo anterior sucede con el trabajo diario, muchos de cuyos aspectos resultan más o menos desagradables o incómodos. A la vez, al plantear un trabajo profesional a mayor escala, se ha de contar necesariamente con empleados o personas en las que se deleguen ciertas responsabilidades o tareas. Como ya se sabe, todo esto genera un mundo complejo, el cual viene marcado por la influencia del signo número seis: la Virgen. La casa seis a través del signo de la Virgen sintoniza desde el punto de vista vibratorio con el elemento tierra y las casas materiales, la cualidad común y las casas de la adaptación, la regencia nocturna del planeta Mercurio, el exilio de Neptuno y Júpiter, así como la caída de Venus. Veamos a continuación qué conclusiones podemos extraer de tales correspondencias analógicas. Ya sabemos que las palabras-clave del signo de la Virgen son el yo analizo y el yo sirvo. Este signo, como ya se ha visto, representa el arquetipo de la racionalización del trabajo, el cual es una condición indispensable para que éste sea efectivo y, a la vez, lo más cómodo posible. En cuanto al yo sirvo, es claro, pues el ser humano ha de aprender, a través de la fuerza que emana este sector astrológico, a conocer cuáles son sus capacidades y a potenciar sus habilidades. La regencia nocturna de Mercurio habla de la labor interiorizada de la razón para solucionar pequeños detalles cotidianos, pero que por ser pequeños no dejan de ser una piedra fundamental para poder llegar a tocar otras cuestiones más elevadas. Al mismo tiempo, Mercurio es indicativo aquí de que el exceso de racionalismo puede mantener al ser humano ocupado en una serie de labores mediocres que no poseen mayor trascendencia, las cuales le generan sobre todo mayor nerviosismo. La caída de Venus aporta enormes soluciones al mundo del trabajo. Por ejemplo, el hecho de que el ambiente laboral ha de ser lo más agradable e inspirador posible, para así poder plasmar la labor personal con gusto y armonía. Pero está claro que la mayor parte de las veces no es así, por lo que se explica la caída de este planeta, el cual no sólo apunta a un ambiente laboral gustoso, sino también a la necesidad de las relaciones interpersonales cálidas y humanas en dicho entorno. Neptuno cae en este sector y recordemos que su exilio lo posee igualmente en otro signo del elemento tierra, con lo cual parece que,efectivamente, sí es difícil armonizar un trabajo material intenso con unas vivencias espirituales satisfactorias. Por supuesto que los misticismos no valen de mucho en un ambiente de eficiencia en el trabajo sobre la materia, pero sí la fe o la clarividencia a cuestiones trascendentes. Cuando por la rutina de muchos trabajos cotidianos se pierde la esperanza o la visión de lo superior, sobreviene la depresión y el chisme, elementos ambos regidos por Neptuno. Si observamos detenidamente, veremos que efectivamente el chisme es un odioso elemento en lo ambientes de trabajo. Se cuela por todos lados como un fantasma y es bastante difícil de controlar en cuanto a los efectos que produce. Júpiter se encuentre de la misma manera en posición desarmónica en el signo de la Virgen, y es que las cuestiones laborales no precisamente suelen estar regidas por la generosidad y los valores idealistas, sino más bien por un afán de expansión organizada y lo más fácil posible. Pero, por otro lado, si se logra elevar a Júpiter, no cabe duda de que la abundancia que se logra no sólo es material, sino verdadera y completa felicidad. En cuanto a la salud, es muy digno de ser tomado en cuenta el hecho de que el signo de la Virgen en lo físico se relacione directamente con los intestinos. Será que efectivamente en esta parte del cuerpo reside la base de la salud?. Como complemento, el hígado, representado en este cuadro por Júpiter y, los riñones, simbolizados por Venus, explican desde el punto de vista cosmopsicológico dónde la enfermedades comienzan a ser leves. Además, la regencia de Mercurio y el exilio de Neptuno explican que el sistema nervioso es otro de los protagonistas. Si lo observamos en la realidad de la vida cotidiana, cuando el trabajo diario hace que se pierda el autocontrol, los sistemas que en primer lugar se ven perjudicados son el nervioso debido al estrés y, el digestivo, como consecuencia de las malas y rápidas comidas. En la relación con los empleados y los compañeros de trabajo, Mercurio es el planeta que en principio parece más adecuado por su domicilio para usarse en el ambiente laboral: la comunicación, la adaptabilidad y la vivacidad de pensamiento.


CASA VII. La CASA SEPTIMA se relaciona con el signo de la Balanza, el cual a su vez posee conexiones con los siguientes factores cosmopsicológicos: el elemento aire, la cualidad cardinal, las casas de las relaciones, las casas de la iniciativa, Venus como regente nocturno, Saturno en exaltación, Marte en exilio y el Sol en caída. Los atributos de la casa VII son fundamentalmente aquellos que significan una expansión del yo al buscar un complemento a sí mismo. De ahí, que esta casa terrestre se relaciona con el matrimonio, al igual que con la ruptura de éste, es decir, separación o divorcio; con las asociaciones y los socios, siempre que se pongan intereses en común; y, como una polarización muy fuerte, también este sector terrestre afina con los enemigos declarados, los pleitos, la justicia, etc. Asombrosamente, algunas de las causas de enemistades y pleitos más duros son los que fueron cónyuges o socios en otro tiempo. Parece que el ser humano pasa de Venus a Marte, es decir, del amor al odio, con demasiada facilidad. Con respecto a la regencia nocturna de Venus, no es difícil entender que ésta se conecta con la necesidad de un verdadero amor que viene desde dentro para que los asuntos de la casa VII vayan correctamente. Por ello, una asociación de tipo comercial con personas con las que no haya relaciones de fuerte sintonía, son más el origen de quebraderos de cabeza que cualquier otra cosa. Esto es así ya que Marte hace pronta aparición desde que encuentra hueco. Marte dinamiza todos los aspectos relacionados con la casa VII, pero no olvidemos que es el planeta de la agresividad, la cual es la mejor forma de romper bruscamente un tratado, un acuerdo o, sencillamente una confianza depositada. Por ello, el control de este instinto se hace imprescindible en cuanto a lo que es el matrimonio o la relación con los asociados. La caída del Sol en este sector aporta detalles interesantes. Más que nada, se refiere al hecho del posible peligro de perder parte de la individualidad propia al entrar en relación profunda con otra persona. Pero el astro solar dice que la base precisamente de una relación de dependencia enriquecedora, es la aportación por parte de cada miembro de la pareja o de la asociación, de lo mejor de sí mismo. Saturno es el que se encuentra en exaltación en este sector siete, por lo que la voluntad y la responsabilidad de nuevo hacen su aparición en el escenario, al igual que la posible mezquindad en las maneras de actuar y pensar. La rigidez, el excesivo control debido a las desconfianzas, y las rutinas, son elementos que hacen sucumbir, y con razón, la dulce melodía de Venus.


CASA VIII. La CASA OCTAVA es la que tiene relación con el signo del Escorpión, el cual a su vez se coordina astrológicamente con el elemento agua, la cualidad fija, las casas kármicas, las casas de la constancia, Plutón en domicilio, Marte en corregencia, Neptuno en exaltación, Venus en exilio y la Luna en caída. Como ya sabemos, esta es la casa de los procesos intensos de autotransformación, del ocultismo, de la psicología sexual, de los puntos del carácter que generan evolución o involución intensas, de la muerte física, de la muerte psíquica, etc. Plutón nos habla en esta casa de que todos los asuntos de ésta, constituyen aspectos de la vida que son lentamente y de manera oculta trabajados durante un tiempo, hasta que al final se manifiestan los resultados de forma brusca. Es la típica trayectoria de Plutón, la cual viene muy bien resumida en su símbolo, en el cual la voluntad circular hace lo posible y lo imposible por vencer la barrera horizontal de la inercia. Durante ese tiempo no se observa nada externamente, pero cuando esa fuerza acumulada encuentra una vía de salida, surge con tremenda fuerza, para bien o para mal. La psicología sexual humana se manifiesta de igual manera: se produce una acumulación del nivel de energía y luego una relativamente rápida descarga de la misma, lo cual no quiere decir que en sí esta función no sea duradera. Es decir, tanto la más fiel pasión amorosa como la más instintiva obsesión, vuelven a crecer en un ciclo día tras día y año tras año. Plutón, en todos los temas relacionados con la casa ocho, indica que se encuentran en juego potentes fuerzas invisibles, con las que sobre todo no es conveniente jugar de manera poco meditada. Así, este planeta es el que da la entrada (y también la salida) a los infiernos. Por supuesto que nos estamos refiriendo a infiernos desde el punto de vista psíquico, y no como lugar físico simbólico. Plutón conecta con las más profundas raíces de la energía humana, tanto como fuerza capaz de cambiar todo lo que está torcido, como potencia que puede degenerar en autodestructiva e involutiva. Plutón a través de la casa octava es la representación viva de la toma de contacto con nuestras raíces, tanto animales como divinas. Marte es el planeta que pone una carga de dinamismo externo en los asuntos regidos por esta casa. Así, si la casa ocho es la trasformación evolutiva del carácter y de la psiquis, Marte proporciona la clave de que para ganarse un verdadero cambio existencial es precisa la acción y el aprendizaje mediante ensayo y error. A la vez, los instintos humanos pueden ser tanto la base del trabajo de esta casa como la perdición, dependiendo de si son controlados creativamente o no. Es lógica la exaltación del elevado y psíquico Neptuno en este sector terrestre. No cabe duda de que el ser humano se libera o se encadena dependiendo del estado de su nivel subconsciente. Este área terrestre es propicia para bucear en los mundos internos, lo cual ha de hacerse equilibradamente, ya que Escorpión es indicativo de extremos. Tanto la depresión como la elevación psíquica se encuentran abanderadas en el signo octavo por el planeta Neptuno. El exilio de Venus es la posibilidad de que se pierda el sentido de la estética y de la finura si los instintos toman rienda suelta de manera desenfrenada. A la vez, lo apasionado y sensual entra en la casa octava. La caída de la Luna no deja de ser al inicio un poco confusa para el estudiante de la Cosmopsicología, ya que ella es un astro afín en principio al elemento agua. Por una parte, significa que el sentimentalismo no tiene cabida para las drásticas revoluciones internas del signo del Escorpión. Por otro lado, la Luna es la ensoñación y la dulcificación imaginativa de las experiencias, pero el signo del Escorpión prefiere por lo general ver la realidad en carne viva, sin aditivos. En cuanto al tema de la muerte física es interesante estudiar algunos puntos a la luz de lo explicado. Por ejemplo, de acuerdo a Plutón, la muerte física es la acumulación de toda una serie de energías involutivas: hay quien ha dicho que el hombre no muere, sino que se mata. Es decir, muchas veces se necesita ser bastante constante para llegar a enfermar al cuerpo de manera irremediable. Por otro lado, podemos añadir que tanto la caída de la Luna como el exilio de Venus vuelven a poner al estómago y a los riñones sobre el tapete en cuanto a la preservación de la salud y de la vida: À Àla alimentación!. No deja de ser digno de observación que cuando la muerte se acerca, Neptuno hace relativamente frecuente una cierta necesidad espiritual o mística en muchas personas, que incluso antes siempre habían sido escépticas. Igual pasa cuando debido a pruebas fuertes de la vida, se ha producido una regeneración o degeneración completa de la persona. Marte nos da un punto de prudencia, y es el hecho de la vulnerabilidad de nuestro cuerpo físico, ya que este planeta es el que tiene que ver con los accidentes. Una simple caída de una silla colocando una lámpara puede ser motivo de enormes molestias físicas y limitaciones. En cuanto al ocultismo y el trabajo interior, se puede decir que Plutón no es un astro excesivamente intelectual, pero sí enormemente vivencial, o dicho de otra manera, muy identificado con sus experiencias, casi como la máxima realidad. Por ello, lo que nos aporta el introspectivo Plutón es el hecho de que para penetrar en los Arcanos ocultos hay que descubrirse a sí mismo a través de todas las experiencias que aporta la vida.


CASA IX. La CASA NOVENA es la que sintoniza con el signo del Centauro, el cual a su vez depende del elemento fuego, la cualidad común, las casa vitales, las casas de la adaptación, Júpiter en su domicilio diurno, Mercurio en exilio y Urano en caída. El área novena de influencia terrestre es afín a la filosofía general de la vida que posee la persona, sus conceptos morales; las cuestiones ideológicas, religiosas o de conceptos políticos; los ideales o lo que se considera como elevado, los viajes largos, el contacto con el extranjero, los estudios abstractos o superiores, las dotes de clarividencia, etc. Existe clara relación de todos los asuntos de esta casa con el planeta Júpiter, ya que éste significa expansión y llegar más lejos. Por tanto, todas las iniciativas de "alto vuelo" o que mediante una imagen de fachada pretendan serlo, se encuentran en sintonía perfecta con este astro. No se ha de olvidar que esta casa se encuentra en sintonía con la cualidad común, por lo cual es una casa terrestre de las que hemos dado en llamar de la adaptación. Por una parte, es sano que la filosofía de la vida que cada uno se forma, vaya expandiéndose poco a poco, a la vez que la vida va tomando su curso; pero, por otro lado, se manifiesta en esto un fenómeno bastante típico en una buena parte de la humanidad, y es el hecho de que se cambia con una facilidad asombrosa de partido político, de opiniones, de ideología y, hasta incluso, de actitudes morales. La influencia sagitariana, en gran parte debida a Júpiter, y en otra buena medida al elemento fuego, siempre tiende a llegar más lejos, sea físicamente o con los ideales. El exilio de Mercurio anota la marcada inclinación a que los asuntos del octavo sector terrestre sean objeto de mercantilismo, de demagogia y de intelectualismos. Si bien es cierto que la casa novena bien concertada puede servir de guía a la persona e incluso a las colectividades, igualmente es verdad que por medio de las filosofías pregoneras y de las políticas oportunistas, el ser humano se pierde en un sin fin de divagaciones y especulaciones sin base. La posición de Mercurio con respecto al sector nueve, aunque en principio desarmónica, significa que el intelecto concreto y la educación (Mercurio) son la base para los temas de la casa IX, a la vez que constituye en ella uno de los mayores factores propicios para el enredo. La caída de Urano también aumenta esa carga mental de la casa IX, en el sentido de que las extravagancias y los esnobismos están en ella a la orden del día. Pero, como polaridad, no cabe duda de que en parte sólo los que poseen intuición (Urano), son los que salen adelante entre un sin fin de opiniones, dogmas e ideologías. Urano puede ser tanto la tendencia humana a establecerse una idea del mundo y de las cosas un tanto alocada y del momento, como la inclinación a buscar una sana independencia mental con respecto a tales modas pasajeras.


CASA X. El SECTOR DECIMO es el que se corresponde con el signo del Macho Cabrío y, éste, a la vez, con el elemento tierra, la cualidad cardinal, las casas de la adaptación, las casas materiales, la regencia del planeta Saturno, la exaltación de Marte, el exilio de la Luna y la caída de Júpiter. Los significados que la casa décima concreta son la profesión, la vocación, las metas a medio y a largo plazo, las experiencias en contacto con la sociedad, los reconocimientos sociales y públicos, los obstáculos en lo social, las grandes realizaciones de la vida, el poder social, las experiencias públicas, etc. La regencia de Saturno sobre todos estos asuntos es clara, pues el paso del tiempo resumido en experiencia, diplomacia bien entendida, voluntad y trabajo constante, son elementos prácticamente indispensables para comenzar a manejar de forma correcta todos los factores que se plantean en este tipo de vivencias. Hay quienes prefieren, y no son pocos, la intriga, la malicia, el control usurero y el aplastamiento de los valores elevados, para de esa manera subir socialmente, buscando el poder. Digamos que, en general, el ambiente de la calle se encuentra regido por el signo del Macho Cabrío y el sector décimo. No olvidemos que el control del espacio y del tiempo siguen siendo las dos columnas sobre las que se sustenta todo el entramado material del ser humano. Por si con Saturno no fuera suficiente, hace su aparición el duro planeta Marte, el cual promueve en su parte desarmónica que el mundo de las cosas de la calle sea verdaderamente una lucha constante, sobre la cual no es desacertado decir que predomina la ley de la supervivencia del más fuerte. A la vez, Marte armónico da pie para que aquellos que poseen iniciativa y espíritu de lucha, puedan salir victoriosos si dosifican correctamente sus energías. El exilio de la Luna es evidente, pues los sentimentalismos y las susceptibilidades, así como la pereza, no encuentran sino problemas en la casa décima. Pero, por otro lado, la Luna expresa que la mejor salvaguarda a ese ambiente es el hogar, siempre y cuando posea la dosis suficiente de dulzura y romanticismo. La caída de Júpiter no sólo simboliza un tipo de experiencias en la que la generosidad por lo general brilla por su ausencia, sino la poca fuerza con la que se manifiestan los valores morales de tipo humanista. Como contrapartida, Júpiter coloca como requisitos para un alto vuelo de tipo social a la expansión mental, la filosofía amplia de la vida, los viajes, etc.


CASA XI. El SECTOR ONCEAVO es el que se refiere a las relaciones con las amistades, tanto armoniosas como desarmoniosas; los protectores con los que se pueda topar la persona, la participación en grupos o asociaciones que se sustenten en algún ideal, los proyectos e ilusiones cara al futuro, las aficiones de tipo intelectual, etc. Es una casa de carácter mental, con una vertiente comunicativa en lo que se refiere a los amigos y la participación en asociaciones de carácter cultural o fraternal, y, por otra parte, posee igualmente características mentales más interiorizadas, como en el caso de los hobbies o aficiones intelectuales. La casa undécima sintoniza con el signo del Aguador, las casas de la comunicación, las casas de la constancia, el elemento aire, la cualidad fija, Urano y Saturno como regentes, el Sol en exilio, Mercurio en exaltación y Plutón en caída. Comentar la relación de Urano con todas estas experiencias es algo que sobra, aunque quizás no nos hayamos planteado la cuestión de la amistad o de la participación en grupos como algo de ideales o de sintonía en el plano mental superior. Una cosa es el nivel de los conocidos superficiales y otra bien distinta es el de los amigos. En ambos participa también Saturno, el cual es indicativo tanto de la necesidad de la madurez, como de un terreno en el que las pruebas no son en absoluto escasas. Desde luego que a través de la casa once podemos encontrar experiencias muy profundas, pero también los mayores palos vienen de aquellos en los que habíamos depositado confianza hasta entonces e, incluso, que teníamos idealizados. La exaltación de Mercurio en este sector undécimo es evidentísima, ya que la comunicación es la base de cualquiera de los temas en analogía con esta casa. Hasta incluso las aficiones intelectuales precisan de un estar al día, sea en aeromodelismo, electrónica, etc. Por otra parte, no podemos olvidar que las envidias mercurianas pueden estropear desde su base cualquier grupo, sea de amigos o con una organización que se plantea unos fines más o menos ideales. El exilio del Sol resalta dos aspectos fundamentalmente, uno desarmónico y otro consonante. El primero es el hecho de que los orgullos y soberbias del Sol constituyen otro elemento que hace perder los límites del sentido común a los temas relacionados con el sector que ahora estudiamos. Al igual, la base para el éxito de cualquier grupo o amistad es sin duda alguna la existencia de individualidades fuertes que le den vida. La caída de Plutón en el sector undécimo hace valorar la necesidad de que tanto las amistades como los grupos se renueven continuamente pues, en el caso contrario, las aguas psíquicas se estancan y, por mucho que los ideales sean bonitos, la realidad será otra cosa bien distinta. Simultáneamente, las experiencias en cuanto a amistades o relaciones fraternales, son muy ricas para el autodesarrollo personal (Plutón).


CASA XII. El SECTOR DUODECIMO es el que se refiere a los asuntos en los que se vive en especial una sensación, que es la de la soledad o la interiorización directa sobre nosotros mismos. Podemos comprobarlo al percatarnos de cuáles son las experiencias que este sector terrestre recoge: enfermedades graves y crónicas, la personalidad subconsciente, retiros o aislamientos forzosos, exilios; experiencias en hospitales, manicomios, cuarteles, etc.; épocas de inspiración espiritual, elevación psíquica, fe, fases de recogimiento interior y autoconocimiento del yo subconsciente. La casa doce se presenta por lo general en los diversos tratados de Astrología como bastante marcada por vivencias o acontecimientos duros. En parte así es, pero no olvidemos que este sector terrestre registra nuestro estado kármico, tanto agradable como desagradable, así como la mayor o menor protección o desprotección que tenemos ante él. Si estudiamos nuestras penas y angustias humanas, nos daremos cuenta de que pueden clasificarse en dos: unas son las que nos amenazan o nos causan preocupación y, otras, las que efectivamente llegan a producirse. Pero penetremos en este interesante mundo de la casa XII y el signo de los Peces, mas por orden. Este signo zodiacal, al igual que la casa terrestre número doce, afina con las casas kármicas, las casas de la adaptación, el elemento agua, la cualidad común, Neptuno y Júpiter en regencia, Venus en exaltación, y Mercurio en exilio. Es una clave importante para el ser humano el hecho de que bajo la misma fuerza astrológica se encuentre el nivel subconsciente a través de Neptuno, y toda una serie de males poco deseados por todos. À ÀSerá quizás, que cuando el ser humano no filtra ciertas impurezas de su carácter consigo mismo, la ley actúa y se le presenta algo desarmónico externamente?. En realidad, ya la idea de que las enfermedades son a medias psíquicas y en la otra mitad físicas, no resulta algo supersticioso. Como complemento, hay que entender que no sólo existen cárceles físicas, sino también cárceles psíquicas, las cuales se forma el propio ser humano con sus miedos, complejos y dudas internas. La conclusión la podemos resumir en el hecho de que, si somos capaces de liberarnos internamente de cadenas, mediante la elevación de lo que antes estaba caído, las ataduras externas se van disolviendo gradualmente. Neptuno hace que el ámbito de la casa doce se extienda también a las influencias que de manera subconsciente recibe el ser humano, muchas veces sin que apenas se de cuenta. Cuando diferenciamos subconsciente de inconsciente, se entiende que el primero forma una parte de nuestra memoria que es más asequible al nivel de la conciencia que el segundo. Pues bien, las fuerzas que recibimos más o menos de una manera bastante sutil son por ejemplo los chismes, aparte de cuestiones en el nivel astral. De este último punto podemos citar el caso de las personas que por un motivo o por otro nos tienen en la mente, ante lo cual tenemos que poseer defensas psíquicas adecuadas. Los diferentes tipos de presión psíquica sutil o subliminal (por debajo de un linde o umbral ) que unos sujetos pueden ejercer sobre otros, son otro tema a estudiar en cuanto a la casa doceava. Con relativa frecuencia cierto tipo de personas sienten una presión psicológica indeterminada que les afecta, la cual no existiría, por supuesto, si internamente no hubiera algún tipo de debilidad. Con ello volvemos a la misma conclusión: salvarse es elevarse por encima de estados depresivos, de angustia, de sentirse muy poco o creerse demasiado... También desde el punto de vista neptuniano es conveniente estudiar el concepto que nos hacemos de lo que son las enfermedades, así como de su causa. No es raro que en torno a éstas sigan existiendo todavía conceptos relativamente supersticiosos, aun cuando se pueda decir que la medicina ha avanzado rápidamente. Un hecho frecuente es que se piense que la cuestión de estar sanos o enfermos es en gran medida algo dependiente de una suerte misteriosa, que hace que a unos les ataque el virus y a otros no. En realidad, visto al pie de la letra, así no se está demasiado lejos de la idea de los espíritus malignos. Júpiter es, sin duda alguna, una enorme salvación para la casa XII, pues el sentido del humor es para lo espiritual como la ley de la gravedad en cuanto a la física clásica. También Júpiter tiene la curiosa costumbre de exagerar, así como de hacer pompa y ritual. No es raro ,si observamos que el ser humano con frecuencia agranda lo que son en realidad sus limitaciones más comunes. En cuanto a la salud, de nuevo el hígado (Júpiter) queda colocado como el verdadero protector de ésta o, en su caso, si se encuentra maltratado, es un escandaloso indicio de falta de fortaleza física. La exaltación de Venus genera cuestiones interesantes en el sector doceavo. Una es el hecho de que en el ambiente de esta casa se manifiestan las tendencias o vocaciones de ayuda y socorro directo a los afligidos o mermados en sus capacidades. Es decir, el área doceava no sólo se refiere a desgracias o fases de confusión, sino que en ella también se encuentran las claves para la salida de ellas o su evitación. En esta casa se presentan aspectos relevantes, por lo general, en aquellas personas que se encuentran en contacto directo con enfermos, disminuidos psíquicos, etc. Si bien Venus simboliza por un lado al amor, por el otro, en el sector doce, es igualmente la lástima y la pena, las cuales no sirven absolutamente para nada al que lo está pasando mal De lo anterior, sin duda, podemos hacer bastante extensión a las autolamentaciones y los golpes de pecho. El exilio de Mercurio no cabe duda de que se encuentra en conexión con la enorme dificultad que existe para hilar con la inteligencia lo que de por sí es más que nada propio de lo psíquico afectivo y subconsciente, a cuyas aguas profundas la razón llega por lo general bastante ahogada. Pero, para terminar, el esfuerzo por entender y expresar lo que se mueve en los mundos internos es enormemente valioso, aun cuando Mercurio tenga que aprender wind-surfing.


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