domingo, 27 de septiembre de 2009

CASA ASTROLOGICA I


Se refiere a la naturaleza propia de la persona, el estilo personal, lo característico del yo, la constitución y apariencia del cuerpo físico, el ser exterior, las inclinaciones, las tendencias, el grado de independencia del ego, las cualidades manifiestas, los defectos y las virtudes del yo exteriorizable, las tendencias psicológicas y fisiológicas, etc.

ANALOGIAS ESENCIALES:

Conductas y exteriorización del yo.

SIGNIFICADO ESOTERICO:

Representa las fuerzas que emite el yo para tratar de controlar su destino. Es el yo consciente y humano o el yo egocéntrico y animal.



La CASA PRIMERA es la que regenta las formas en que el yo se manifiesta hacia fuera, es decir, los modos de conducta y comportamiento.

El Sol indica la individualidad y la Luna es la personalidad psíquica, pero la casa primera, cuya cúspide o inicio se llama Ascendente, se entronca con las energías que el yo usa para expresarse y actuar externamente. Por lo general, el ser humano a lo largo de su vida pasa por momentos en los que necesita hacer sobresfuerzos o poner en movimiento energías que posee potencialmente. A la vez, aun cuando no existan factores externos apremiantes, el hombre no se manifiesta siempre tal como es y se siente internamente, pues ello sería poco práctico, sino que va formando una manera de acción externa que se puede adaptar dependiendo de las circunstancias. Es la polarización continua que existe entre el yo y los otros, o dicho de forma cosmopsicológica, entre la casa I y la casa VII.

En la casa primera ,igualmente, se albergan algunos de los rasgos y constitución física de la persona en cuestión. La casa I posee una analogía esencial con el signo del Carnero, con el elemento fuego, la cualidad cardinal, las casas de la iniciativa, las casa vitales, con Marte en domicilio, el Sol en exaltación, Venus en exilio y Saturno en caída.

Es interesante profundizar en el símbolo gráfico representativo del planeta Marte, el cual consta de un círculo del que se proyecta una flecha diagonal ascendente. Esto indica que Marte es la manifestación dinámica en función de la conciencia y la voluntad.

Igualmente, la casa primera son las energías, medios y cualidades del yo por las cuales se manifiesta la esencia individual de la persona. Ello lo confirma el hecho de que el Sol quede conectado con la casa primera por su exaltación en el Carnero.

Lo anterior significa que las manifestaciones externas del yo, o sus conductas, son un eficiente método para profundizar en la individualidad interna de la persona de que se trate (Sol).

Esto es muy práctico si tenemos en cuenta que el mundo interno de una persona no es fácilmente asequible para los demás, con lo que la enseñanza de que "por sus frutos se les conoce " parece bastante acertada.

Dos puntos han de controlarse adecuadamente de manera especial como manifestaciones desarmónicas del yo. Una es la agresividad (Marte) y otra es la soberbia (Sol).

Igualmente, la valentía (Marte) y la autoconfianza serena (Sol), son dos ejes fundamentales a la hora de la proyección del yo (casa I).

El exilio de Venus y la caída de Saturno en el sector del Carnero, afín a la casa primera, se podría interpretar como dos extremos que hay que salvar o equilibrar para lograr un desarrollo armónico interno y externo del yo: uno es la excesiva autoindulgencia (Venus) y, el segundo, la demasiada rigidez (Saturno). En algunas enseñanzas de escuelas esotéricas, como la masonería, se estudia en lo teórico y en lo práctico el punto medio de conjunción entre las dos columnas, la del rigor y la de la clemencia, como base para las actitudes con respecto a uno mismo y en relación con las actuaciones hacia fuera.

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