viernes, 17 de agosto de 2012

ANALISIS DE LAS CASAS ASTROLOGICAS




Jung considera dos actitudes fundamentales, pero complementarias en la vida: la introversión y la extroversión. Ni una ni otra existen en estado puro, ni hay un Yang ni un Yin puro. Pero existe un predominio relativo de una de estas dos actitudes en cada uno de nosotros. Hay entre las dos una diferencia esencial: para el extrovertido hay un movimiento hacia el exterior, interés por los objetos y las relaciones o valores objetivos; mientras que, para el introvertido el interés se aleja del objeto y va hacia el sujeto que se interesa principalmente en sus propios procesos psicológicos. El extrovertido ve todo de lo que le llega objetivamente; el introvertido ve todo lo que le llega en función de su conciencia. Cada actitud tiene un valor relativo. El introvertido centrado en su propia subjetividad tiene una base más segura, permanente y valorable más que el extrovertido que depende del objeto. Del mismo modo que el extrovertido no comprende cómo un punto de vista subjetivo puede ser más importante que la situación objetiva; el introvertido no comprende por qué el objeto debe ser siempre el elemento decisivo. Jung ha encontrado estos dos tipos en todos los niveles sociales y tanto entre los hombres como entre mujeres. Y ha llegado a la conclusión que la distribución tan universal no podía ser el resultado de una elección de actitud consciente y deliberada, sino que la causa era inconsciente e instintiva. Puesto que los niños incluso en una misma familia, muestran una actitud típica evidente en uno u otro sentido, no se puede decir que esta actitud proceda bien sea de la influencia de los padres, bien sea de la lucha de la existencia. Para establecer de manera muy general la introversión o la extroversión en un mapa, se puede observar el predominio de los planetas, bien sea por encima o por debajo del Horizonte. El Horizonte, psicológicamente hablando, simboliza la conciencia nacida del sentido de las diferencias. Para la conciencia humana hay, en primer lugar lo que se llama "yo" o "mi" y, por consiguiente lo demás, cosas o personas que no son "yo". Hay pues, oposición constante, "yo" y todas las entidades que se encuentran fuera de "mi". Esta oposición es el significado básico de los dos polos. -Ascendente  y Descendente- del eje horizontal del tema. El trabajo de la conciencia consiste en unir de algún modo el yo y todo lo que no es yo. La conciencia nace de la interacción constante entre el yo y el no-yo, entre la percepción de lo que se es -quién y qué- y la percepción de lo que son todas las demás personas y cosas.

٠•●♥ૐ  La aproximación subjetiva de la conciencia, la vía introvertida, se ve en el Ascendente y se desarrolla a través de las seis Casas bajo el Horizonte.

٠•●♥ૐ  La aproximación objetiva de la conciencia, centrada sobre el objeto, la vía extrovertida, se ve en el Descendente y se desarrolla a través de las seis Casas encima del Horizonte. 



Como consecuencia en el caso en que las Casas bajo el Horizonte, estén particularmente cargadas de planetas, hay un énfasis sobre el desarrollo de la percepción individual, sobre todo lo que está condicionado por el yo y su carácter propio. Por el contrario cuando las Casas encima del Horizonte contienen a la mayoría de los planetas, el interés principal es el desarrollo de la percepción objetiva, de la conciencia social, de todas las cosas que están condicionadas por el no-yo: al mundo de las sensaciones y de las relaciones ínter-personales. Comprendemos pues que el Horizonte es el símbolo de toda especie de diferenciación.

FUENTE  astrologiapsicologiaholistica.***Los dioses de la sincronicidad


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