lunes, 19 de octubre de 2009

pluton en la casa X



En la casa 10, lo esencial son el comportamiento y los hechos, las actividades
eficientes hacia el exterior. En esta casa, Plutón encierra en gran medida el peligro de
hinchar el ego. Especialmente cuando Plutón es el planeta más elevado de la figura de
aspectos, la imagen-guía de la persona puede basarse en sueños de ser «un genio
incomprendido» o en una idea exagerada de la importancia de la propia persona y, en
consecuencia, puede producir una inflación de la conciencia del yo.
La casa 10 se conoce como la casa de las autoridades y, con aspectos desfavorables,
pueden originar falsas autoridades. Si Plutón tiene aspectos duros con Saturno y el
Sol, éstos suelen tener un papel muy importante puesto que, en determinadas
circunstancias, aparecen funciones de super-yo.
Como sabemos, el super-yo es un yo ajeno con el que la persona se identifica, que
ocupa el lugar del yo. Es un modelo que la persona intenta imitar pero que no
corresponde en absoluto a su propia esencia sino que se ha tomado prestado del
entorno. La persona copia el poder de alguien más fuerte para poder elevarse a su
nivel. Esto sucede frecuentemente con los padres que consideran a los hijos como una
prolongación de sí mismos e intentan hacer de sus hijos lo que ellos soñaron ser y, sin
embargo, no consiguieron. A los hijos se les «implanta» con tanta fuerza semejante
meta que con el tiempo se identifican totalmente con ella, llegando a estar
convencidos de que han nacido con esa imagen-guía.
Por ejemplo, Plutón en la casa 10 y el Sol en la casa 4 puede indicar un padre que
quiere ver en el hijo o la hija la realización de lo que él nunca consiguió. La posición
del Sol en la casa 4 indica que el padre no deja salir su autoconciencia a la luz del día
porque está excesivamente determinado por el colectivo. El padre compensa esta
situación en el hijo, que deberá «vivir» con una meta de super-yo. El hijo debe
esforzarse toda la vida por alcanzar esta meta pero, probablemente, nunca lo
conseguirá. En casos extremos, esto puede ocasionar una seria pérdida de sí mismo;
por ejemplo, con una posición del Sol en el DC, en cuyo caso, la mayoría de las veces
la persona no se conoce en absoluto.
Con Saturno en oposición a Plutón, probablemente la madre ha manipulado al hijo;
sin embargo, no en el sentido de que ella se haya proyectado en el hijo sino que ha
querido hacer de él algo especialmente grande. Se puede interpretar como
manipulación de la imagen-guía paterna por parte de la madre.
En la casa 10, la imagen-guía corresponde a la de un líder. En esta casa, asumir
responsabilidades por los demás es una aspiración natural. Plutón en la casa 10 se
encuentra con frecuencia en políticos y en personas que sobresalen de la masa y
ocupan posiciones influyentes en el colectivo. En estos casos es importante que se
reconozca a Plutón en su misión de desarrollo de la fuerza del ser interior. Quién, con
Plutón en la casa 10, quiera obtener el poder por la fuerza mediante comportamientos
aprendidos e intrigas, en su momento será derribado del trono en el que se ha sentado.
En la casa 10, lo esencial siempre es el poder interior adquirido por uno mismo, que
es la expresión de una individualidad auténtica y una personalidad autónoma.
Evidentemente, la posición de Plutón en la casa 10 siempre encierra el peligro de
querer representar una autoridad. Éste es el caso de los que llegan a la fama muy
pronto (estrellas de cine...). Con frecuencia ocurre que, al cabo de un tiempo, estas
personas se dan cuenta de que su «carrera-cohete» no puede continuar toda la vida
sino que en cualquier momento puede extinguirse, puesto que la repentina
popularidad que está sostenida por un público caprichoso puede apagarse
rápidamente.
En la casa 10, la verdadera irradiación de autoridad sólo se produce cuando la persona
se domina a sí misma, cuando está bajo la propia dirección espiritual y no se agarra a
medios manipuladores con el objetivo de confirmarse a sí mismo. Entonces, la
persona convence por su propia personalidad: sólo con su presencia. No porque
ambicione este efecto sino porque lo tiene bajo control espiritual. Sin verdaderamente
quererlo, esta persona es una auténtica autoridad y posee una influencia y un poder
que solamente pondrá en juego para el bien de la totalidad.

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