martes, 27 de octubre de 2009
PLUTON EN LA CASA VIII
La casa 8 es de nuevo una casa fija. Aquí, normalmente, la persona tiene claro que la
sociedad es un conjunto de individuos. Ya no se trata del individuo aislado sino del
sistema, de la estructura de la sociedad, de las leyes y, en concreto, del conjunto de
leyes que regulan la vida conjunta de las personas.
La imagen-guía de Plutón también se orienta hacia la organización y hacia el sistema
social establecido. Su fuerza, que si alcanza al individuo puede producir daño y
destrucción, apunta aquí hacia las estructuras que, a diferencia de las personas, pueden
sustituirse, es decir, pueden desarrollarse de nuevo.
También son típicos de la casa 8 los intentos de cambiar la propia organización, es
decir, la personalidad, para mejorarla y perfeccionarla. En este caso, la palabra
«purificación» tiene un papel muy importante. La persona practica la autodisciplina,
vive de forma saludable y ordena y regula sus hábitos. Profundiza en su personalidad
y, de esta forma, intenta producir cambios en la misma. Sin embargo, cuando se
confunde la personalidad con el ser interior se comete un enorme error. Es cierto que
en determinadas fases de la vida es absolutamente necesario que «la máquina» (la
personalidad) funcione como una herramienta impecable pero, cuando la
concentración en la misma es excesiva, se pierde energía y tiempo, y no se avanza en
la dirección del verdadero desarrollo. Ésta es una pequeña trampa de la casa 8:
confundir la forma con la vida y la «máquina» con el verdadero ser. Esto puede
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repercutir de forma perturbadora en el entorno, por ejemplo, si este convencimiento se
eleva a nivel de doctrina confesional y se quiere imponer a los demás por la fuerza o
bien si se juzga a los demás sólo por su posición de poder en la sociedad y por su
status (si alguien tiene mucho dinero vale mucho y sino, no vale nada). Con Plutón en
la casa 8 es fácil dejarse deslumbrar por las posesiones de los demás.
¿Cuál es el verdadero sentido de Plutón en la casa 8? La casa 8 está situada entre el
DC y el MC, dos puntos bien distintos. En el DC estamos convencidos de que la
«instancia» es el tú; medimos nuestro yo con respecto al tú y, hasta cierto punto, nos
dejamos determinar por el tú. En cambio, en el MC pasa lo contrario, pues ahí se
enfatizan las particularidades individuales y el ser distinto. La propia individualidad
confiere soberanía y libertad, y se consigue ser independiente del tú. La casa 8 es la
zona en la que estas dos fuerzas se entrecruzan: el DC todavía actúa y el MC ya ejerce
atracción. Por una parte no queremos dejar las ventajas que tenemos por el hecho de
estar con el tú pero, por otra, queremos disfrutar de la libertad que ofrece el MC. Esta
permanente oscilación interna lleva a intentar construir un sistema o una estructura en
la que ambas condiciones estén disponibles en una proporción suficiente.
Evidentemente, ésta es una solución de compromiso que puede llevar a una división
del propio ser que, si bien puede llegar a «controlarse», no resulta nada fácil de vivir.
Algunas personas tienen una doble vida: una vida oficial y otra privada. Una es una
fachada con la que se es bien recibido y la otra incumbe sólo a las necesidades íntimas
de libertad. Plutón en la casa 8 requiere controlar esta «esquizofrenia». Se debe tomar
una decisión. Pero, como en el horóscopo el viaje es siempre hacia delante, la decisión
debe estar exclusivamente en favor de la libertad y la individualidad.
La persona debe renunciar a los beneficios que pueda esperar del tú, derivados de este
comportamiento «conforme con el sistema», aunque esto le suponga algún perjuicio.
Por otra parte, el ánimo hacia la individualidad no debe llevarla a «emplear los codos»
y a dejar de tomarse en serio la responsabilidad frente al tú. Las obligaciones pueden
abandonarse pero las responsabilidades no. Las obligaciones no son necesariamente
sustanciales sino que, en la estructura del conjunto, son solamente necesarias como
salida sin dificultades. No siempre son buenas puesto que, si están en contraposición
con el ser interior, pueden ser una carga. En cambio, a diferencia del sentimiento de
obligación, la responsabilidad es un «sentirse-responsable-por-los-demás». Por los
demás incluso pueden ofrecerse libertades personales. Sin embargo, en el
comportamiento de la típica persona buena con un gran sentido del deber existe una
pequeña motivación de beneficio personal, pues no lo hace para los demás sino para sí
misma.
Plutón en la casa 8 exige siempre una decisión acorde con la libertad y, sobre todo,
con las posibilidades de desarrollo del individuo; no obstante, nunca al coste de los
demás. Debe diferenciarse entre libertad individual y egoísmo.
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GRACIAS POR TU COMENTARIO,A LO QUE TE RESPONDO: CREO QUE SOMOS TAN AMANTES DE LAS ARTESANÍAS(NO ME GUSTA LA PALABRA MANUALIDADES)QUE NOS CUESTA UN MONTÓN ABRIRNOS A OTRAS EXPERIENCIAS. TE MANDO UN ABRAZO, QUE LINDO QUE ES TU BLOG. CARIÑITOS
ResponderEliminarQuerida Marisa, tienes toda la razón, asi pasa muchas veces. Disculpa mi mensaje anterior, todos los puntos de vista son válidos por supuesto
ResponderEliminarMe alegra que te guste mi espacio, desearía que siguiéramos comunicándonos.Me encanta tu blog. Las artesanías son muy preciosas, por mi parte tejo con dos agujas se hacer cualquier prenda y muchos puntos calados, con tranzas con rejillas. Les hago todas las prendas de lana a mis nietas.
Luego soy psicóloga y profesora de piano y toco también el laúd.
eres siempre bienvenida un abrazo
Besos Isthar