lunes, 7 de diciembre de 2009

En una conjunción Sol–Luna -la Coniunctio- si existe un orbe de 8 grados llamamos a esta posición Hécate, que en astrología antigua era el presagio de grandes infortunios. Lo mismo para la Lilith astrológica.


También el Nodo norte y el Sur -Rahu y Ketu- son energías asociadas a la simbología de la Luna y del Sol, ya que la órbita de la Tierra girando alrededor del Sol (eclíptica) con el cruce de la orbita lunar alrededor de la tierra, es el punto de intersección conocido como el Dragón, punto relacionado con los eclipses. Evidentemente el Dragón nos muestra un choque energético entre el dominio lunar y el solar. Por eso se dice que Ketu –o Nodo Sur- tiene mucho que ver con la energía lunar, mientras que Rahu -o Nodo Norte- nos lleva a identificarnos con el poder solar y la imagen del héroe. No se debe separar de la interpretación de la carta astral el signo del Nodo Norte y la posición Solar porque el Nodo Norte es el punto de desarrollo de las cualidades que nos permitirán llegar a nuestro Sol. Así mismo, el Nodo Sur está asociado al arquetipo lunar y al interpretar a Ketu tenemos que dirigir la mirada hacia la Luna natal, que es donde están los apegos, los automatismos y todas las satisfacciones de las necesidades.

La Luna Negra junto al eje Nodal, los eclipses y sus series de Saros así como los ciclos lunares forman parte de la astrología Lunar, técnicas conocidas y desarrolladas por la astrología Babilónica. No es algo nuevo, pero es un tema que ha sido motivo de interés y también de indiferencia por parte de los astrólogos a lo largo de los diferentes periodos históricos. Se retomó a Lilith alrededor de los años `70, cuando las mujeres en cierta forma comenzaron a expresar una mayor autosuficiencia y búsqueda de igualdad de derechos en relación al hombre, lo que por exceso se expresó a través del movimiento feminista. De hecho, hoy en día existe un movimiento feminista que lleva el nombre de la Diosa, queriendo manifestar únicamente la faceta Lilith de la mujer fálica.


Lilith Astronómica

La Luna gira alrededor de la tierra en una orbita elíptica. En los extremos de la elipse, la órbita tiene un punto de mayor acercamiento -llamado perigeo, Priape- y otro de mayor alejamiento en relación con la tierra -llamado apogeo lunar, Lilith, la Luna Negra. A partir de la descripción astronómica se pueden sacar ciertas conclusiones de este arquetipo.

En el perigeo Lunar las influencias lunares son más vivas, más intensas, mientras que el apogeo lunar es donde la Luna se desprende, se aleja o abandona la tierra, por lo tanto se crea una especie de balanza en la órbita lunar donde en el perigeo está la tierra como núcleo o centro gravitatorio, pero existe un espacio vacío dentro de esta órbita que podríamos llamar antimateria o antitierra, que forma el equilibrio entre lo que existe y no existe.

Al apogeo lunar y a ese espacio vacío es lo que llamamos Lilith. Un punto de equilibrio entre el centro gravitatorio -la Tierra- y su punto opuesto. A nivel magnético, cuando la Luna se encuentra en su perigeo, es decir cerca de la tierra, acelera su marcha y a medida que se aleja se hace mas lenta. Lilith es el punto de mayor alejamiento, indicando un corte con nuestras necesidades. Si hemos hablado de todo el proceso lunar y de todo lo que ella significa, al acercarse a la tierra -en su perigeo- es donde tenemos mas contacto con nuestras emociones. Cuando nos dirigimos hacia el apogeo lunar -Lilith-, es donde nos distanciamos y tomamos una energía que muestra el rechazo de nuestro mundo afectivo.

Lilith está relacionada al eje del Dragón ya que Lilith es el resultado de la órbita lunar alrededor de la Tierra mientras que el Dragón es el resultado de la intercepción de la orbita de la Tierra alrededor del Sol ( la Eclíptica ) y la orbita de la Luna alrededor de la Tierra. Por lo tanto tienen un ciclo muy parecido: El Dragón recorre todo el Zodiaco en 18 años, (cabeza con cabeza de dragón es un ciclo de 18 años) mientras que cola con cabeza, -cuando el Dragón se muerde la cola- es un demi-ciclo de 9 años. Lilith tiene un ciclo de 9 años en la carta, (8 años -10 meses) por lo tanto a cada retorno del Dragón -o mordida de la cola del Dragón- corresponde en nuestra vida (o cercano a ese periodo) un retorno de Lilith en la carta. Por lo tanto los períodos de las edades de Lilith y del Dragón muestran la siguiente secuencia: 9-18-27-36-45-54-63-72-81-90-99. De tal manera que en ciertas períodos vitales, como por ejemplo los 27 años, el Dragón realiza su segunda inversión nodal (cabeza con cola), la Luna progresada retorna a su punto inicial y es el preámbulo del retorno de Saturno, comienzo de la edad adulta. Así también los 36 años, es una edad fundamental en el cambio de dirección de la vida, marcada por el segundo retorno del Dragón –segunda oportunidad para aceptar el destino-, tercer retorno de Júpiter al punto natal – tercer reencuentro con el Don, la Vocación y la Gracia Divina- y la cuadratura creciente de Saturno a su posición de origen- señalando la necesidad de cambiar de vida. Todas estas edades están marcadas por la ruptura con lo viejo, el cambio, la iniciación y el renacimiento: dialéctica de Lilith.

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