En el anterior gajo se relató el segundo trabajo que el rey griego impuso a Hércules. La primera de esas tareas hercúleas (sugeridas por Juno) pertenece a la zona de leo pues, en ella, habita el gran León de Nemea, el cual fue abandonado en ese lugar por Selene, la diosa de la Luna.
Solo y amargado por su destino, el león llamado Leo empezó a asolar la comarca, lo cual podía hacer fácilmente, pues su piel era impenetrable a cualquier arma. Como rey de los dominios, temido y honrado por todos, el león de Nemea vivía como sus instintos le dictaban, alimentándose de hombres y animales, rugiendo ante la aprobación de quienes lo consentían.
Luego se presentó Hércules, dispuesto a darle muerte. Primero, el joven héroe le disparó sus flechas, pero éstas rebotaban como pajas; luego empuñó su espada de hierro pero, al golpear al león con ella, ésta se partió en dos; aun la colosal maza de Hércules se rasgó cuando alcanzó a rozar el hocico del animal.
Lleno de valor, el forzudo Hércules cayó sobre su presa y, con la fuerza de sus potentes brazos, asfixió a la fiera hasta matarla.
Luego, quitándole la piel al león con las garras de éste como cuchillo, Hércules se cubrió los hombros con dicho trofeo y volvió triunfante a su amo.
La muerte de Leo, el león de Nemea, era algo inevitable, pues Hércules estaba destinado a cumplir con todos los trabajos que le habían impuesto. No obstante, Zeus o, quizás Juno, en reconocimiento al obvio mérito de Leo, le puso entre las estrellas.
Régulus es una de las cuatro estrellas regias, llamada el Corazón del León, la cual se encuentra en la constelación de Leo.
Constelaciones al Norte
Los astrónomos antiguos veían el brillante grupo de estrellas que están encima de Leo como la progenie natural del poderoso león y lo llamaron LEO MINOR, el Cachorro del León.
El hijo de Calisto, Arcas, creció hasta llegar a hombre; a él le encantaba la caza. Un día, de acuerdo a lo que Juno había preparado, se encontró con su madre, la osa. Calisto reconoció al instante a su hijo con la flecha ya armada en el arco tendido y listo para matarla. Temerosa de que Juno pudiera idear algún nuevo engaño para perjudicar a su hijo, valientemente se mantuvo inmóvil y se dispuso a morir con tal de no revelar su identidad. Juno, por supuesto, se divertía a sus anchas, pero Zeus intervino y transformó a ambos, madre e hijo, en constelaciones; ella es la Osa Mayor y él, la Osa Menor. Esta última constelación se halla entre las zonas de Libra y Scorpius.
"¡Qué afrenta!", gritó Juno al ver que Calisto y su hijo bastardo iban a habitar entre las estrellas.
Calisto da la grandeza al amor materno. Es una constelación de ideales y amor a la humanidad.
Constelaciones al Sur
Un gran vaso de oro, conocido como CRATER, flota en el cielo por debajo de Leo. Algunos lo llaman el vaso de Apolo o de Helios (el Sol). De noche, según se dice, Helios, habiéndose retirado ya del cielo, flota en el vaso hacia el oriente sobre la gran corriente u Océano hasta que llega a su palacio, desde el cual vuelve a iniciar su diario recorrido.
Muchos dioses y criaturas, inclusive Hércules, han buscado esta fabulosa copa porque es el símbolo de las riquezas y de los bienes. Algunos dicen que no tiene fondo, al igual que la copa de Mercurio y que, constantemente, renueva su contenido en beneficio de su afortunado dueño.
Puede indicar tanto un foso sin fondo de apetitos y adquisiciones como un verdadero cántaro de luz que despliega energía vital sin fin.
Hércules, quien en una ocasión tuvo la osadía de embarcarse en la copa de Apolo y cruzar en ella el Gran Océano, se vio violentamente zarandeado por una tempestad y casi de ahogó a causa de su atrevimiento.
Ese navegar en el océano probablemente simbolice el poder desplegar el sentimiento sin desequilibrarse (hundirse).
El brillo de esta copa solar puede ser tanto para lo espiritual como para enceguecerse con la materia, con respecto a los nativos del León.
El sextante (SEXTANS) está cerca de Crátera, siendo su fin como instrumento el medir la distancia angular, especialmente la del Sol a mediodía, para determinar la latitud y la longitud. Es la ubicación de la persona en el Universo, entendiendo su papel vital en el Plan Cósmico, pero sólo el Iniciado puede mirar largo tiempo al Sol sin quedar ofuscado.
El vientre de la HIDRA, un poco más abajo, da el peligro de los apetitos exagerados, pues está lleno de infortunadas víctimas, algunas de ellas tragadas enteras.
Hasta Hércules tuvo grandes dificultades para doblegar al monstruo.
Al sur de la porción de Leo está ANTLIA, la Bomba de Aire o el Fuelle, que quizás sea la "bolsa de los vientos" que le entregaron a Ulises en la Odisea.
Según relata Homero, Eolo, un dios celeste, encerró los rugientes vientos en una bolsa para que Ulises (u Oliseo) pudiera usar su contenido para impulsar la nave por medio del chorro que de ella escapaba. Pero los miembros de la tripulación no sabían lo que tenía la bolsa y, arrastrados por una enorme avaricia, pensaron que estaba llena de oro y plata, decidiendo abrirla y dividirse el botín por lo que, cuando lo hicieron, los vientos saltaron y, al instante, una tormenta los arrastró al mar arrancándoles los cabellos.
Los marineros mercenarios pagaron cara su curiosidad y tuvieron que impulsar la nave a fuerza de remos por el mar abierto, para dolor de sus espaldas.
En los nativos de Leo, ANTLIA, el Fuelle, es capaz de avivar el fuego de la acción y de la espiritualidad, así como el de la ambición y la imprudencia.
La VELA de la nave Argos está en parte en este sector, lo cual habla de una gran fuerza de arrastre y de trabajo.
http://www.robertobenitez.com/astralvision/astrologia/curso/LEO.htm
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