domingo, 27 de septiembre de 2009

CASA ASTROLOGICA V


Sus atribuciones son: tendencias sentimentales o románticas, vitalidad creativa, consecuencias de la actividad vital, vida sensual no matrimonial, erotismo, diversiones, los hijos, los noviazgos, las aventuras sexuales, los juegos de azar, deportes, ocio vital, fiestas, obras creadas, personas a las que hay que educar como hijos, creatividad artística, la vitalidad exterior, el derroche de la vitalidad, la fecundidad, la esterilidad, las condiciones del embarazo y el parto, el aborto, los hijos adoptivos, las preocupaciones o las alegrías motivadas por los hijos, la actitud hacia los hijos, la suerte, la actitud de los hijos hacia el interpretado, el comportamiento de los hijos, los aspectos de la personalidad de los hijos que tienen especial influencia sobre el interpretado, la personalidad de los novios o de los amigos con los que se tienen relaciones sexuales; la felicidad o la infelicidad en las relaciones prematrimoniales, así como la facilidad o no para tenerlas; tendencias sensuales de la persona, los hobbies deportivos y artísticos; inversiones, negocios y especulaciones, etc.

ANALOGIAS ESENCIALES:

Ocio vital, creatividad, hijos, noviazgos, aventuras sexuales, vitalidad externa, juegos de azar, suerte y negocios como inversión de energía, esfuerzo y dinero.

SIGNIFICADO ESOTERICO:

Simboliza la energía vital externa de la persona y los asuntos a los cuales ésta es dirigida. Esa fuerza puede ser creativa o solamente ser derrochada sin control. Hay algo así como un factor de dependencia del azar en esta casa (novios, éxito en las aventuras sexuales, negocios, juegos, deportes, hijos, etc.) pero como ya es sabido, la causalidad abarca a la casualidad.

Las facetas de la vida relacionadas con esta casa son producto creativo de la energía externa del ego: sexualidad vital, descendencia, obras creadas, arte, deportes, etc.



La CASA QUINTA se encuentra con influencia sobre los siguientes temas: los hijos, las obras creativas, el ocio, la diversión, las relaciones afectivas o sensuales no matrimoniales, los negocios y las inversiones, etc.
El signo del León es el que regenta este sector cosmopsicológico y, al mismo tiempo, afina con el elemento fuego, la cualidad fija, las casas vitales, las casas de la constancia, la regencia del Sol, la exaltación de Plutón, el exilio de Urano y Saturno, y la caída de Mercurio.
La regencia del Sol sobre este sector de influencias no deja de aportar cuestiones más que curiosas.
Se concibe a esta casa como un intento de proyección directo del Sol de la individualidad, hacia los hijos, por ejemplo, que en ocasiones se pretende ver como una prolongación del ego del progenitor, lo cual no es cierto y, a la vez, constituye una actitud soberbia. Lo que sí es real, es que la huella que la persona puede dejar sobre su descendencia se enmarca sobre todo en la calidad humana y vital que los padres muestren con sus hijos.
Igual sucede con las novias o los novios, a los que se busca como una descarga de la energía vital, o como un encontrarse con la parte más idealizada de uno mismo.
Los negocios también son como los hijos, pues ellos requieren de una gran cantidad de energía vital y de una identificación total con las cualidades individuales.
En todos estos temas existen dos extremos a evitar, que son los que los planetas en exilio en el León expresan: Urano y Saturno.
En la relación con los hijos, la dualidad que hay que evitar en su parte desarmónica es una educación o una relación con ellos que se desequilibre hacia lo estricto (Saturno) o, por el contrario, hacia lo irresponsable (Urano). A la vez, los padres en sí tienen que lograr una difícil sintonía entre la responsabilidad que poseen con sus hijos (Saturno) y sus propias necesidades de libertad personal (Urano). En el proceso educativo ha de irse enseñando la combinación por parte del niño entre esos dos mismos factores (libertad y responsabilidad).
En cuanto a los negocios, las inversiones y las especulaciones, parece que la Cosmopsicología apunta al hecho de que las bases para el equilibrio de fuerzas y, por tanto el éxito, radican en la intuición (Urano) y el trabajo tesonero (Saturno).
Por otro lado, el peligro de los negocios se encuentra en las decisiones repentinas poco meditadas (Urano) y en una usura de planteamientos y acciones (Saturno).
En cuanto a las relaciones sentimentales, igualmente la clave se encuentra en un punto de conjunción creativa entre la libertad personal y la madurez mutua.

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