Representa las finanzas de la persona, el capital, su economía, los bienes adquiridos, las ganancias y las pérdidas, el nivel económico de vida, la pobreza, la riqueza, las aptitudes para conseguir dinero, el ahorro, el derroche, la fortuna, la gestión de los bienes, la compra, la venta, el sustento material, la independencia o la dependencia material, las rentas, las deudas, la obtención y la pérdida de objetos de valor, el uso de lo material, el uso que se le da al dinero, los métodos y la forma de obtener los ingresos, los créditos, etc.
ANALOGIAS ESENCIALES:
El dinero y las propiedades, como también el uso y abuso de ambos.
SIGNIFICADO ESOTERICO:
Simboliza las posesiones materiales y la solución de las necesidades básicas, usadas como sustento de lo humano o utilizadas ignorantemente con avaricia para la obtención de poder con posesión.
La CASA SEGUNDA es la relacionada con las pertenencias materiales, las entradas económicas, los gastos de dinero, el sustento necesario que va ligado a las necesidades básicas (alimentación, vestido, vivienda, etc.) y, en general, el producto del trabajo manifestado en realidades físicas.
Venus se domicilia en el signo del Toro y, por tanto, existe por ley de analogía una afinidad esencial entre este astro y la casa II. Veamos por qué.
Venus es un planeta en el que se mezcla el círculo con la cruz, es decir, la voluntad con la materia. Venus representa la sutilización o refinamiento de las necesidades básicas humanas con elementos estéticos o de lujo. Así, mediante Venus el comer no es sólo una nutrición imprescindible del cuerpo para que éste siga viviendo, sino que se constituye toda una serie de artes culinarias, que bien alejan de una sana alimentación, o que dan un toque imprescindible de placer natural a las comidas.
Este mismo planeta es el que produce que el vestido, en los grupos sociales con cierto nivel económico, sea cuestión de mostrar o de presumir, aparte de que en su base la vestimenta sea una necesidad básica humana. En este terreno Venus genera toda una serie de elegantes combinaciones de materiales y formas, o un derroche innecesario.
Estudiemos la exaltación de la Luna en este sector cosmopsicológico. La Luna representa el mundo del hogar, la madre, la mujer, el romanticismo y lo pasajero. Este astro nos confirma la relación de los asuntos de la casa dos con necesidades de tipo afectivo o psíquico subconsciente, entre las que se encuentran el instinto de sentirse protegido.
Lo anterior es algo que los especialistas en técnicas publicitarias y de imagen dirigidas al consumo explotan hasta la saciedad. El comprar o acumular riquezas pudiera parecer que es algo fundamentalmente de carácter físico-instintivo, pero en realidad no es así. Subyace en muchísimas ocasiones un componente lunar, que busca una satisfacción emocional. Por ello, detrás del hecho externo en sí de comprar una casa, un coche, un bonito vestido, un disco o un perfume, hay tanto destellos estéticos y sensuales venusinos, como reflejos del magnetismo lunar, a través del cual se pretende alcanzar un estado de confort psíquico y no sólo físico. Pero por supuesto que el en ocasiones voluptuoso signo del Toro, precisa en su tonalidad inferior satisfacer unas necesidades puramente instintivas, las cuales suele adornar con elementos decorativos insustanciales.
Plutón y Marte se encuentran en este sector en exilio, es decir, en principio en posición desarmónica. Es lógico, si nos paramos a pensar, ya que el primero es el planeta de los rencores acumulados y, el segundo, de la competitividad agresiva. Sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor esa importante parte de la realidad humana del mundo de los dineros, las compras, las ventas, etc.
Pero también, si esta energía se canaliza adecuadamente, el terreno de la materia es forja de acciones valientes (Marte) y experiencias valiosas (Plutón).
Por último, la caída de Neptuno en el sector del Toro tiene varias acepciones: una es el hecho de que el mundo de la batalla material es propicio para los engaños y supersticiones y, otra, que este mismo terreno es también favorable para perder los puntos de referencia metafísicos o espirituales, los cuales se encuentran en cierta medida regidos por este planeta. A la vez, conjugar lo espiritual-místico (Neptuno) con lo material-económico (sector dos), es algo difícil pero constituye una gran fuente de experiencias y de buenos resultados.
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