viernes, 28 de septiembre de 2012

EL PORQUE DE LAS CASAS


Hemos dicho que el significado de las Casas depende en primer lugar de la cruz fundamental establecida por el Horizonte y el Meridiano. En efecto es esta cruz y no solamente el Ascendente y el Descendente, la que define nuestra aproximación particular a la vida. Constituye el cuadro fundamental inmutable, en el seno del cual es preciso situar los demás factores astrológicos. Ella centra el universo en la persona y concentra su aproximación a la vida, en el tiempo y el espacio. El eje del Meridiano une sus polos Cénit y Nadir y se encuentra siempre en ángulo recto con relación al eje del Horizonte. Es la plomada, la linea de gravitación, la columna vertebral del hombre de pie que prolongada hacia lo alto alcanzará un punto del cielo exactamente encima de su cabeza y, hacia abajo pasará a través del centro de la Tierra, para alcanzar un punto del cielo exactamente opuesto al punto del Cénit. El simbolismo esencial del punto Nadir viene del hecho que prolongando la vertical hacia abajo, a lo largo de la espina dorsal del hombre de pie, llegamos al centro de la Tierra. El hombre alcanza -o puede alcanzar- el centro de su personalidad global en el punto Nadir de su tema. En este punto, el hombre puede sentirse entero, centrado, enraizado, seguro de si mismo. Aquí él establece sus bases en todos los niveles posibles, no solo desde del punto de vista del hogar y la familia, sino también psicológico y espiritual. En el Ascendente el hombre dice "yo"; mas, en el Nadir, dice "yo soy", porque el Nadir nos muestra la clase de integración individual concreta que la persona puede alcanzar. Si  aplicamos al Meridiano la misma clase de razonamiento que hemos aplicado al Horizonte; y puesto que es también un eje, hay del mismo modo un cambio entre sus dos polos, Cénit (asimilado al Medio Cielo) y Nadir (asimilado al fondo del cielo). El Cénit es el punto culminante del hemisferio que aparece desde el Descendente. En el Descendente decimos "nosotros" y será en el Cenit donde diremos "nosotros somos", porque el Cénit representa nuestra  plena participación en la vida de nuestro grupo, de nuestra comunidad y también el poder que obtenemos de esta participación social. Dicho de otra forma, el eje del Meridiano se refiere al poder a nuestra disposición: poder personal en el Nadir, poder social en el Cenit. El Meridiano, símbolo del hombre vertical, representa al hombre capaz de manejar activamente el poder y de asumir sus responsabilidades en la vida. En el Nadir, firmemente establecido en su yo y en su hogar, asume responsabilidades sociales y demuestra de que manera es capaz de manejar el poder que le viene de sus relaciones con grupos de todas clases. El Cenit es el punto de mayor dispendio del poder, el punto de actividad creadora en el mundo objetivo y concreto de la sociedad.

 El Nadir es el punto de mayor concentración del poder, la base o la raíz en la que todo se dirige hacia una manifestación objetiva eventual. Como dice Rudhyar, "nadie encontrará su estrella en el Cénit sin haber encontrado previamente el centro de su personalidad global".  El Cénit es el polo del empleo consciente u objetivo del poder, el Nadir es el polo del empleo inconsciente o subjetivo del poder, y cuando digo "empleo", quiero también decir abuso o defecto de ese empleo del poder a su disposición. El sincronismo entre estas dos clases de poder en el mapa natal determina en todo momento el nivel espiritual de una personalidad. Sin embargo, es preciso no olvidar que la participación de un hombre o de una mujer a la obra del mundo está siempre condicionada, en primer lugar, por la atmósfera de su infancia, sus miedos y sus complejos y por su capacidad de llegar a una auténtica madurez psicológica. Es por esto que la actitud  de alcanzar una posición de prestigio y de poder social está profundamente unida a la clase de relación que se haya tenido con sus padres. Esta relación es la fuente del poder orgánico personal, la fuente de lo que se puede dar más tarde a la sociedad. Por lo tanto, si nos encontramos en un mapa, que los planetas gravitan alrededor de los polos del Meridiano (sobre todo en las Casas 9-10 y 3-4) más que alrededor de los polos del Horizonte debemos de suponer que la persona deberá interesarse sobre todo en la obtención del poder. Si la mayoría de los planetas se encuentran cerca del Nadir, deberá buscar el poder personal, fundaciones personales sólidas. Si los planetas se encuentran más cerca del Cénit deberá buscar el poder social, un fuerte deseo de interpretar un papel público, cualquiera que sean los obstáculos y a pesar de las barreras o las oposiciones que puede encontrar en esta búsqueda. Mientras que el Horizonte es una linea evidente de demarcación entre lo que se encuentra encima de la Tierra y lo que se encuentra bajo el suelo, el Meridiano no es de ningún modo tan evidente en la experiencia humana. Sin embargo, se siente que de alguna manera la vasta cúpula del cielo posee una clave de bóveda y es lo que llamamos Cénit.



 Se siente también que la Tierra bajo nuestros pies es sólida, esférica y posee un centro. De hecho, la integración no es en primer lugar una cuestión de conciencia, sino de instinto orgánico: el instinto es uno de los nombres que se da al poder de ser integro y de guardar esta integridad. Así el Meridiano se refiere a este poder. La realización de la personalidad y de una participación significativa a la vida orgánica del Todo es un problema de integración, por lo tanto relacionado con el Meridiano. La condición de la personalidad determina el género y la cualidad de la participación. El individuo y la posición social que alcanza son en un sentido opuestos polares, así como las Casas 4 y 10, deben complementarse. De hecho, el principio de polaridad es la piedra angular de toda interpretación astrológica eficaz. Este principio explica por qué todo factor que se estudie en un mapa puede tener un significado negativo lo mismo que positivo, sin considerarlo bajo la tradicional clasificación de bueno o de malo, feliz o desgraciado. No es el factor astrológico el que en si es bueno o malo, feliz o desgraciado, sino el empleo que se hace de él. El Meridiano se refiere al poder a nuestra disposición, cuando se realiza la integración de numerosos elementos en el seno de un todo organizado y estructurado. En la Casa 4, es la integración de la personalidad la que está en juego, así como la estabilidad de sus funciones y de su aproximación fundamental a la vida, que esta aproximación sea determinada por las tradiciones familiares o nacionales, o por el ritmo particular del individuo. La 10 indica la manera mejor y más natural de integrarse individualmente al organismo colectivo -a la comunidad, a la nación, a una profesión. Igual que el Horizonte, el Meridiano es un eje. Definir un polo sin incluir la significación del otro no da un cuadro exacto de la situación o de la persona. Por esta razón, es tan importante incluir el Medio Cielo en toda interpretación del Nadir -o viceversa- como incluir el Descendente en toda interpretación del Ascendente y viceversa.



٠•●♥ૐ Los Signos que se encuentran sobre el Meridiano van a indicarnos el género de poder a buscar y a demostrar en el esfuerzo de integrarse personal y socialmente.

٠•●♥ૐ El planeta regente del Signo del Nadir. nos indica de qué depende la capacidad de generar poder personal, las cualidades del ser que hay que desarrollar. La Casa en la que se encuentra este planeta nos indica en qué dominio de la personalidad y en qué género de circunstancias existirá el mayor desafío a la capacidad de afirmarse personalmente sobre bases sólidas.

٠•●♥ૐ El planeta regente del Medio Cielo nos indica la mejor manera de manifestar el poder de su ego y la Casa en que se encuentra nos enseña en qué campo de experiencia se puede aportar de la mejor manera, su contribución esencial a la sociedad, en condiciones de vida normales.


Observemos de nuevo y más de cerca esta cruz del Meridiano y del Horizonte. Por ejemplo, hay en los que la mayoría de los planetas se encuentran bien sea al Este o bien sea al Oeste del Meridiano. Si esta mayoría se encuentran al Este, hay énfasis sobre el Cénit y el Ascendente y, psicológicamente, sobre el yo, la búsqueda de poder y el empleo del pensamiento. Este énfasis permite pues a la persona ser más fácilmente rector de su vida. Puede decidir más libremente lo que quiere hacer, en la medida en que el pensamiento permite una libertad relativa. En todo caso, la vida exige que la persona tome la iniciativa en todas las cosas. Por el contrario cuando todos los planetas (o una gran mayoría) se encuentran al Oeste del Meridiano, el énfasis está sobre el Nadir y el Descendente y, psicológicamente, sobre los sentimientos y las relaciones humanas. Por esta razón, la persona que tiene estas características en su mapa no tiene la misma libertad de elección que la persona que tiene todos los planetas al Este. Ella debe siempre tomar en consideración las condiciones exteriores y los deseos de los otros, tal como la vida se presenta. El énfasis sobre los sentimientos sugiere también que sus elecciones están condicionadas por factores exteriores, ya que los sentimientos nacen, la mayor parte del tiempo, de la interacción del yo con el no-yo. Según la psicología junguiana hay cuatro modos de ser básicos, cuatro operaciones fundamentales en la manera individual de vivir su vida. Rudhyar relaciona las cuatro funciones y los cuatro ángulos del tema, entre:



٠•●♥ૐ  El Ascendente y la función Intuición

٠•●♥ૐ  El Nadir y la función Sentimiento

٠•●♥ૐ  El Descendente y la función Sensación

٠•●♥ૐ El Medio Cielo y la función Pensamiento

La atribución de la intuición al Ascendente y de la sensación al Descendente es completamente lógica. Para Jung, la intuición es la facultad de la conciencia por la cual percibimos los hechos interiores. La sensación, siempre según Jung, es la facultad que nos permite tomar conciencia del no-yo y de los otros; el Descendente es el punto de partida del hemisferio encima del Horizonte donde se encuentra todo lo que puede ser percibido por los sentidos. En la psicología junguiana, intuición y sensación son funciones opuestas y complementarias, lo mismo que el Ascendente y el Descendente en astrología. Jung califica la intuición y la sensación como irracionales, simplemente porque la conciencia, ya sea del yo o de los otros, no implica ningún razonamiento; es un hecho directo de la vida simplemente. No es sino porque hemos hecho de la razón nuestro dios, tenemos hoy tendencia a dar a la palabra "irracional" un sentido peyorativo. El Meridiano es el eje del poder o de la experiencia concreta. Dicho de otra manera, en el Nadir y en el Medio Cielo, nos encontramos lo que nosotros encarnamos realmente en nosotros, en la continuación del empleo de la intuición y la sensación. Los sentimientos, ligados al Nadir son los resultados concretos de nuestra intuición de lo que somos. Son los frutos de la integración personal, llevada a cabo entre un alma, una psique y un cuerpo. Del mismo modo, el pensamiento ligado al Medio Cielo, así como el poder social, resultan de nuestra experiencia exterior, social y racial, después que la hayamos racionalizado. El pensamiento y lo que nosotros llamamos ciencia son una racionalización de las experiencias proporcionadas por nuestros sentidos y por los instrumentos que son una extensión de ellos. Sentimiento y pensamiento son facultades racionales porque es gracias a nuestros sentimientos y pensamientos que podemos dar una razón a nuestras intuiciones y sensaciones, explicarlas, comunicarlas, utilizarlas de manera más concreta. Una mayoría definida de planetas en uno de los cuadrantes del tema, sugiere un énfasis sobre la función junguiana, correspondiente al ángulo, que se encuentra en el origen:




٠•●♥ૐ   Un énfasis en el cuadrante Sur-Este (la 10, 11 y 12) hace resaltar la función PENSAMIENTO. La persona vive objetivamente y, como está relativamente libre de dudas subjetivas, puede controlar más fácilmente las circunstancias de su vida.

٠•●♥ૐ   Una mayoría de planetas en el cuadrante Norte-Este (la 1, 2 y 3) acentúa la función INTUICIÓN, función inconsciente y irracional. La persona vive pues subjetivamente, no obstante manteniendo un cierto control de las circunstancias. Pero, como ella vive sobre todo en ella misma y concentra su atención sobre el plano subjetivo, puede frecuentemente, dudar de ella misma y de sus posibilidades.

٠•●♥ૐ   Una mayoría en el cuadrante Sur- Oeste (la 7, 8 y 9) revela una vida objetiva y un acento sobre la función SENSACIÓN. La sensación es también una función irracional, por lo tanto, no sometida a las leyes de la razón; pero por contraste con la intuición, la sensación es una percepción consciente, ya sea concreta o estética. La persona vive pues objetivamente pero no controla las circunstancias de su vida. Está dominada por su destino objetivo y por sus relaciones humanas; tendrá pues ocasiones de vivir su vida bajo su verdadera perspectiva.

٠•●♥ૐ   Una mayoría en el cuadrante Norte-Oeste (la 4, 5 y 6) pone de nuevo el énfasis en la vida personal subjetiva y en la tendencia a estar obligado a aceptar las cosas tal como se presenta. Psicológicamente, la función SENTIMIENTO predomina: función racional, como el pensamiento, pero enteramente subjetiva, que consiste en emitir apreciaciones, juicios de valor sobre las cosas, las personas, etc., bien sea con el objeto de aceptarlas o rechazarlas.


Pero esto no quiere decir que alguien que tenga muchos planetas en el cuadrante 1,2 y 3, por ejemplo, será forzosamente muy intuitivo. Tal acento indica simplemente que la persona deberá hacer el esfuerzo de desarrollar sus facultades intuitivas con el objeto de captar el "tono" de su egoicidad y de encarnarla materialmente en la Casa 4, por medio de las experiencias de las Casas 1, 2 y 3. Cada vez que estas Casas y los planetas que en ella contienen sean enfatizados por las Progresiones y los Tránsitos, los acontecimientos o experiencias obligarán a la persona a desarrollar la intuición así como los elementos "únicos" de su naturaleza, con el objeto de realizarse más concretamente, más plenamente. Asimismo, la ausencia de planetas en un hemisferio o en un cuadrante no significa de ningún modo que la función correspondiente no exista. Todos poseemos las cuatro funciones de la misma manera que la introversión y la extroversión tiene un peso relativo en nuestro comportamiento. En la vida nunca es cuestión de esto o aquello, sino siempre de más o menos. Observar el mapa natal para encontrar los diferentes énfasis en el dibujo planetario global, nos ayudará a desarrollar una actitud estética en lugar de una aproximación ética habitual. Podemos empezar a darnos cuenta que ciertos elementos del mapa tienen una significación particular únicamente a causa de su posición con relación al mapa entero. Como dice Rudhyar: "En un dibujo hecho a tinta, todo lo está en negro es tan significativo y necesario como lo que está en blanco; sin uno de los dos no habría ninguna forma y, naturalmente ningún significado". Por lo tanto la ausencia de acento planetario no tiene una significación negativa. Se hace la experiencia consciente de la salud bajo la forma de ausencia de enfermedad, después de una enfermedad. Por ejemplo, el hecho que una persona no tenga planetas en Leo no quiere decir que la persona no tiene corazón; esta ausencia no sugiere una deficiencia cardíaca.

Una carencia en Casa 2 no significa que la persona carezca de dinero y posesiones, todo énfasis es relativo en todos los dominios de la vida; debemos aceptar primero una norma para nuestras funciones y las circunstancias si queremos establecer lo que es anormal. Una falta de énfasis en un mapa tan sólo es esto: una falta de énfasis. Cuando todos los planetas o una gran mayoría se encuentran al Este del Meridiano, la persona está llamada a utilizar  su capacidad de tomar decisiones si ella quiere triunfar en la vida. Si todos los planetas, o una gran mayoría, se encuentran al Sur o sea encima del Horizonte la persona debe hacer el esfuerzo de desarrollar conscientemente una actitud positiva y de encontrar voluntariamente una atención en los medios de llegar a ser socialmente poderosa y eficaz. Así el Signo y grado del Zodiaco que se encuentran en los cuatro ángulos nos van a indicar la mejor manera y la más natural de funcionar intuitivamente (Ascendente), para las sensaciones (Descendente), para los sentimientos (Nadir) o para el pensamiento (Medio Cielo). Ellos indican lo que existe en nosotros existencialmente, pero que, en muchos casos, jamás ha sido expresado conscientemente, ya que nuestro ego, nuestra yo existencial y social, es moldeado en función de presiones exteriores y no representa de ninguna manera nuestra egoicidad. Por esta razón, el hecho de conocer los grados y Signos en los cuatro ángulos de nuestro mapa nos permiten penetrar más allá de los rasgos superficiales adquiridos hacia las cualidades fundamentales que son verdaderamente nuestras. Esta mejor manera de utilizar las cuatro funciones básicas, hubieran sido espontáneas si nuestro instinto, nuestra intuición no hubieran sido atrofiados por la familia o por la sociedad. Pero en el estado actual de cosas esto que es lo más natural para nosotros no es tan evidente. La fuerza de la astrología humanística reside en su capacidad de ayudar a los que deseen vivir conscientemente, única manera de llegar al cumplimiento de su destino particular.

FUENTE:  astrologiapsicologiaholistica.***Los dioses dela sincronicidad


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