Planetas Retrógrados y el Factor Tiempo
A
causa del triple proceso retrógrado, el individuo experimenta su vida
en diferentes secuencias de tiempo, contrariamente a aquellas personas
con planetas directos. De hecho, las etapas de su vida que están
influenciadas por los planetas retrógrados son completamente diferentes
de las que siente a través de sus planetas directos. Cuando la secuencia
de acontecimientos transcurre en su mente en sentido contrario o en
dirección distinta de acontecimientos de su propia vida, en realidad
está rompiendo la barrera del tiempo. Dependiendo de la fase en la que
se encuentre, está viviendo al menos parte de su vida en un tipo
diferente de deformación temporal. Aquí, en esta asombrosa trascendencia
del tiempo a través de los planetas retrógrados se halla la llave
principal del karma.
٠•●ૐPlanetas Retrógrados y Karma
Los
planetas retrógrados no sólo llevan al individuo de regreso al ayer, al
mes anterior y al año pasado, sino que también inducen hacia antiguas
vidas cuyos recuerdos lleva fuertemente en su actual encarnación. Estos
recuerdos representan acontecimientos específicos o individuales que
fueron lo bastante significativos en otra vida como para estar ahora tan
arraigados en la persona. En cualquier lugar del Horóscopo en que
aparezca un planeta retrógrado, el individuo no sigue adelante en la
secuencia del tiempo paralelamente al resto de su mapa. En lugar de eso,
sigue tratando de resolver anteriores circunstancias
que todavía parecen estar inacabadas. En estas áreas especificas de su
vida no parece haber una demarcación entre una vida y la otra. Estos
recuerdos son también tan vividos que ni siquiera los identifica como
recuerdos, sino que, es más, cree que son el presente. Sin embargo, vive
en una fase estancada de otra zona del tiempo cuyo irresistible
magnetismo parece aún más importante que su vida cotidiana.
٠•●ૐPlanetas Retrógrados e individualidadૐ●•٠
Es
interesante ver cómo los Signos y las Casas en que aparecen planetas
retrógrados llevan al individuo a seleccionar qué fase del proceso
retrógrado es más cómoda para vivir. Como resultado, diferentes
individuos que tengan los mismos planetas retrógrados, pero situados en
Signos y Casas diferentes, desarrollarán espontáneamente diferentes
fases del proceso retrógrado. Por lo tanto, los individuos con los
mismos planetas retrógrados pueden actuar de forma diferente.
٠•●ૐPlanetas Retrógrados y dimensiones múltiplesૐ●•٠
Para
comprender en su totalidad la naturaleza de los planetas retrógrados,
es importante comprobar que éstos operan a través de múltiples
dimensiones al mismo tiempo. Primero, el individuo experimenta el triple
proceso, que tiene una fuerte tendencia a expulsarle de la
sincronización con el momento presente. Pero al mismo tiempo que pasa
por una de las fases de este proceso, también intenta corregir el karma
de otra vida. De este modo, tanto está detrás como delante de si mismo
en esta vida mientras todavía pueda haber una parte de si mismo que aún
no esté en esta vida. Además de esta falta de sincronización con el
tiempo cronológico, que en si mismo seria suficiente para trastornar a
muchos individuos, también experimenta discretamente, en otro plano, una
orientación muy particular en el espacio.
٠•●ૐPlanetas Retrógrados y el Factor Espacioૐ●•٠
Una
persona en la primera fase (saltando hacia afuera de si mismo para
intentar hacer que el futuro ocurre ahora) trata de presentarse a si
mismo desde un punto magnético tan positivo que actualmente se mueve en
el espacio mucho más cerca de las cosas y de la gente, que el individuo
sin planetas retrógrados. Es precisamente durante esta fase que
interfiere en las auras de los demás, interrumpe el final de las frases
de la gente y literalmente ruega, toma prestado o roba toda sustancia en
la forma que crea necesaria para su experiencia. Todo el mundo tiene un
espacio psíquico personal a su alrededor, y que es privado hasta el
punto que una irritación en potencia se pone de manifiesto cada vez que
dicho espacio es violado por los demás. El individuo retrógrado está
expandiendo su propio espacio psíquico. Es durante este periodo que se
muestra ofensivo con aquellos que le rodean. En la segunda fase, donde
vive activamente toda la información y espacio que ya ha cartografiado
para si, se preocupa menos por llevarse bien con los demás. Pero en el
momento en que entra en la tercera fase, donde mira atrás con
expectación hacia un futuro que ya ha pasado, se vuelve
extraordinariamente introvertido. Al encerrarse en si mismo, utiliza
cada vez menos espacio a lo largo de este periodo, y no puede entender
por qué los demás emplean tanto. De hecho, durante este tiempo el
individuo se aparta de los demás, y aquí tenemos lo que se ha calificado
durante tantos años como la característica más notable del
comportamiento del planeta retrógrado. Sin embargo, mientras regresa a
su pasado, también absorbe las radiaciones de todo cuanto le rodea. Y,
aunque proteste contra esa absorción, la necesita para alumbrar el
momento en que entrará en una nueva experiencia de primera fase en la
que empezará a irradiar energía otra vez y a expandirse en el tiempo y
espacio.
Dado que las diferentes concepciones del tiempo de los planetas retrógrados también llevan al individuo a experimentar percepciones variables con el tiempo, la experiencia última de la vida siempre es especialmente distinta de lo que podríamos llamar la norma. De acuerdo con las leyes de la relatividad, en el universo nada existe por si solo, sino que de algún modo opera siguiendo las leyes de todo aquello con lo que está conectado. Así, las ruedas de un coche se mueven proporcionalmente a la presión ejercida sobre el acelerador. Al mismo tiempo, la tierra parece moverse en relación a las ruedas, y así sucesivamente en todo el universo. Así como los individuos con planetas directos tienen su percepción del espacio y del tiempo, y a través de ella viven su vida, el individuo retrógrado (los que tienen tres o más planetas retrógrados) tiene sus relaciones espaciales y temporales. Pero su percepción de estos planos de existencia es diferente a la del individuo sin planetas retrógrados. De hecho, su orientación en el tiempo y el espacio a través de los planetas retrógrados también es diferente a la orientación espacio-temporal que siente en otras partes de si mismo mediante sus planetas directos. Una parte de él es relativa al universo en un sentido, mientras que otras partes son relativas al universo de otras muchas maneras. Es importante destacar que el universo actúa sobre él en gran medida, de acuerdo con los modos en que él lo percibe relativamente.
El planeta retrógrado, con las poderosas lecciones
kármicas que conlleva a lo largo de esta vida, tiende a enfatizar el
lado material o formal de la vida conduciendo al hombre hacia los
rincones más primitivos de si mismo, donde su lucha por la supervivencia
entre las condiciones y la gente que le rodean predominan sobre la
satisfacción de su alma. Eso se hace más intenso en el caso de los
planetas retrógrados personales (Mercurio, Venus y Marte) mediante los
cuales el hombre se relaciona con las partes más intimas, personales y
privadas de si mismo con las que ha estado luchando desde el principio
de los tiempos. Y mientras es absolutamente cierto que cuando el hombre
se mueve de una fase del proceso retrógrado a otro, tiende a cambiar
ligeramente su énfasis entre materia-espíritu-alma, debería acordarse
de que el alma y el espíritu están por encima de las leyes del karma.
Así pues, siempre queda un residuo de sustancia y materia
(particularmente etérica) en todas las fases retrógradas. Estas huellas
de materia etérica o astral, que casi siempre acompañan la expresión de
los planetas retrógrados, contienen la información para la satisfacción
kármica. Y, dado que la materia está implicada en ello, uno siempre
siente los planetas retrógrados de otro individuo como ligeramente o, en
ocasiones, inusualmente más pesados que los planetas directos. Es por
ello que los individuos que se muestran a si mismo a través de sus
planetas retrógrados tienen
una tremenda habilidad para causar una fuerte impresión sobre sus
oyentes.
La persona a la que están hablando puede optar por ignorar la
materia etérica o astral que las acompañaba, y que mantendrá grabado el
mensaje en la memoria del individuo hasta que esté lo bastante preparado
como para aceptarlo o descartarlo, basado en futura información que
vaya acumulando sobre ello. Por esta razón, las formas de pensamiento
que un individuo retrógrado son muy intensas, y especialmente durante la
primera fase, en la que son aumentados y expulsados con algo de fuerza,
se vuelven particularmente difíciles de llevar, ¡a pesar de que la
tendencia natural debida al modo en que se expresan es hacer
precisamente eso!
Los
planetas retrógrados son unos de los principales causantes de los
problemas sexuales en el mundo actual. La riqueza y satisfacción
sexuales se basan casi por completo en la conciencia de dos individuos
que se encuentran y armonizan en todos los niveles del espacio y del
tiempo. El individuo que tiene un planeta retrógrado influyendo en su
sexualidad no puede experimentarla en total armonía. Dado que siempre se
encuentra en una u otra fase retrógrada, sus percepciones
espacio-temporales le impiden experimentar el aquí y
el ahora. Los hombres con Venus retrógrado tienden, en lo más profundo
de su ser, a sentirse mejor evitando al sexo opuesto.
Al mismo tiempo,
las mujeres con Marte retrógrado experimentan dificultades similares al
relacionarse con los hombres. Cuando Mercurio o Urano aparecen como
planetas retrógrados, una sobreactividad del triple proceso retrógrado
en el plano mental trastorna la sexualidad. En estos casos, el individuo
se encuentra demasiado activo mentalmente como para sentir una riqueza
sexual equilibrada en su contexto físico y emocional. Cuando Plutón es
retrógrado, la actividad sexual se basa en recuerdos de anteriores vidas
sexuales enterradas en el más profundo del inconsciente. Así, mientras
un individuo vive el presente, su naturaleza sexual puede reflejar las
preferencias y moralidad a las que estaba acostumbrado en un periodo
anterior, y generalmente menos evolucionado, de la historia. Es
importante señalar aquí que la heterosexualidad normal arranca de un
estado magnético, sumamente polarizado, de energías opuestas que tienden
a la neutralidad en su culminación. La homosexualidad, o el
experimentar dificultades con el sexo opuesto, es el resultado
de energías de neutralidad semejante que atentan contra la sexualidad
estableciendo una serie polarizada de energías magnéticas
opuestas. Ya que éstas se atraen, es obvio que el ser homosexual debe
crear más de una necesidad para expresar su sexualidad, mientras que en
los heterosexuales ello puede acarrear una mayor satisfacción gracias a
la neutralización de energías.
Ahora, no hay duda de que un individuo puede tener planetas retrógrados
y no ser homosexual. Pero el individuo que experimenta una influencia
retrógrada en su sexualidad tiene que pasar por las tres fases
retrógradas. En la primera fase, sobrereacciona ante la expectativa de
verse involucrado en una relación sexual, sobre todo precoz y
desproporcionadamente, de acuerdo con la realidad futura. Luego, es
atrapado en la vibración cruzada de la segunda fase, donde el acto se
transforma en algo así como un fraude, puesto que ya lo ha experimentado
en la conciencia (y en algunos casos incluso puede ser impotente porque
ha consumido demasiado energía esperando). Finalmente, se asusta a si
mismo durante la tercera fase, en lo que se da cuenta de que ha
sobrepasado sus propios limites; y entonces, tímidamente, vuelve sobre
sus pasos hacia si mismo. Literalmente, ha pasado de una extroversión
durante la primera fase a una total introversión durante la tercera
fase. En muchos casos, el fracaso sexual, sea homosexual o heterosexual,
se debe a este tipo de influencia retrógrada. Si el triple proceso
retrógrado, que causa deformaciones de espacio y tiempo, no bastara para
confundir al individuo con muchos planetas retrógrados, existe aún otro
factor bastante común: el replegamiento de las energías que,
por naturaleza, se proyectan hacia el exterior.
Cuantos más planetas
retrógrados tiene un individuo, más crece su introspección, y más
desarrolla en su interior otra vida diferente que, a menudo, puede
oponerse a la que tiene que exteriorizar en bien de la sociedad, cuya
aceptación necesita. Todo lo que comprende sobre si mismo y sobre el
mundo está frecuentemente más allá del conocimiento de los demás. Cuando
las energías que normalmente se proyectan hacia el exterior se vuelven
hacia dentro, el individuo empieza a personalizar el universo fuera de
si mismo. De algún modo le cuesta distinguir realmente dónde termina él y
dónde empieza el universo exterior. En consecuencia, a menudo se hace
daño a si mismo al tomar para sus adentros más de lo que debe. Al
comprobar sus sentimientos hacia el entorno, va construyendo un muro a
su alrededor. Entonces, una vez recluido tras ese muro, corta en seco
con sus problemas, pero no puede comunicar necesariamente lo que sabe a
quienes viven en el mundo exterior del que ha decidido apartarse. Su
contacto más fuerte con la sociedad se produce durante la primera fase,
en la que se proyecta a si mismo en un intento de alcanzar, más adelante
y más allá, su experiencia de la vida cotidiana.
fuente: astrologiapsicologiaholistica **Los dioses de la sincronicidad
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