miércoles, 24 de octubre de 2012


Planetas Retrógrados y la proyección del pensamiento


Uno de los aspectos más fascinantes de los planetas retrógrados tiene lugar a nivel inconsciente. El individuo proyecta las energías de sus planetas retrógrados sobre cada persona con la que se comunica, pero lo hace de un modo tan sutil que resulta prácticamente invisible a la conciencia del observador. En realidad, desliza imperceptiblemente pensamientos telepáticos en la identidad de la persona con la que está hablando. Y mientras parte de él permanece en si mismo, otra parte se sitúa en el espacio psíquico de su interlocutor. Por un momento, el otro individuo pierde su propia identidad y empieza a asumir ideas y deseos del individuo retrógrado como si fueran suyos. Mientras tanto, lo que ocurre es que la persona retrógrada está realmente hablando consigo misma. Si tiene el karma de no querer tratar con él, entonces procura realimentarse a si mismo a través de la otra persona, que se convierte así en un espejo. Por desgracia, no suele darse cuenta de ello, y cree que es la otra persona quien origina una expresión negativa. En aquellas casos en que el individuo retrógrado tiene un karma muy positivo o elevado en sus planetas retrógrados, puede transferir la conciencia que ha adquirido de otros individuos mediante este proceso de proyección del pensamiento. 

De este modo, puede convertirse en un profesor místico en niveles muy subliminales. Sin embargo, debemos contestar una pregunta: ¿Cuánto dura esta yuxtaposición antes de que cada individuo vuelva a asumir completamente su identidad original? En el caso en el que aparezca el intercambio de karma negativo, ello dependerá exclusivamente de cuánta buena voluntad del individuo no retrógrado asuma. Y en el caso de intercambio positivo, estará en función de cuánto tiempo sienta el individuo que necesita cualquier conocimiento que haya recibido. En ambos casos, la transferencia de karma suele durar hasta que el individuo alcanza su propia verdad sobre la materia, y una vez lo consigue, tanto si el intercambio era negativo o positivo, puede volver a asumir su propia identidad enriquecida por la experiencia. Es interesante destacar cómo tienen lugar en realidad estas proyecciones de pensamiento. Mediante las palabras o acciones del individuo retrógrado, la persona no retrógrada empieza a experimentar lo que cree que son sus propias emociones, sean de entusiasmo, alegría, dolor o tristeza, referentes a la naturaleza del tópico del pensamiento que se proyecta. Una vez el individuo empieza a sentir algo a nivel emocional, piensa, lógicamente, que se trata de sus propias emociones y, por lo tanto, debe actuar en consecuencia.

 De este modo, está claro que todo el proceso de proyección del pensamiento sólo funciona cuando es posible una "identificación" inconsciente entre dos personas. Desde un punto de vista individual, eso da a la persona la oportunidad de decidir, consciente o inconscientemente, cuánta ayuda exterior quiere aceptar para resolver sus problemas internos o cuántas interferencias está dispuesto a recibir para que actúen como revulsivo que le permita ver con claridad. En el fondo, debe decidir por si mismo.

••●ૐPlanetas Retrógrados y pensamientos obsesivosૐ●••

El triple proceso retrógrado hace que el individuo reviva todo lo que experimenta. Ello tiende a atrapar la mente en una constante repetición, a modo de "eco" de modelos de pensamiento. En un intento de hacerlo comprensible, la persona puede verbalizar todo lo que le molesta de los demás pero, al hacerlo, crea aún más circunstancias susceptibles de repetirse en el futuro. De este modo, la cadena se hace interminable. Así, es más fácil que el planeta retrógrado sea el instigador de pensamientos o acciones posesivas que el hecho de que dicha conducta provenga de un planeta directo. Este efecto del proceso de pensamiento del planeta retrógrado es particularmente evidente en la constante repetición de fobias neuróticas, de los que ellos mismos se hacen eco años después de que el objeto atemorizador ya no esté presente en la vida de la persona. 

Lo interesante de los planetas retrógrados es que en cualquier papel que jueguen, estimulando y haciendo perdurar fobias, también representan el modo más fácil de curación. Todo lo que el individuo necesita saber es que cualquier cosa que piense en relación a sus temores no es más que la repetición del eco de pensamiento anterior, y que es completamente libre para no reaccionar ante tal eco. Cuando se da cuenta de ello, es posible una conducta completamente nueva. Pero cada vez que el individuo se permite a si mismo reaccionar ante el eco de un miedo lejano, crea una nueva experiencia que sólo origina futuros ecos mediante el proceso de repetición del planeta retrógrado. Evidentemente, esto dificulta la superación del miedo. De esta forma, muchos hábitos tienen sus raíces en los procesos retrógrados. El individuo sigue respondiendo a los ecos de antiguos pensamientos, pero cree que siempre está respondiendo al pensamiento original. Y cada vez que lo hace, convierte el eco en la experiencia original, porque cree que es así. Esto sólo le hace susceptible de responder a los ecos futuros de un mismo pensamiento. Al vencerse ideas, sentimientos u opiniones negativas, que tienen lugar como resultado de los procesos retrógrados de repetición, todo lo que los individuos tienen que hacer es negarse a convertir su realidad en ecos. Con el tiempo, éstos desaparecerán, y en su lugar descubrirá que puede controlar verdaderamente su propia persona.


••●ૐPlanetas Retrógrados que aparecen en los Signosૐ●••

Un planeta Retrógrado que aparece en un Signo adquiere todo el colorido de éste y dirige sus energías retrocediendo en el tiempo. El individuo revive en esta vida exactamente el mismo tipo de experiencia que ya han ocurrido en pasadas encarnaciones en relación con el planeta en cuestión. Pero, por alguna razón, quizá profundos sentimientos de que la lección kármica no había terminado, o que no descubría la satisfacción personal de su parte más íntima, el individuo sigue llevando adelante esas mismas situaciones en la vida. La verdad es que está intentando llevar su vida de regreso a una zona aún no resuelta. Y ya que la calidad de la vida, así como el lugar de cada una de ella, se basa en la percepción del mundo que le rodea, este individuo no está viviendo, de hecho, en la zona del tiempo presente con respecto a sus planetas Retrógrados. Por esta razón muchos astrólogos siempre han dicho que los planetas Retrógrados no rinden en su mayor potencial. No es tanto que no funcionen bien como el hecho de que el individuo no les aplique demasiado en la vida cotidiana. En lugar de ello, intenta hacer encajar el mundo de hoy en sus conceptos del pasado. Obviamente, es este tipo de vida la que origina gran parte de la desarmonía que a menudo se atribuye a los planetas Retrógrados

El triple proceso Retrógrado, que no sólo opera en esta vida sino que también tiene tendencia a romper barreras temporales en otras vidas, actúa de un modo ligeramente distinto en cada Signo. Por ejemplo, el individuo que tiene Mercurio Retrógrado en Aries que experimenta la primera fase (saltando en el tiempo fuera de sí mismo), se presentaría a sí mismo positivamente, lo que es completamente armónico con la cualidad marciana. Durante la tercera fase (en la que retrocede en sus procesos de pensamiento), estaría en completo desamornía con la vibración de Aries. Quizá ésa sea la razón por la que personas con Mercurio Retrógrado en Aries experimentan tanta tensión en sus vidas y raramente sientan unidos a sus pensamientos a la habilidad de exteriorizarlos. De este modo, con cada planeta Retrógrado, el individuo está más acorde consigo mismo durante una u otra fase del tríple proceso Retrógrado, dependiendo en gran manera de la naturaleza del Signo en que se encuentre aquél. Hasta ahora, la astrología ha tratado más sobre los efectos de los planetas Retrógrados que con su proceso actual, pero es gracias a la comprensión de estos procesos que el individuo puede conocer por fin lo que está en armonía y lo que no y por qué. El pistoletazo de salida actual del proceso empieza en el momento en que el individuo experiementa su primero pensamiento dirigido hacía la manifestación.

 La duración de cada fase depende muchísimo del Signo en el cual está situado el planeta. El hombre siempre intenta prolongar sus sensaciones de placer y acortar las de dolor. Así, es de esperar que cualquier fase del proceso Retrógrado que esté más en armonía con el Signo en el se halla el planeta Retrógrado se extienda más en el tiempo, y de este modo, aparentemente, ser visto como lo más característico del individuo. Al mismo tiempo, cualquier fase que esté menos armonizada con las características del Signo no sólo se manifiesta menos en el tiempo, sino que también refleja muchas de las quejas del individuo sobre su vida.

••●ૐPlanetas Retrógrados que aparecen en las Casasૐ●••

Cuando un planeta Retrógrado aparece en una Casa, enfoca el tríple proceso hacía el área de experiencias que la Casa representa. El individuo intentará expresar y expandir en el tiempo aquella fase del proceso Retrógrado que esté en armonía con las cualidades de la propia Casa y también acordar en el tiempo aquella fase que esté en desarmonía con las áreas de experiencia de dicha Casa. Consideremos un individuo con Venus Retrógrado en la Casa 10. El planeta está más en armonía con la Casa de la experiencia durante la tercera fase (en la que retrocede en sus procesos de pensamiento), donde es posible repetir mentalmente lo que ya ha sido experimentado. Eso se debe a que la Casa 10 simboliza un proyecto cristalizado, no tanto el trabajo hacía él como un cumplimiento de éste. Así, cuando el individuo es capaz de absorber magnéticamente el aprecio de sus semejantes por el trabajo bien hecho, está más en armonía con su Casa 10 con Venus Retrógrado. Y, en consecuencia, ello se verá como el significado más característico de esta posición planetaria para él cuando procure expandir esta fase de absorción en el tiempo. La expresión negativa de Venus Retrógrado en Casa 10 se encontrará cuando vaya hacía la primera fase Retrógrada, el salto hacía adelante en el tiempo, tan típico de Venus y también totalmente desarmónico con el restrictivo Saturno que rige la Casa 10, donde puede encontrárselo quejándose del gran esfuerzo que le espera. En consecuencia, durante la primera fase (saltando en el tiempo fuera de sí mismo), donde manifiesta a su Venus positivamente hacía un futuro constructivo, todo lo que puede ver ante él son los muros, aparentemente insuperables, de las experiencias saturninas. Quizá por eso desee tanto el aprecio por el tiempo que en realidad está completando hacía la tercera fase. En esta particular posición planetaria, el individuo tiene sentimientos positivos durante la segunda fase (el proceso de vivir el futuro, teniendo la sensación de ya haber estado allí anteriormente), en la que avanza por terreno seguro hacía un objetivo específico.

A nivel consciente, el individuo puede tener dificultades en dirigir externamente los impulsos del planeta en cuestión. Parece que responden de manera pasiva a las actividades ex­ternas. Tienden a aplicarse de manera más sutil e indirecta. Aunque muy receptivos a las corrientes interiores, son reti­centes a demostrar libremente su capacidad en la vida diaria. Creo que los planetas retrógrados no pierden fuerza de ex­presión. Simplemente sugieren una focalización mayor en el desarrollo interno que los planetas directos. Sin embargo, el individuo necesitará establecer una comprensión más clara y definida de lo que significa ese planeta a nivel más profundo antes de poder utilizar los principios indicados de manera productiva. Debido a ello, los asuntos representados por el planeta en cuestión (según su signo natal y posición por Casa) sufren retrasos en el cumplimiento o en la fructifica­ción hasta que el individuo haya profundizado su percepción. Tiende a operar psicológicamente más lentamente para ase­gurar una captación más completa y total... y así enseña a ajustarse o adaptarse a las condiciones limitadoras que con­curren a veces. Las autoras Virginia Ewbank y Joanne Wickenburg han for­mulado un concepto único con respecto a los planetas retró­grados. En su extraordinario libro, The Spiral of Life (publicado por ellas mismas, Seattle, Washington, 1974), es­tablecen que los planetas que van de Mercurio a Saturno (las luminarias nunca son retrógradas), operan en su fase retrógrada como si funcionasen a través del último signo regido por el planeta (ya que todos ellos poseen una regencia doble según la astrología tradicional).' Es decir, Mercurio retró­grado describe más los procesos de Virgo que los de Gémi­nis. Virgo es capaz de estudiar y analizar cuidadosamente lo que Géminis reúne. Marte retrógrado actúa de una manera que se adecua más a Escorpio que a Aries. Venus retrógrado sintoniza mejor con el signo abstracto de Libra que con el te­rráqueo Tauro. Júpiter retrógrado enlaza mejor con los prin­cipios de Piscis que con los de Sagitario, mientras que Satur­no se expresa más como Acuario que como Capricornio. Re­comiendo leer este libro lleno de percepciones astrológicas útiles, ya que se ocupa de muchas dimensiones de la delinea­ción astro-psicológica de forma sensible y claramente defini­da. Las autoras son muy consistentes en la presentación de los principios astrológicos, lo que es una rareza de encontrar en la bibliografía existente.


Si el individuo posee cuatro o más planetas retrógrados (es­pecialmente los personales, de Mercurio a Saturno, y no sólo los de la Octava Superior), comenzará su vida internalizando muchos de sus impulsos. Estará más atento a su mundo sub­jetivo. John McCormick en su libro The Book of Retrogrades (publicado por él mismo, USA, 1973), se refiere a cuatro pla­netas retrógrados como un «cuarteto» y establece que esta condición natal refleja «una tendencia de parte del nativo a retirarse y buscar expresarse en privado».' Cuantos más pla­netas retrógrados haya en la carta, más distinta se verá la vida. Los planetas retrógrados pueden indicar cualidades únicas y totalmente personales, ya que están motivadas por los recursos internos. Varios planetas en esta fase pueden se­ñalar una gran originalidad en el acercamiento a la vida, de­bido a que el individuo es menos moldeado por las estructu­ras sociales externas. En vez de ello, se desarrollará según sus propios impulsos interiores, que no siempre serán acep­tados o comprendidos por los demás. La mayor parte de la auténtica naturaleza de esta persona se mantendrá apartada de la exposición directa hasta que haya aprendido a conocer la esencia de sus necesidades a través de una focalización cui­dadosa y subjetiva. Debido a la naturaleza introspectiva de los planetas retrógrados, su expresión plena suele retenerse en los primeros años de vida hasta que hayan sido explorados y se haya reflexionado sobre su esencia. Cuando hay muchos planetas retrógrados en el horóscopo, nos encontramos con el tipo de personalidad «tardía», que exhibe talentos y habilidades inesperadas en sus años madu­ros (lo mismo ocurre con cualquier planeta retrógrado). Sin embargo, si muchos de estos planetas se encuentran implica­dos en configuraciones difíciles (especialmente Cuadraturas, o Quincuncios, que tienden al rodeo en la expresión), el indivi­duo evitará participar directamente en los asuntos del mun­do, y rehuirá los desafíos que exijan una respuesta activa, prefiriendo retraerse. Funciona en una amplitud de onda dis­tinta a la de los elementos de su medio ambiente personal y por ello se sentirá torpe o fuera de lugar en las situaciones so­ciales. Su dificultad en relacionarse con el flujo de la vida lo hará sentirse inadecuado al comienzo de la misma, hasta que aprenda a ajustarse a los comportamientos ordinarios. Esto ocurrirá especialmente cuando los planetas retrógrados hacen aspectos difíciles al regente del ASC, o al ASC mismo, o a uno de estos planetas cuando es regente del ASC. Si las configuraciones difíciles no se resuelven, el individuo estará desapegado o desconectado de su medio ambiente, sintién­dose muy solo y aislado. Por otra parte, muchos planetas retrógrados bien manejados indicarán una persona que transfiere sus impulsos y necesi­dades a un nivel sublimal, brindándole más capacidad para desarrollarse espiritualmente, o una conciencia del sí mayor en los planos internos. Será capaz de sintonizar mejor con el poder y la sabiduría de su inconsciente.

 Podrá trascender con mayor efectividad las limitaciones aparentes de su personali­dad. Los planetas retrógrados buscan respuesta a las situa­ciones dentro de sí, mientras que los planetas directos prefie­ren descubrirlas a través de la actividad en el mundo manifiesto. Estos planetas serán mejor aprovechados cuan­do se los utiliza para propósitos elevados y para intentar comprender más a fondo las necesidades del Yo Superior. No estoy totalmente de acuerdo con esas escuelas de astrolo­gía que proclaman que los planetas retrógrados representan exclusivamente cualidades negativas que hemos traído de vidas anteriores debido a errores de conducta. Quizá sea cierto a veces, pero no creo que sea el principio general de la retrogradación. Los planetas directos también pueden des­cribir rasgos indeseables de la personalidad, y quizás en mayor grado debido a que se expresan más abiertamente. Sin embargo, a veces los planetas retrógrados parecen ope­rar de forma más compulsiva, siguiendo su curso de acción a pesar de la presión del medio ambiente externo. Pero, no tiene por qué considerarse como una actividad negativa.

fuente:  astrologiapsicologiaholistica**Los dioses de la sincronicidad



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